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¿Por qué a estas alturas seguimos hablando de regresar a la oficina?

Los jefes han estado intentando que los empleados regresen a la oficina durante años. ¿Por qué seguimos teniendo la misma conversación?

¿Por qué a estas alturas seguimos hablando de regresar a la oficina?

Piensa en todo lo que ya sucedió desde marzo de 2020 (sí, antes de los lineamientos de regreso a la oficina) cuando millones de empleados comenzaron a trabajar desde casa: dos elecciones presidenciales, guerras y crisis humanitarias, desastres climáticos, una economía de montaña rusa con inflación y tasas de interés, el nacimiento de ChatGPT y la ansiedad por la IA, ocho álbumes de Taylor Swift y una cadena interminable de debates sobre cómo y cuándo los empleados debían regresar a la oficina.

La primera ola del regreso a la oficina comenzó a finales de 2021 y principios de 2022. Pero aquí estamos, a finales de 2024, aún debatiendo el tema. ¿Qué hay realmente detrás de esta lucha de años sobre el regreso a la oficina y cómo avanzamos desde aquí?

Híbrido vs full-time

La mayoría de las empresas que comenzaron a llamar de nuevo a sus empleados a la oficina lo hicieron con un modelo híbrido, un compromiso que para algunos fue lo mejor, pero para otros lo peor de ambos mundos, dependiendo de a quién le preguntaras.

Las empresas que optaron por el modelo híbrido generalmente ofrecieron entre dos y tres días en la oficina durante la semana. Los empleados podían seguir disfrutando de cierta flexibilidad y evitar el traslado algunos días, mientras que los empleadores lograban tener el contacto cara a cara y la colaboración en persona que tanto deseaban. Sin embargo, recientemente, empresas como The Washington Post, Amazon y Apple afirmaron que solo unos pocos días de trabajo remoto sofocan la innovación.

Pero las investigaciones no respaldan esas afirmaciones. De hecho, como señala Russ Kennedy, colaborador de Fast Company, más del 80% de los empleados híbridos reportan estar altamente comprometidos con su trabajo, en comparación con el 72% de los empleados presenciales. Además, investigaciones de la Universidad de Stanford encontraron que el trabajo híbrido mejora la moral de los empleados y aumenta las ganancias corporativas.

Mantener el poder y control

Muchos señalaron que el deseo de control es lo que está detrás de la insistencia en tener a los empleados de vuelta en la oficina.

Algunos gerentes incluso admitieron que su principal motivación era controlarlos. En una encuesta realizada en 2022 a más de 1,000 gerentes y ejecutivos, así como a más de 1,000 dueños de negocios en la plataforma Fiverr, un tercio de los encuestados dijo que los empleados se motivan más cuando saben que están siendo supervisados por sus jefes. Un cuarto de los gerentes mencionó que querían a sus empleados en la oficina para que tomaran descansos más cortos.

Sin embargo, los empleados no están de acuerdo: en una encuesta realizada en 2020 a 800 empleadores, el 94% de los trabajadores dijeron que su productividad era igual o incluso mayor que antes de la pandemia.

El trabajo híbrido mejora la productividad y reduce la rotación

Los datos apoyan la postura de los empleados en este debate. El profesor de Stanford, Nicholas Bloom, encontró que el trabajo híbrido no tiene un impacto negativo en el rendimiento empresarial. Según un artículo reciente de Fast Company escrito por Mark Dixon, la investigación de Bloom mostró que las empresas pueden ver un aumento de productividad de aproximadamente 4%. Eso no es todo, la satisfacción de los empleados también aumentó, mientras que las tasas de renuncia disminuyeron.

También se ha señalado que algunos empleadores están usando las medidas de regreso a la oficina (RTO, por sus siglas en inglés) como una forma de “despido silencioso”. Dado que es ampliamente conocido que los empleados prefieren el trabajo remoto o híbrido, cuando se les obliga a regresar, muchos prefieren renunciar, lo que permite a las empresas ahorrar los costos de indemnización asociados con despidos. Los datos también respaldan esta teoría: una encuesta de ResumeBuilder que se hizo a 756 líderes empresariales que implementaron un mandato de regreso a la oficina desde 2021 encontró que ocho de cada diez empresas perdieron talento debido a esta medida.

El factor inmobiliario

Otra razón por la cual el debate sobre el regreso a la oficina ha tardado tanto en resolverse tiene más que ver con los costos de los bienes raíces que con las personas o el trabajo que hacen. En un artículo reciente de Fast Company, Emily Levine, vicepresidenta ejecutiva de la firma de reclutamiento Career Group, comentó: “Las empresas también sienten que están pagando mucho en rentas, por lo que, si solo tienen a las personas en la oficina dos días a la semana, parece que están desperdiciando el espacio”.

Sin embargo, dado que los contratos de arrendamiento comerciales en México suelen ser de entre cinco y diez años, muchas empresas se ven obligadas a mantener sus oficinas y a pedirles a sus empleados que regresen para justificar ese gasto. El resultado es lo que Levine llama una “desalineación” entre lo que los empleadores desean y lo que los empleados prefieren.

Algunos consejos si eres líder o jefe

Si eres líder o gerente en tu empresa, tu política de trabajo remoto/híbrido/presencial debe reflejar tanto las necesidades del negocio como las preferencias y necesidades de tu personal. Ya deberías saber cómo funciona mejor tu equipo y contar con cuatro años de datos reales que muestran cómo la innovación y la productividad se vieron afectadas. Pero si necesitas más información, una encuesta a los empleados puede ser un buen punto de partida.

Las políticas de regreso a la oficina son más complejas para los gerentes intermedios, quienes suelen estar atrapados entre dos frentes: apoyar a sus equipos mientras cumplen con una política de la empresa, incluso si no están de acuerdo con ella.

Los coaches ejecutivos Faith Cohen y Craig Revord señalan que “tener un marco para guiar conversaciones difíciles, gestionar hacia arriba y elevar problemas a la alta dirección, mientras se empodera a los equipos, es crucial”. Ellos recomiendan el modelo CELT (o CUBE, por sus siglas en inglés) desarrollado por Neuberg Gore:

  • C: Crear el contexto y los objetivos de la conversación. Por ejemplo, podrías decirle a los directivos: “Me gustaría discutir los comentarios del equipo sobre los nuevos mandatos presenciales, ya que la moral está baja”.
  • E: Entender el mundo del otro y poner primero su perspectiva. Haz preguntas abiertas como “¿Cuál es la razón detrás de estos lineamientos?” o “¿Cómo puedo apoyarte para adaptarme?”. Después de obtener más información, comparte tus propios pensamientos y preocupaciones.
  • L: Lluvia de ideas. En lugar de ofrecer soluciones, trata de generar preguntas. Una vez que identifiques la pregunta más precisa, una solución clara suele surgir de forma natural.
  • T: Termina con compromisos. Esto puede incluir compromisos de cambio de política o simplemente agendar una nueva reunión de seguimiento.

Algunos consejos si eres empleado

Si tu jefe quiere que regresas a la oficina y tú prefieres trabajar desde casa, es probable que todas las estadísticas presentadas en este artículo no logren convencerlo. Entonces, ¿qué puedes hacer? Al igual que cuando te preparas para pedir un aumento o una promoción, deberías estar preparado con ejemplos de cómo has trabajado de manera efectiva en los tiempos en que lo hiciste de manera remota.

Muestra el volumen de trabajo y proyectos que has completado y cómo se compara con la cantidad de trabajo que puedes hacer en la oficina. Esto ayudará a ilustrar cuán productivo puedes ser personalmente. También deberías resaltar las formas en que sigues colaborando con tus compañeros, ya que esa es a menudo una de las principales razones que los empleadores dan para querer que todos estén en la oficina.

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