General Motors abandona los robotaxis para enfocarse en vehículos personales

El gigante automotriz estadounidense General Motors (GM) anunció este martes que dejará de desarrollar su proyecto de robotaxis tras un accidente reportado el año pasado, que frenó su avance en el campo de los vehículos autónomos.

La empresa, con sede en Detroit, planea fusionar su división Cruise, dedicada a los robotaxis, con sus equipos técnicos para centrarse en el desarrollo de sistemas avanzados de asistencia al conductor para vehículos personales, según un comunicado oficial.

GM explicó que la decisión de abandonar el proyecto Cruise se debe al “considerable tiempo y recursos necesarios para escalar el negocio, sumado a un mercado de robotaxis cada vez más competitivo”.

El accidente que cambió la estrategia de General Motors

Este cambio estratégico marca un giro importante para GM, que adquirió la startup Cruise en 2016 y desde entonces ha invertido miles de millones de dólares para intentar convertirla en un negocio rentable.

El cese de operaciones ocurre un año después de que Cruise se viera obligado a suspender sus actividades en San Francisco, tras un accidente en el que un vehículo autónomo de la compañía arrastró a una mujer que previamente había sido atropellada por otro conductor que huyó del lugar.

Tras el incidente, Cruise perdió sus permisos operativos otorgados por los reguladores, pausó sus planes de expansión a otros estados y despidió a 900 empleados, equivalente a una cuarta parte de su plantilla.

Curiosamente, poco antes del accidente, las autoridades de California habían aprobado la ampliación de los servicios de taxis autónomos en San Francisco, otorgando luz verde tanto a Cruise como a Waymo, una compañía propiedad de Alphabet.

Este cambio de enfoque estratégico ocurre en un contexto donde las automotrices enfrentan una creciente presión para equilibrar las inversiones en tecnologías emergentes con la necesidad de garantizar rentabilidad a corto plazo.