No había pasado una noche en vela desde la universidad. Pero ahí estaba, trabajando hasta la madrugada, casi dos décadas después de ser dueña de mi propio negocio. Mi empresa tenía un problema de diseño y la solución seguía sin aparecer. Me sentía agotada y desmoralizada. Aun así, no podíamos rendirnos. “Rendirse” no es parte del vocabulario emprendedor.
Entonces recordé algo que un mentor me dijo una vez: “Cuando dos cosas se enfrentan y ninguna cede, a veces necesitas dar un paso atrás”. Cuando haces una pausa, la tensión disminuye y puedes seguir adelante. Tal vez fue el cansancio el que habló, pero decidí que esta era la estrategia correcta y todos nos tomamos un respiro.
Al día siguiente, fui al gimnasio y pasé la tarde en el parque con mis hijos. Esa noche, mi esposa y yo cocinamos una receta nueva. Regresé a la oficina con una mente descansada y una nueva perspectiva. Finalmente logramos ver el panorama completo y encontramos nuestra solución.
Cuando se trata de recargar energía, el descanso es un lado de la moneda. El otro es involucrarse en hobbies. Creo firmemente en el poder de las actividades creativas y siempre les digo a nuestros empleados que deben hacerse un tiempo para ellas. Cuando contrato, siempre busco candidatos que tengan una vida rica fuera del trabajo. Aquí está el porqué de la importancia de tener pasatiempos.
Los hobbies aumentan tu confianza
Permitir que tu mente divague libremente puede darte un impulso poderoso en tu confianza. Eso fue lo que investigadores de la Universidad de Drexel encontraron en un estudio que examinaba el impacto de 45 minutos de creación artística en las personas.
A los participantes, de entre 18 y 59 años, se les dio libertad para usar marcadores, arcilla para modelar y materiales para collage, y crear lo que quisieran. Después, reportaron un aumento en su autoeficacia, su confianza en sí mismos y en su capacidad para completar objetivos.
Los investigadores atribuyeron este aumento de eficacia al espacio creativo que ofrecen los pasatiempos, que es un espacio seguro, donde no se sienten juzgados. Mientras que en el trabajo a menudo hay ansiedad por el rendimiento, los hobbies liberan la presión. En lugar de crear con un propósito, lo haces simplemente por el placer de hacerlo.
Ya sea que esté aprendiendo a tocar la guitarra o improvisando en la cocina, siempre regreso al trabajo sintiéndome un poco más seguro de mi capacidad para enfrentar nuevos retos.
Los hobbies promueven el pensamiento innovador
Los pasatiempos requieren pensamiento creativo. Flexionan una parte de tu cerebro que de otra manera podría estar inactiva. Por ejemplo, se ha descubierto que actividades como el baile, la música y el teatro fortalecen la función ejecutiva. Juegos estratégicos como el ajedrez pueden mejorar la neuroplasticidad.
Lo más sorprendente es que involucrarse en pasatiempos también conduce a un pensamiento más creativo cuando regresas al trabajo (sin mencionar una actitud más positiva). Ese fue el hallazgo de un estudio publicado en el Journal of Occupational and Organizational Psychology, que examinó el impacto de los hobbies creativos en el rendimiento laboral. Los investigadores concluyeron que las organizaciones podrían beneficiarse de fomentar que los empleados realicen actividades creativas fuera del trabajo.
Apoyo plenamente este enfoque y trato de modelar el comportamiento que me gustaría ver en nuestra organización. A menudo escribo sobre mis hobbies, como la recolección de aceitunas en la granja familiar en Turquía y se los cuento a mis compañeros.
Usualmente les pregunto a mis compañeros sobre sus pasatiempos y actividades extracurriculares, ya sea sobre los libros que están leyendo o los conciertos a los que asisten. Promover los hobbies, a través de programas de bienestar o incorporando actividades creativas en las dinámicas de equipo, puede ser efectivo. Pero descubrí que simplemente mostrar interés en los esfuerzos creativos de tus empleados y señalar tu apoyo puede ser un motivador poderoso.
Entrar en estado de flujo
El psicólogo húngaro-estadounidense Mihaly Csikszentmihalyi describió por primera vez el estado de flujo como cuando estás involucrado en el proceso de crear algo nuevo y te absorbes tanto que pierdes la conciencia de tu cuerpo y de tu entorno. Te sientes parte de algo más grande. Y te vuelves productivo sin esfuerzo cuando haces algo por el simple hecho de hacerlo.
La investigación de Csikszentmihalyi y otros expertos reveló que alcanzar el estado de flujo es un ingrediente secreto para la felicidad. La pregunta es cómo incorporar el flujo en la vida cotidiana lo más posible. Los pasatiempos son una forma de llegar ahí.
En el trabajo, incontables distracciones roban nuestra atención, pero cuando nos involucramos en hobbies creativos, tenemos la oportunidad de escapar de esas distracciones y sumergirnos en el presente. Vale la pena considerar qué pasatiempos capturan por completo tu atención, ya sea pintar, crear manualidades, escribir poesía o hornear. A diferencia de las actividades pasivas como ver televisión, donde el compromiso es mínimo y a menudo interrumpido por distracciones como las redes sociales, los hobbies creativos requieren toda nuestra concentración.
Algunos pasatiempos agotan tu energía y motivación. Otros te dejan más feliz y más creativo profesionalmente. Abrazar este tipo de hobbies puede ayudarte a mejorar tanto tu vida personal como profesional.