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La tundra ártica comienza a emitir más carbono del que absorbe

El Informe Ártico 2024 detalló que las emisiones de gases de efecto invernadero de la tundra ártica ha aumentado debido a los incendios.

La tundra ártica comienza a emitir más carbono del que absorbe [Foto: Hannes Grobe/Wikimedia Commons]

Las emisiones de gases de efecto invernadero de la tundra ártica, almacenados bajo su suelo helado durante milenios, está siendo liberados debido a los incendios que cada vez con más frecuencia afectan esta zona, dijo el martes la Agencia Estadounidense de Observación Oceánica y Atmosférica (NOAA).

“Nuestras observaciones muestran que la tundra ártica, que experimenta un calentamiento y un aumento de los incendios forestales, ahora emite más carbono del que almacena, lo que empeorará el impacto del cambio climático”, declaró el administrador de la NOAA, Rick Spinrad.

Este cambio se detalla en el Informe Ártico 2024 de la NOAA, que reveló que las temperaturas anuales del aire en la superficie del Ártico este año fueron las segundas más cálidas registradas desde 1900.

El calentamiento global tiene un doble efecto en la tundra ártica. Si bien estimula la productividad y el crecimiento de las plantas, lo que elimina el dióxido de carbono de la atmósfera, también provoca un aumento de la temperatura del aire en la superficie que provoca el descongelamiento del permafrost.

Cuando esta capa de hielo subterránea se descongela, el carbono atrapado por debajo es descompuesto por microbios y liberado a la atmósfera en forma de dióxido de carbono y metano, dos potentes gases de efecto invernadero.

El factor del cambio climático

El cambio climático provocado por el ser humano también está intensificando los incendios forestales en las altas latitudes, que han aumentado la superficie quemada, la intensidad y las emisiones de carbono en la tundra ártica.

Los incendios forestales no sólo queman la vegetación y la materia orgánica del suelo, liberando carbono a la atmósfera, sino que también eliminan las capas aislantes del suelo, acelerando el deshielo del permafrost.

Desde 2003, las emisiones de incendios forestales circumpolares han promediado 207 millones de toneladas de carbono al año, según la NOAA. Al mismo tiempo, los ecosistemas terrestres del Ártico siguen siendo una fuente constante de metano.

“La catástrofe climática que estamos presenciando en el Ártico ya tiene consecuencias para comunidades de todo el mundo“, afirmó Brenda Ekwurzel, climatóloga de la Union of Concerned Scientists.

“Una vez alcanzados, muchos de estos umbrales de impacto adversos sobre los ecosistemas no pueden revertirse”, agregó.

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