Superaste todas las pruebas y estás en proceso de ser contratado para tu primera chamba. Revisas el papeleo necesario para completar la contratación y te encuentras con la pesadilla del proceso: tener actualizado el RFC (Registro Federal de Contribuyentes), cédula de identificación fiscal e incluso la constancia de situación fiscal. Eso solo significa una cosa: es hora de meternos con el SAT.
Pero no es necesario que pierdas la cabeza por ello. Actualmente el SAT ha facilitado inscribirse al sistema de manera física y presencial con citas, de manera que hoy es más sencillo que nunca darte de alta y obtener tu RFC. Cabe resaltar que para solicitar tu RFC no tienes porqué esperar a estar laborando, ya que puedes solicitarlo tan pronto cumplas 18 años.
El trámite nos debe entregar 3 documentos:
- Solicitud de inscripción en el RFC
- Acuse único de Inscripción en el RFC que contiene la cédula de identificación fiscal y el código de barras bidimensional (QR)
- Acuse de preinscripción en el RFC
Así es tu primera vez en el SAT
Primero que nada, y como buenos Gen Z, vale la pena que inicies el trámite en línea. Esto es conveniente ya que no necesitas presentar documentación para iniciar la Inscripción al SAT, solo necesitar conocer tu CURP, designar tu dirección fiscal, brindar número y correo de contacto así como si generas ingresos o no.
Sin embargo, sin importar si decides hacer presencial o en línea tu trámite, como es la primera vez que sacas tu RFC, es necesario que acudas a cualquier oficina del SAT a concluir el trámite con el folio que te brindan al momento de llenar tu solicitud.
En ambos casos recuerda hacer una cita previa y específica que es para la inscripción en el RFC de una persona física. Recuerda llevar:
- Registro cita
- Acuse de preregistro
- INE
- CURP
- Comprobante de domicilio (que coincida con la dirección fiscal)
- Acta de nacimiento