Hello Kitty cumplió 50 años el viernes. Como corresponde a un ícono pop en la mediana edad, su cumpleaños ficticio ha traído exhibiciones en museos, un espectáculo en un parque temático y una gira nacional. Y eso es solo en Japón, su lugar de nacimiento literal pero no el que aparece en su biografía oficial.
¿Confundido? Bienvenido a la fiesta. Si hay algo que caracteriza a Hello Kitty, es su capacidad de adaptación y su dualidad a lo largo de su carrera. Ella —y Kitty es una “ella”, según la compañía que la posee— puede haber sido concebida como un receptáculo para los sentimientos de otros, pero algunas mujeres ven en su rostro sin boca un símbolo de empoderamiento.
“Perspicaz” es como Mika Nishimura, profesora de diseño en la Universidad Meisei de Tokio, describe la forma en que Hello Kitty conquistó los mundos del comercio, la moda y el entretenimiento. Al ser una tabula rasa abierta a la interpretación, esta creación no amenazante resultó ser el vehículo perfecto para generar ingresos, explicó.
“Las feministas estadounidenses han dicho que ella no dice nada y accede a todo. Pero en Japón, también vemos cómo puede parecer feliz si tú lo estás, y triste si te sientes triste”, dijo Nishimura a The Associated Press. “Es una estrategia de producto genial. Al ser tan adaptable, Kitty obtiene todos esos acuerdos de colaboración.”
El medio siglo de Hello Kitty es evidencia de ello. Sanrio, la compañía japonesa de entretenimiento que posee los derechos del nombre e imagen de Hello Kitty, comenzó las celebraciones hace un año con una cuenta de animación en TikTok, juegos en Roblox y un avatar para la aplicación de redes sociales Zepeto.
Se han lanzado ediciones de aniversario de productos que van desde collares para mascotas, cosméticos y menús Cajita Feliz de McDonald’s, hasta Crocs y una figura de cristal de Baccarat. Un colgante de moneda de oro con la imagen de Hello Kitty sosteniendo el número 50 se vende por aproximadamente 120,000 yenes (800 dólares), mientras que un reloj Casio cuesta 18,700 yenes (120 dólares).
Pero primero, un poco más sobre la historia de origen.
LA HISTORIA DE HELLO KITTY
A diferencia de Mickey Mouse y Snoopy, Hello Kitty no comenzó como un dibujo animado. Una joven ilustradora de Sanrio llamada Yuko Shimizu la dibujó en 1974 como decoración para artículos de papelería, bolsas, tazas y otros accesorios pequeños. El diseño debutó en un monedero el año siguiente y se convirtió en un éxito instantáneo en Japón.
A medida que el éxito comercial de Hello Kitty se expandió más allá de Asia, también lo hizo su perfil personal. A finales de la década de 1970, Sanrio reveló que el nombre del personaje era Kitty White, su altura equivalía a cinco manzanas y su lugar de nacimiento era un suburbio de Londres, donde, según la compañía, vivía con sus padres y su hermana gemela Mimmy.
“El tema principal de Hello Kitty es la amistad. Cuando la creé, hice una familia de la que Kitty formaba parte. Pero luego Hello Kitty empezó a aparecer en otros escenarios a medida que el personaje crecía”, dijo Shimizu a la BBC en junio. “Sanrio se esforzó mucho en construir la marca hasta lo que es hoy”.
En algún momento, Sanrio asignó el cumpleaños de Kitty al 1 de noviembre, el mismo día que el de Shimizu. Su historia fue enriquecida con pasatiempos como tocar el piano, leer y hornear. Sus apariciones en televisión requirieron coprotagonistas, incluido un gato mascota llamado Charmmy Kitty, que debutó hace 20 años.
Sin embargo, el 40 cumpleaños de Hello Kitty trajo una actualización que sorprendió a los fanáticos. Sanrio aclaró a un curador de un museo de Los Ángeles que Kitty, a pesar de sus características felinas, era una niña. Un portavoz de la compañía repitió la distinción este año, renovando el debate en línea sobre los requisitos para ser considerado humano.
¿QUIÉN ES HELLO KITTY?
“Se supone que es Kitty White y es inglesa. Pero este es parte del enigma: ¿Quién es Hello Kitty? No podemos descifrarlo. Ni siquiera sabemos si es un gato”, dijo Joyce S. Cheng, historiadora de arte y profesora asociada de la Universidad de Oregón. “Hay una indeterminación no resuelta sobre ella que es asombrosa”.
Parte de la confusión proviene de una mala interpretación de “kawaii”, que en japonés significa “lindo” pero también connota una esencia adorable o encantadora. Sanrio reclutó a Shimizu y otros ilustradores para crear personajes “kawaii” en un momento en que los estilos femeninos y tiernos eran populares en Japón. Pero la palabra se usa con frecuencia en la sociedad japonesa, y no solo para describir a bebés y cachorros.
Un anciano, algo tan inocuo como un paraguas, un automóvil compacto, un utensilio de cocina o incluso un monstruo de película de terror pueden ser etiquetados como “kawaii”. Según los estándares occidentales, la idea puede parecer frívola. Pero en Japón, se toma en serio, ya que el concepto está vinculado a los instintos más honorables.
La complejidad de “kawaii” puede ayudar a explicar el atractivo duradero de Hello Kitty a través de generaciones y culturas, por qué la cantante y compositora canadiense Avril Lavigne lanzó una canción titulada “Hello Kitty” hace una década, y por qué el rey Carlos del Reino Unido felicitó a Hello Kitty en su 50 cumpleaños cuando recibió al emperador Naruhito y la emperatriz Masako de Japón en el Palacio de Buckingham en junio.
Aunque puede parecer que Hello Kitty encarna el estereotipo de la mujer abnegada, es revelador que tres mujeres hayan ocupado el cargo de diseñadoras principales del personaje en Sanrio. A Yuko Yamaguchi, quien ha desempeñado este papel desde 1980, se le atribuye el crédito de mantener a Hello Kitty moderna y atemporal, adaptando su estilo con trajes negros o pestañas postizas según las tendencias, pero sin quitarle nunca el listón de la oreja izquierda.
“Hello Kitty, como objeto cultural, tiene algo que decirnos sobre la historia de las mujeres en Asia Oriental, y cómo las mujeres de Asia Oriental se modernizaron y se convirtieron en ciudadanas profesionales en una sociedad moderna”, señaló Cheng, de la Universidad de Oregón.
Sanrio ha creado cientos de personajes adorables y tiernos, pero ninguno con la durabilidad de Hello Kitty. Olvida la estética sobria del wabi-sabi históricamente asociada con Japón. Una gatita-camaleón que refleja un kitsch desenfadado es la embajadora cultural de una nación despreocupada y obsesionada con el consumo.
“Es el anti-wabi sabi, queriendo ser tan llamativa y deslumbrante como sea posible, como Lady Gaga. Directo al rostro, pero eso es parte del genio también. Es poderoso”, dijo Cheng.
Leslie Bow, profesora de inglés y estudios asiático-americanos en la Universidad de Wisconsin-Madison, comentó que, aunque muchas mujeres asiáticas y asiático-americanas ven a Hello Kitty como un símbolo de desafío, el instinto protector y de cuidado que despierta lo “kawaii” no está exento de poder.
“Cuidamos a nuestros hermanos, a nuestros bebés, a nuestras mascotas, porque estamos en control. Controlamos sus acciones. Y ese es también el lado oscuro de lo lindo”, explicó Bow.
Sanrio ha aprovechado la adaptabilidad del personaje permitiendo el uso relativamente libre de su imagen a cambio de una tarifa de licencia.
Prácticamente todo es válido para esta pequeña con bigotes, desde una creciente red de cafés de Hello Kitty autorizados por Sanrio hasta una aplicación de realidad aumentada que muestra a Kitty bailando frente a la Torre Eiffel en París, el Big Ben de Londres y otros puntos turísticos.
En el lado no autorizado, Hello Kitty incluso ha aparecido en armas y vibradores.
Durante una presentación este año en Seúl, la diseñadora de Hello Kitty, Yamaguchi, mencionó que uno de sus objetivos no cumplidos era encontrar una forma “de desarrollar una Hello Kitty de la que los hombres también se enamoren”. Pero sigue trabajando en ello.
“Estoy segura de que llegará el día en que los hombres ya no se avergüencen de llevar a Hello Kitty”, citó el sitio de noticias de entretenimiento Content Asia a Yamaguchi.
Por Yuri Kageyama y Lisa Leff / Associated Press. Reporte adicional de Berenice Bautista.