La estimulación de áreas específicas del cerebro mediante electrodos podría marcar un antes y un después para personas con lesiones en la médula espinal. Un estudio y un testimonio publicados este lunes arrojan nueva luz sobre esta técnica, que aún está en fase experimental.
Wolfgang Jäger, uno de los dos pacientes que participaron en este primer ensayo, compartió su experiencia en un video. “Ahora, cuando veo una escalera con pocos escalones, sé que puedo subirla solo”, afirmó el suizo de 54 años. Durante unas vacaciones recientes, subir y bajar escaleras dejó de ser un obstáculo para él al activar el dispositivo implantado en su cuerpo. “Es agradable no tener que depender de otros todo el tiempo”, añadió.
El tratamiento que recibió incluye electrodos implantados en una zona específica del cerebro, conectados a un dispositivo en el pecho. Al encenderlo, el sistema envía impulsos eléctricos que estimulan el cerebro. Este método está diseñado para personas con lesiones incompletas en la médula espinal, es decir, casos en los que la conexión entre el cerebro y la médula no está totalmente interrumpida y aún queda algo de movimiento.
El equipo suizo responsable del estudio, publicado en Nature Medicine, ya había destacado antes por sus avances en implantes que ayudaron a personas paralizadas a caminar de nuevo. En esta ocasión, los científicos centraron sus esfuerzos en identificar la región cerebral más vinculada a la recuperación de la movilidad en lesiones medulares.
Usando tecnología de imagen en 3D, mapearon la actividad cerebral en ratones con lesiones similares y elaboraron un “atlas cerebral”. Detectaron que el hipotálamo lateral, una región conocida por su papel en la conciencia, la alimentación y la motivación, podría ser clave en este proceso. Según Grégoire Courtine, profesor de neurociencias en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, un grupo específico de neuronas en esa zona parece estar relacionado con la recuperación de la capacidad de caminar.
Para comprobarlo, los investigadores usaron estimulación cerebral profunda, una técnica común en el tratamiento del Parkinson, para amplificar la señal en el hipotálamo lateral. En ratones, los resultados fueron inmediatos: la estimulación mejoró su capacidad de caminar al instante.
En humanos, los primeros ensayos también mostraron resultados prometedores. Jocelyne Bloch, neurocirujana, relató que una mujer participante en el ensayo activó por primera vez su dispositivo en 2022. “Siento mis piernas”, exclamó la paciente. Más tarde, cuando ajustaron la intensidad de la corriente, comentó: “Siento el deseo de caminar”.
Los pacientes no solo usaron el dispositivo cuando lo necesitaron, también completaron meses de rehabilitación y ejercicios de fortalecimiento muscular. Cada uno tenía una meta clara: la mujer quería caminar sin andador y Jäger quería subir escaleras sin ayuda. Ambos alcanzaron sus objetivos, destacó Bloch.
Aunque los resultados son alentadores, los investigadores advierten que esta técnica no funcionará para todos. Según Courtine, todo depende de la señal cerebral inicial que pueda estimularse hacia la médula espinal. Además, no todas las personas están dispuestas a someterse a un procedimiento de este tipo.
En el futuro, los científicos ven potencial en combinar la estimulación del hipotálamo lateral con la de la médula espinal para optimizar los resultados en la recuperación de lesiones medulares. Sin embargo, queda mucho camino por recorrer antes de que esta técnica esté disponible para un mayor número de pacientes.