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Matt Gaetz tira la toalla: el primer revés en la estrategia de Trump para su gabinete

Gaetz fue investigado por supuestas malas conductas sexuales, incluidas acusaciones de haber pagado por sexo con una menor.

Matt Gaetz tira la toalla: el primer revés en la estrategia de Trump para su gabinete [Foto: AFP]

El plan de Donald Trump de rodearse de aliados leales en puestos clave de su futura administración ha tropezado con su primer obstáculo serio. Matt Gaetz, su controversial candidato a fiscal general, anunció que se retira del proceso de nominación.

Gaetz, congresista republicano y figura polarizante, siempre fue un nombramiento polémico, no solo por su estilo combativo, sino también por su escasa (o nula) experiencia legal. Este giro inesperado deja un hueco en la estrategia de Trump y plantea preguntas incómodas sobre los criterios de selección de su equipo.

Entre escándalos y lealtades cuestionables

El nombre de Gaetz nunca estuvo lejos de los titulares, y no precisamente por sus logros legislativos. Se le investigó por presuntas malas conductas sexuales —incluidas acusaciones de haber pagado por sexo con una menor—, consumo de drogas y uso indebido de fondos de campaña. Su designación fue un campo de minas desde el principio. Aunque Gaetz niega todas las acusaciones, su reputación ya había puesto a prueba la paciencia de Washington.

“Después de excelentes reuniones con senadores, está claro que mi confirmación se estaba convirtiendo en una distracción injusta”, publicó Gaetz en X (anteriormente Twitter). “No hay tiempo que perder en batallas innecesarias. Por eso, me retiro del proceso de nominación para fiscal general”, agregó.

Trump respaldó la decision en su red Truth Social. Adornó su mensaje con palabras de “respeto” y un pronóstico optimista sobre el “futuro brillante” de Gaetz, como solo Trump sabe hacerlo.

No es solo Matt Gaetz; hay más polémicas

La lista de fichajes de Trump para su gabinete parece un desfile de titulares controversiales. Además de Gaetz, figuran nombres como Pete Hegseth, un exmilitar con un historial de acuerdos extrajudiciales por acusaciones de agresión sexual, propuesto para dirigir el Departamento de Defensa. También está Tulsi Gabbard, exdemócrata con supuestas simpatías hacia Rusia, quien ha sido seleccionada para otro puesto clave.

Si la intención de Trump era “sacudir el sistema”, lo está logrando, aunque probablemente no de la manera que él imaginaba.

¿Y ahora qué?

La renuncia de Gaetz no solo cierra (por ahora) la polémica en torno a su nominación, sino que también apaga el fuego de una investigación ética en la Cámara de Representantes sobre su conducta. Pero no todos están dispuestos a darle carpetazo: congresistas de ambos partidos exigen que el informe completo de la comisión sea remitido al Senado, algo que los líderes republicanos consideran irrelevante ahora que el proceso está cerrado.

Mientras tanto, Trump y su equipo tendrán que volver al tablero de juego para encontrar a un nuevo candidato que sea igual de leal, pero menos radioactivo políticamente.

En Washington, el espectáculo debe continuar. Y con Trump en el centro de la escena, promete ser más caótico que nunca.

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