Hace aproximadamente una década, cuando Tesla hizo que parte de su tecnología para vehículos eléctricos fuera de código abierto, Elon Musk dijo que la compañía quería compartir su propiedad intelectual para ayudar a combatir el cambio climático, porque no podía abordar el problema sola. “Es imposible para Tesla construir autos eléctricos lo suficientemente rápido como para enfrentar la crisis de carbono”, escribió Musk en una publicación de blog.
Ahora, algunos argumentan que Musk quiere hacer de Tesla el último fabricante de vehículos eléctricos que quede en pie.
Musk dio su apoyo total a la campaña presidencial de Donald Trump, a pesar de que Trump ha atacado repetidamente a los vehículos eléctricos y quiere eliminar el apoyo para ellos, incluidos los créditos fiscales para los consumidores que compran autos eléctricos. Tesla se beneficia de los créditos fiscales, pero otras compañías automotrices probablemente los necesitan más. “Quiten los subsidios. Solo ayudará a Tesla”, publicó Musk en X este verano.
¿Afecta a Tesla si Trump elimina los créditos fiscales?
Los analistas tienden a estar de acuerdo. “Pensamos que la ventaja competitiva de Tesla se amplía como resultado de esto, asumiendo que los créditos fiscales para vehículos eléctricos se eliminen”, dice Garrett Nelson, analista de CFRA Research. Los créditos fiscales para vehículos limpios, de hasta 7,500 dólares, benefician a Tesla, pero los fabricantes de automóviles tradicionales dependen más de ellos para persuadir a los consumidores de pasarse a los eléctricos.
“Tesla no necesita los subsidios para vender vehículos, en nuestra opinión”, dice Nelson. “No creemos que muchos compradores de vehículos eléctricos estén comprando Tesla por el crédito fiscal. Pero otros vehículos eléctricos que no son de Tesla se ven realmente perjudicados por ello; ese crédito fiscal para vehículos eléctricos influye mucho más en la decisión de compra. Tesla tiene una marca más establecida, un valor de marca más fuerte y una clientela muy dedicada en comparación con otros fabricantes de automóviles”.
Otras compañías de automóviles están luchando para obtener ganancias en vehículos eléctricos. Ford informó a principios de este año que estaba perdiendo dinero a medida que invertía en investigación y desarrollo de vehículos eléctricos mientras vendía menos de lo esperado. Incluso antes de las elecciones, muchas compañías automotrices estaban desacelerando sus planes para lanzar vehículos eléctricos. La pérdida del crédito fiscal sería un golpe importante. Pero Tesla ya es rentable, y es probable que su participación de mercado crezca. (Después de las elecciones, las acciones de la compañía también subieron porque ahora se espera que obtenga rápidamente la aprobación regulatoria para sus vehículos totalmente autónomos, incluidos los robotaxis).
Pero, ¿qué pasa con los aranceles?
Es posible que la política de Trump también perjudique a Tesla. Trump quiere imponer nuevos aranceles elevados a China; el gobierno chino podría potencialmente tomar represalias de manera que perjudiquen a la fábrica de Tesla en Shanghái. El mercado chino, donde más de la mitad de los autos vendidos son eléctricos o híbridos, representa aproximadamente un tercio de las ventas de Tesla, y la fábrica de Shanghái también exporta a otras partes del mundo. Aun así, es probable que Musk esté muy involucrado en las discusiones sobre aranceles en la Casa Blanca y pueda influir en cómo se verán esos aranceles en última instancia. Trump también quiere agregar aranceles a los fabricantes de automóviles europeos, lo que podría aumentar la participación de mercado de Tesla en Estados Unidos.
El apoyo del gobierno ayudó a Tesla a tener éxito: la compañía obtuvo un préstamo de 465 millones de dólares del Departamento de Energía en 2010 para ayudar a aumentar la producción, y los estados han brindado apoyo adicional en subvenciones y subsidios. En Nevada, el acuerdo para la Gigafactory valió cerca de 1,300 millones de dólares en subsidios. Ahora, el apoyo que otras compañías automotrices están recibiendo, a través de créditos fiscales para consumidores, nueva infraestructura de carga para vehículos eléctricos e incentivos para nuevas fábricas en Estados Unidos, es fundamental para ayudar a esas compañías a electrificarse.
Apoyo con apoyo se paga
Cuando Tesla hizo su anuncio de código abierto en 2015, Musk dijo que los programas de autos eléctricos en los principales fabricantes eran “pequeños o inexistentes” y señaló la urgencia de que toda la industria comenzara a alejarse de los millones de autos a gasolina que se fabrican cada año. No está claro si ahora solo está motivado por su propio interés en Tesla o si aún podría defender ante Trump mantener algún apoyo existente para toda la industria. Tesla no respondió a una solicitud de comentarios.
Tampoco está claro si Trump escucharía. En su primera administración, cuando Trump dijo que planeaba retirarse del acuerdo climático de París –algo que planea hacer de nuevo– Musk se opuso. Trump se retiró de todos modos, y Musk luego renunció a dos consejos consultivos presidenciales en protesta. Pero el apoyo de Musk ya ha cambiado algo de la retórica de Trump sobre los autos eléctricos.
“Estoy a favor de los autos eléctricos”, dijo Trump a una multitud en agosto, después de meses de críticas a los vehículos eléctricos. “Tengo que estarlo, porque Elon me apoyó muy fuertemente“.