De todos los peligros que traen los huracanes, las marejadas ciclónicas son la mayor amenaza para la vida y la propiedad a lo largo de la costa. Puede arrastrar casas de sus cimientos, inundar comunidades ribereñas a millas tierra adentro y destruir dunas y diques que normalmente protegen las áreas costeras contra tormentas.
Cuando un huracán llega a la costa, empuja una enorme cantidad de agua del océano hacia la orilla. Esto es lo que llamamos marejada ciclónica.
Esta marejada aparece como un aumento gradual en el nivel del agua a medida que la tormenta se acerca. Dependiendo del tamaño y trayectoria del huracán, las inundaciones por marejada ciclónica pueden durar varias horas. Luego, retrocede después de que la tormenta pasa.
Las alturas del nivel del agua durante un huracán pueden alcanzar seis metros o más por encima del nivel normal del mar. Con poderosas olas encima, la marejada ciclónica de un huracán puede causar daños catastróficos.
¿Qué determina la altura de la marejada ciclónica?
La marejada ciclónica comienza en el océano abierto. Los fuertes vientos de un huracán empujan las aguas del océano y hacen que el agua se acumule debajo de la tormenta. La baja presión atmosférica de la tormenta también desempeña un papel pequeño en la elevación del nivel del agua. La altura y la extensión de esta acumulación de agua dependen de la fuerza y el tamaño del huracán.
A medida que esta acumulación de agua se desplaza hacia la costa, otros factores pueden cambiar su altura y extensión.
La profundidad del fondo marino es un factor.
Si una zona costera tiene un fondo marino que se aleja suavemente de la costa, es más probable que se produzca una marejada ciclónica más alta que una zona con un desnivel más pronunciado. Las pendientes suaves a lo largo de las costas de Luisiana y Texas han contribuido a algunas marejadas ciclónicas devastadoras. La marejada del huracán Katrina en 2005 rompió los diques e inundó Nueva Orleans. En 2008, la marejada ciclónica de 4.5 a 5.2 metros y las olas del huracán Ike arrasaron cientos de casas en la península Bolívar de Texas. Ambas fueron tormentas grandes y poderosas que golpearon lugares vulnerables.
La forma de la costa también puede determinar la marejada. Cuando la marejada ciclónica entra en una bahía o río, la geografía del terreno puede actuar como un embudo, enviando el agua aún más alto.
Otros factores que determinan la marejada ciclónica
Las mareas oceánicas, causadas por la gravedad de la luna y el sol, también pueden fortalecer o debilitar el impacto de las marejadas ciclónicas. Por lo tanto, es importante saber el momento en que ocurren las mareas locales en comparación con la llegada a tierra del huracán.
Durante la marea alta, el agua ya está a una altura elevada. Si la llegada a tierra ocurre durante la marea alta, la marejada ciclónica provocará niveles de agua aún más altos y llevará más agua tierra adentro. Las Carolinas sufrieron esos efectos cuando el huracán Isaías golpeó cerca de la marea alta el 3 de agosto de 2020. Isaías provocó una marejada ciclónica de aproximadamente 1.2 metros en Myrtle Beach, Carolina del Sur, pero el nivel del agua estaba más de 3 metros por encima de lo normal.
El aumento del nivel del mar es otra preocupación creciente que influye en la marejada ciclónica.
A medida que el agua se calienta, se expande, y eso ha elevado lentamente el nivel del mar durante el último siglo a medida que las temperaturas globales han aumentado. El agua dulce del derretimiento de las capas de hielo y los glaciares también se suma al aumento del nivel del mar. Juntos, elevan la altura del océano de fondo. Cuando llega un huracán, el océano más alto significa que la marejada ciclónica puede llevar agua más tierra adentro, con un efecto más peligroso y generalizado.
Anthony C. Didlake Jr. es profesor asistente de meteorología en Penn State.
Este artículo ha sido republicado de The Conversation bajo una licencia de Creative Commons. Lee el artículo original.