Líderes corporativos, tomen nota: hay una startup de 100 personas ahí afuera, diseñando silenciosamente el futuro de su industria. Con una agilidad inigualable y un enfoque láser en la innovación, estos disruptores están redefiniendo lo que significa competir, y es posible que estén avanzando más rápido de lo que creen.
Las pequeñas y ágiles empresas emergentes de hoy no son solo actores del mercado, sino que son gigantes. No están limitadas por sistemas heredados, no tienen mucha burocracia y están decididas a resolver problemas con mayor rapidez e inteligencia de lo que jamás imaginaste. Los mejores disruptores saben cómo escalar su innovación y, al mismo tiempo, preservar la agilidad, una clave para prosperar en el mercado actual impulsado por la IA.
Las empresas emergentes han competido con gigantes durante años, y la IA ha cambiado el juego por completo. Netflix superó a Blockbuster al pasarse al streaming antes de que el gigante del vídeo doméstico se diera cuenta de que el mercado estaba cambiando. Airbnb redefinió la industria hotelera, dejando a las cadenas globales en una situación difícil. Ambas empresas acabaron escalando, pero las emergentes de hoy no necesitan crecer mucho para tener un impacto masivo.
Gracias a los avances en inteligencia artificial y robótica, una empresa pequeña y especializada ahora puede automatizar procesos complejos, tomar decisiones basadas en datos en tiempo real y ofrecer soluciones globales sin perder eficiencia y agilidad. Es un mundo nuevo en el que la agilidad supera al tamaño.
Manual de estrategias de agilidad para startups
Las empresas pueden aprender mucho de estas estrategias para mantenerse competitivas. Exploremos tres enfoques clave del manual de estrategias para empresas emergentes que pueden transformar su organización y prepararla para el futuro en un panorama empresarial de rápido crecimiento.
1. La velocidad mata, pero sólo si eres lento
Las empresas emergentes viven o mueren tomando decisiones críticas en cuestión de horas en lugar de semanas. Las empresas deben desarrollar esta velocidad para seguir siendo relevantes. La agilidad no se trata solo de tomar decisiones rápidas, sino de movilizar a su fuerza laboral para enfrentar nuevos desafíos de manera eficiente.
Consideremos cómo Reckitt inicialmente se propuso acelerar la adquisición de talentos. A medida que profundizaban, descubrieron que la verdadera agilidad provenía de la creación de un ecosistema de talentos integral. Al crear una fuerza laboral transparente y fluida y romper los silos, Reckitt se transformó en una organización que podía redistribuir el talento al instante y adaptarse a los cambios del mercado con la misma rapidez que una startup de 100 personas. Este ejemplo muestra el poder de tener un mercado interno de talentos bien organizado.
2. Construye un ADN de fuerza laboral eficiente
La agilidad también proviene de la flexibilidad estructural. Las empresas emergentes más exitosas equilibran una combinación de empleados fijos, trabajadores flexibles y capacidades digitales para mantenerse ágiles; lo estamos haciendo nosotros mismos, ahorrando $1.5 millones por mes y aumentando nuestros márgenes de ganancia en un 29%. Las empresas deberían adoptar este enfoque desarrollando “un lenguaje común para el trabajo“, como nos gusta llamarlo. Esto garantiza que las tareas, los roles y las habilidades se combinen perfectamente en todos los departamentos, lo que promueve la eficiencia y la adaptabilidad.
Con el uso de un marco de ontología de trabajo, puedes comenzar a eliminar esos silos y crear este lenguaje común. Esto proporciona una comprensión compartida del trabajo a un nivel granular, conectando tareas, habilidades y oportunidades en toda la organización. Hemos visto de primera mano cómo esto puede transformar a las empresas en potencias ágiles, listas para adaptarse cuando sea necesario.
3. Utiliza los datos para la acción, no solo para el análisis
Las grandes organizaciones suelen disponer de abundante información, pero carecen de conocimientos. Aunque recopilan montañas de datos sobre su fuerza laboral, no suelen traducirlos en acciones significativas. Las empresas emergentes, por otro lado, utilizan los datos como catalizador para la toma de decisiones en tiempo real.anuncio
Las empresas necesitan cerrar esta brecha. Al crear una visión clara e interconectada de las tareas, las habilidades y los roles, las organizaciones pueden pasar de los informes estáticos a información dinámica que informa directamente la estrategia. Las ontologías de trabajo lo hacen posible, convirtiendo los datos sin procesar en información procesable. Con esto, los líderes pueden redistribuir rápidamente el talento, abordar de manera proactiva las brechas de habilidades y preparar a su fuerza laboral para el futuro y adaptarse a los cambios repentinos del mercado.
Son los rápidos y adaptables los que se comen a los lentos
En el panorama empresarial actual, no se trata de ser el pez más grande, sino de ser el más rápido y el más adaptable. Los gigantes que aprendan a pensar y actuar como empresas emergentes (con eficiencia, basadas en datos y con un propósito) serán los que lideren el futuro. El camino comienza con la adopción de estas estrategias ágiles, empoderando a su fuerza laboral y superando a la competencia.
Manténte audaz, sé responsable y transforma tu forma de trabajar. El futuro no esperará y tú tampoco deberías hacerlo.