Ubisoft no es ajena a los rumores de adquisiciones. En 2004, Electronic Arts intentó hacerse con la compañía de videojuegos, pero finalmente fue rechazado. En 2015, Vivendi hizo un intento aún más serio que tardó años en desactivar. Ahora Ubisoft es objeto de especulación una vez más, solo que esta vez, el acuerdo podría concretarse.
Los últimos años han estado lejos de ser los mejores para Ubisoft, y 2024 ha sido especialmente doloroso. El esperado título Star Wars: Outlaws fue una decepción de ventas y la compañía retrasó la siguiente entrega de su franquicia Assassin’s Creed hace semanas, recortando al mismo tiempo las previsiones fiscales.
Ahora, se habla de que Ubisoft está considerando una compra que la convertiría en privada, con los accionistas Tencent y la familia Guillemot, incluido el CEO Yves Guillemot, liderando la carga.
Ubisoft reconoció los rumores en una declaración el 7 de octubre, diciendo “Ubisoft ha notado especulaciones recientes de la prensa sobre posibles intereses en torno a la Compañía. Revisa periódicamente todas sus opciones estratégicas en beneficio de sus accionistas e informará al mercado cuando sea apropiado”.
Desde mediados de año se habla de una posible adquisición de Ubisoft
Sin embargo, los rumores sobre una adquisición de Ubisoft comenzaron a circular mucho antes de que se redujeran las previsiones. Los rumores se remontan a mayo. En aquel entonces, la compañía estaba 30% por debajo de su máximo de 52 semanas y cotizaba a menos de la mitad de lo que cotizaba en julio de 2018. Las cosas no han mejorado. Las acciones de Ubisoft han bajado 44% en lo que va de año y han caído un 78% en los últimos cinco años.
Ubisoft tiene un amplio catálogo de franquicias propias (entre ellas Assassin’s Creed, los Rabbids, Prince of Persia y Watch Dogs), así como acuerdos de licencia cerrados (Tom Clancy, Uno, South Park). Estos la han hecho históricamente atractiva para los pretendientes, pero los problemas de la compañía en los últimos tiempos han ensombrecido el panorama.
Los jugadores criticaron duramente a Outlaws, calificando el combate de repetitivo y señalando que las mecánicas de sigilo necesitaban más pulido y eran demasiado similares a Assassin’s Creed. Y el modelo de pase de temporada opcional que sumaba 40 dólares adicionales al precio del juego para misiones adicionales fue ampliamente criticado. También hubo algunos jugadores que criticaron duramente el juego (y el próximo Assassin’s Creed Shadows), alegando una “narrativa de DEI forzada”. Incluso Elon Musk se sumó a la crítica.
Michael Pachter de Wedbush citó esa crítica en una nota a los inversionistas, escribiendo: “Este es un caso de una rara victoria incel que llevó a Ubisoft a tener que reducir sus cifras”.
Casi al mismo tiempo, AJ Investments, un inversionista activista, anunció que había reunido el apoyo del 10% de los accionistas de Ubisoft y comenzó a presionar para vender la empresa a una firma de capital privado o a un tercero anónimo.
En cambio, Ubisoft supuestamente tomó otro camino, contemplando su propia compra.
“La empresa tiene claramente valor y, con el apoyo de la familia Guillemot y la participación del inversionista estratégico Tencent, creemos que una oferta de adquisición formal tiene posibilidades de éxito”, escribió Pachter en una nota aparte a los inversionistas.
La familia Guillemot
Que el CEO y su familia consideren una compra en asociación con Tencent puede parecer inusual si no conoces a los Guillemot. De 2009 a 2019, entrevisté a Yves Guillemot de forma bastante constante, reuniéndome todos los años en el E3 y hablando ocasionalmente cuando los acontecimientos lo justificaban, especialmente durante la batalla de adquisición de Vivendi.
Es un CEO que siempre ha marchado a su propio ritmo y sigue sus pasiones, ya sea su amor por el chocolate negro suizo o subirse a su Harley y hacer un viaje por carretera para despejarse. Sin embargo, Ubisoft encabeza la lista de esas pasiones.
Hace quince años, cuando Vivendi compró más acciones y tuvo más derechos de voto de la empresa que la familia Guillemot, comenzó a buscar socios. Finalmente, los encontró en Tencent (la enorme empresa china de juegos) y en Ontario Teachers Pension, que pagó algo más de 2,000 millones de euros a Vivendi para comprar sus acciones. Desde entonces, Tencent ha aumentado su participación en la empresa hasta 10%. La familia Guillemot tiene una participación del 15%, pero tiene 25% del control de voto.
Posibles recortes
Una compra privada probablemente traería consigo recortes de personal. Ubisoft tiene 19,000 empleados en todo el mundo y Pachter dice que, según las previsiones actuales, los ingresos ascienden a sólo 103,000 euros por empleado. La empresa también necesita cambiar su forma de hacer juegos, algo que el propio Guillemot reconoció al anunciar la reducción de las previsiones.
“Reconocemos la necesidad de una mayor eficiencia y al mismo tiempo deleitar a los jugadores”, dijo. “Como resultado, . . . el Comité Ejecutivo, bajo la supervisión de la Junta Directiva, está lanzando una revisión destinada a mejorar aún más nuestra ejecución, en particular en este enfoque centrado en el jugador, y acelerar nuestro camino estratégico hacia un modelo de mayor rendimiento en beneficio de nuestros accionistas y partes interesadas”.
La pregunta más importante, sin embargo, es si eso será suficiente. Ubisoft ha alejado a una parte de su base de jugadores en los últimos años y necesita recuperarlos. Leer comentarios en línea sobre la compañía puede hacer que parezca que es casi imposible de hacer. Pero si la industria de los videojuegos tiene una verdad, es esta: solo se necesita un juego realmente bueno para hacer que la gente olvide las promesas de boicot y los errores del pasado.