Cruzar la calle frente a una gigantesca camioneta moderna se siente como un acto de valentía porque lo es: rara vez está claro si el conductor realmente puede verte. A medida que las SUVs y camionetas se vuelven más grandes (la camioneta promedio creció 11% en altura y 24% en peso entre 2000 y 2018), también se volvieron más inseguras para los humanos.
Un estudio que analizó seis años de accidentes descubrió que los peatones tenían 68% más de probabilidad de morir atropellados por una camioneta que por un automóvil; las SUVs de tamaño completo hacen que la probabilidad de muerte aumente 99%. No ayuda que los estadounidenses hayan abandonado los sedanes más pequeños, por lo que hay muchos más vehículos grandes en las calles.
En París, la alcaldesa presentó una propuesta para reducir los vehículos de tamaño excesivo. Pero mientras estos sigan circulando en otros lugares, la solución sería realizar algunos cambios en el diseño. Como primer paso, los extremos frontales y las parrillas deberían estar mucho más bajos: las camionetas y SUVs con una altura del cofre mayor a 100 centímetros son más peligrosas que aquellas con una altura de cofre de 76 pulgadas o menos, según un estudio del Insurance Institute for Highway Safety (IIHS).
Si atropellas a una persona con el cofre de un auto bajo aumenta la probabilidad de que sea golpeado en las piernas en lugar de en la cabeza o en los órganos vitales del torso, lo que significa que es más probable que sobreviva.
El diseño en las camionetas es esencial
La forma del frente también importa. Una parrilla plana y vertical es más peligrosa que una que tenga inclinación. “Se llama trauma por impacto contundente por una razón”, dijo Ben Crowther, director de políticas de la organización sin fines de lucro America Walks. El estudio del IIHS encontró que incluso en vehículos con una altura de cofre menor a 100 centímetros, un frente plano y vertical aumentaba el riesgo para los peatones 26%, en comparación con un sedán tradicional.
El nuevo camión de entrega del Servicio Postal de Estados Unidos es un buen ejemplo de cómo diseñar un vehículo grande de manera segura, dice Crowther. “Tiene un frente redondeado, y la parte inferior del frente está realmente baja al suelo”, señaló. “Esto disminuye la probabilidad de que las personas sean arrastradas debajo del vehículo en un choque”.
La estética de la camioneta, que tiene un diseño similar a un pato, podría ser otro tema: los diseñadores deben encontrar la forma de hacer que los vehículos se vean bien y, al mismo tiempo, sean menos mortales.
Las camionetas, furgonetas y SUVs también necesitan un nuevo diseño para una mejor visibilidad. “En este momento, la combinación de vehículos más altos y los pilares A obstruidos —los soportes del techo y el parabrisas— hace que los conductores tengan dificultades para ver a las personas frente a ellos, especialmente cuando giran”, comentó Crowther. Aunque algunos vehículos fueron rediseñados para cambiar esto, los vehículos de pasajeros deben seguir ese ejemplo, agregó.
Nuevas regulaciones a favor de los peatones
La tecnología también puede ayudar con elementos como los gobernadores de velocidad que detectan la ubicación de un vehículo y reducen automáticamente la velocidad del motor si el conductor excede el límite de velocidad. Europa ya requiere esta tecnología en los vehículos nuevos y la legislatura de California aprobó una ley similar, aunque el gobernador Newsom la vetó.
“Es una expectativa completamente realista que los conductores deben respetar los límites de velocidad que son legales”, dijo Crowther.
Hasta ahora, las pruebas de seguridad del programa de evaluación de nuevos automóviles de Estados Unidos solo se centran en la seguridad de las personas dentro del vehículo, no en cómo el diseño de un vehículo impacta a las personas que caminan o andan en bicicleta a su alrededor. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) acaba de adoptar una nueva regla que requiere que las pruebas incluyan a los peatones.
Esto podría ayudar a presionar un poco a los fabricantes aunque el programa no es obligatorio y está destinado a informar al consumidor. Los nuevos datos sobre peatones se reportarán en una categoría separada, por lo que los compradores de autos pueden nunca verlos, a menos que los busquen específicamente. “Un coche podría seguir obteniendo cinco estrellas en seguridad y fallar en la prueba de resistencia a los choques con peatones”, explicó Crowther.