¿Alguna vez te imaginaste que el ritmo acelerado de la tecnología, la automatización y la inteligencia artificial (IA) crearía un futuro laboral de profesiones y trabajos que aún no existen? Estos poco a poco empiezan a trasladarse a la realidad, y muy pronto los universitarios Gen Z podrían ocupar estos puestos. Prácticamente ya vivimos en los tiempos futuristas que plasman películas de ciencia ficción como The Matrix o Blade Runner.
Según un estudio reciente de McKinsey & Company, 65% de los estudiantes actuales están en primaria, lo que plantea un desafío sobre cómo se educará a estos jóvenes para enfrentar un mercado laboral en constante cambio. En este contexto, adoptar un enfoque de aprendizaje continuo y adaptabilidad se está volviendo la norma en las empresas.
El futuro del trabajo está marcado por la transformación digital y la innovación tecnológica. Un ejemplo emblemático es el puesto de “Chief Data Science Officer”, que apenas emergió en la última década. También seguirán apareciendo otros títulos como “especialistas en ética de IA” o “diseñadores de experiencias virtuales”. Este tipo de transformación exige que los jóvenes se preparen no solo para las profesiones de hoy, sino también para las que aún no se han inventado.
Como señaló Mauricio Reynoso, director de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH), “50% de los estudiantes de educación media desempeñará profesiones y labores que hoy no existen”, lo que subraya la necesidad de un enfoque educativo que no solo abarque conocimientos técnicos, sino también habilidades blandas como la creatividad y la resolución de problemas.
Competencias clave para el futuro
De acuerdo con Reynoso, la clave para preparar a los jóvenes está en identificar y poner en práctica ciertas competencias clave. Estas son algunas que Reynoso compartió durante la conferencia “Desafíos y estrategias para el desarrollo de talento en México” de UVM Business:
- Adaptabilidad y resiliencia: Estas habilidades permiten a los jóvenes navegar en un entorno laboral incierto y responder de manera efectiva a los cambios. Reynoso explicó que “los jóvenes que muestran mayor adaptabilidad son más propensos a tener éxito en roles en constante evolución”.
- Pensamiento crítico y creatividad: La capacidad de resolver problemas complejos y pensar de manera innovadora es fundamental en este mercado donde se tienen que buscar nuevas soluciones. Un informe de Deloitte destaca que “las habilidades creativas son cada vez más valoradas por los empleadores”, lo que enfatiza la necesidad de fomentar estas capacidades desde una edad temprana.
- Aprendizaje continuo: Dado que muchas profesiones aún no existen, los jóvenes deben estar dispuestos a aprender y actualizar sus habilidades a lo largo de sus carreras. La educación formal debe complementarse con oportunidades de formación continua y desarrollo profesional. “Hoy no basta con este método de sensibilidad, hoy es un aprendizaje continuo”, agregó Reynoso.
Cómo es que las instituciones educativas pueden ayudar a los jóvenes
Las universidades y centros educativos tienen la responsabilidad de adaptar sus programas para alinearlos con las demandas del mercado. Estas son algunas estrategias que compartió Reynoso en la conferencia para apoyar a la Gen Z:
- Ofrecer currículums que fomenten el aprendizaje práctico y la adquisición de habilidades relevantes. “Las instituciones deben integrar proyectos, prácticas y colaboraciones con empresas para asegurar que los estudiantes adquieran experiencia en el mundo real”, explicó Reynoso.
- Establecer conexiones con la industria para proporcionar a los estudiantes experiencias laborales que reflejen las realidades del mercado. Los programas de mentoría y las ferias de empleo pueden ser vitales para facilitar estas interacciones. “Es importante que los estudiantes tengan acceso a oportunidades que los preparen para lo que se avecina”, dijo.
- Promover un entorno de innovación donde los estudiantes puedan experimentar y desarrollar nuevas ideas. La creación de espacios de coworking, laboratorios de innovación o proyectos personales puede incentivar la creatividad y el trabajo en equipo.