La empresa gigante más conocida en el ámbito profesional, LinkedIn, propiedad de Microsoft, fue sancionada con una multa de 310 millones de euros (aproximadamente 335 millones de dólares), debido a que infringió el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea.
Esta sanción se impuso por la Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), responsable de supervisar el cumplimiento del RGPD en nombre de la Unión Europea (UE).
Según el regulador irlandés, LinkedIn no obtuvo el consentimiento de manera libre, informada ni específica de sus usuarios para el uso de sus datos personales. En otras palabras, los usuarios no tuvieron la claridad suficiente sobre cómo se manejarían sus datos; tampoco dieron su autorización para hacerlo, un aspecto clave bajo el reglamento europeo.
A pesar de la fuerte multa, LinkedIn declaró que “cree cumplir con el RGPD”, aunque también aseguró estar trabajando para ajustar sus prácticas publicitarias conforme a la normativa impuesta.
La sanción llega en un contexto de mayor escrutinio sobre las grandes tecnológicas en Europa, especialmente en torno al uso de datos personales con fines publicitarios.
¿Qué fue lo que LinkedIn hizo mal?
El núcleo del problema radica en la publicidad personalizada. LinkedIn utilizó información proporcionada o monitoreada por los usuarios para mostrar anuncios a medida, sin el consentimiento adecuado. Esta práctica, según la DPC, viola los estrictos requisitos del RGPD, que exige una mayor transparencia y consentimiento expreso por parte de los usuarios.
Este no es un caso extraño al tema. En 2018, una asociación francesa de derechos de internautas presentó múltiples denuncias colectivas contra gigantes tecnológicos como Google, Apple, Facebook, Amazon y LinkedIn. Los acusaban de aprovecharse de los datos de los usuarios sin el consentimiento requerido.
La multa a LinkedIn se suma a una lista creciente de sanciones a grandes corporaciones tecnológicas. Meta (antes Facebook) también fue multada en septiembre. Tuvo que pagar 91 millones de euros, ya que no protegió las contraseñas de los usuarios y se retrasó en informar sobre un problema de seguridad.
Irlanda, sede europea de empresas como Microsoft, Apple, Google y Meta, sigue siendo el epicentro de este tipo de sanciones, ya que los reguladores se esfuerzan por imponer un marco más robusto en torno a la privacidad y la gestión de datos en la era digital.
Esto es lo que sigue para la red social
Aunque la empresa estadounidense asegura que ajustará sus prácticas, este tipo de sanciones marcan una tendencia clara: las autoridades europeas están decididas a proteger la privacidad de los usuarios y a garantizar que los gigantes tecnológicos respeten las reglas del juego.
Mientras tanto, LinkedIn deberá alinear su manejo de datos a las exigencias del RGPD si quiere evitar nuevas sanciones en el futuro.