“Para 2028, se prevé que el código lineal, que ha funcionado por 45 años en México y 50 en el mundo, pasará a ser reemplazado por el código 2D, o código QR como se le llama también”. Quien habla es Alejandro Trejo, director de Desarrollo de Asociados de GS1 México.
Esta empresa lleva más de 30 años asignando códigos de barras a los productos de empresas establecidas y registradas ante las autoridades nacionales. Este cambio, que será gradual, a partir de 2025, y que culminará en 2028, con la extinción definitiva del código de barras representa un cambio importante en la industria del retail. Y un antes y un después en etiquetas y empaques de todos los productos, dice Trejo.
“Porque al codificarse en 2D, el acceso a la información por parte del consumidor será inmediato y confiable, cambiando la forma en que interactuamos con los productos. Además, mejorará la trazabilidad de la mercancía, desde su producción hasta su consumo”, agrega el ejecutivo.
BYE, CÓDIGO DE BARRAS. HOLA, CÓDIGO QR
“Antes de que existiera el código de barras, el producto venía con una etiqueta en papel con el precio. Y ninguna información más”, recuerda por su parte Juan Pablo Gómez, director de productos y servicios de GS1 México. Luego llegó el código de barras, que durante varias décadas ayudó a controlar inventarios y a ubicar mercadería. Pero, “desde hace seis años, las empresas dicen que los códigos de barras ya no les funcionan. Entre otras razones, porque hoy el código de barras no permite saber si ese producto fue robado o falsificado, lo que conlleva problemas de seguridad para el consumidor”.
Así surgió un proyecto global soportado por varias empresas, con un nuevo identificador, el código bidimensional, 2D o código QR, que ya está funcionando en supermercados extranjeros como Woolworths en Australia y Mercadona, en España.
Claro que no es ninguna novedad que haya una etiqueta con código QR que nos lleve a la página web de la marca del refresco o las papas en cuestión. Pero en esta revolución anunciada para 2028, estos códigos QR harán mucho más que reemplazar al código de barras. A continuación, los beneficios de este nuevo identificador.
BENEFICIOS DEL CÓDIGO QR VS. EL CÓDIGO DE BARRAS
- Mucha más data que el código lineal.
- Gestión del inventario: simplifica las devoluciones, otorga información sobre disponibilidad en el estante y mejora la precisión en el inventario. También permite mayor visibilidad del producto y su historial.
- Trazabilidad: se podrá rastrear un producto desde su país de origen, con su número de serie (lote, serie, etc) y saber quién lo recolectó o fabricó.
- Sustentabilidad: comparte información de reciclaje (no reciclas una botella de refresco de la misma forma que una de aceite), apoyando la economía circular. Previene el desperdicio, facilitando información sobre caducidad del producto (aunque por ley, en México esta viene impresa en el empaque), y alentando a que el comercio impulse promociones o descuentos para la mercancía que está próxima a caducar.
- Mejor embalaje: experiencia de consumo mejorada, reducción de código de barras en el paquete, simplificación de escaneo.
- Contar la historia que la marca quiera contar con solo escanear el código QR.
- Ayudar a las empresas a migrar toda la información a un solo lugar.
- En el caso de artículos electrónicos, la garantía podrá hacerse válida con el código QR.
COEXISTENCIA DE DOS CÓDIGOS
Entre 2025 y 2027, ambas etiquetas, van a coexistir, explica Gómez. Se prevé que a partir de 2028, desaparecerá el código lineal y la etiqueta de los productos será más limpia, con el código QR impreso, donde puede caber toda la información que se requiera (información nutrimental, materiales, chat por Whatsapp, recetas, etc). “Esta será la oportunidad de las PyMES, que se pueden poner vanguardistas sin aumentar sus costos”, dice Gómez. Para las empresas grandes, en cambio, la transición de un código a otro va a tomar más tiempo y trabajo, agrega.
“Al día de hoy, en México, la mayoría de las cadenas comerciales cuenta con lectores de imagen que captan el 2D. Y la realidad es que ya no se están fabricando lectores de código 1D, por lo que vemos muy posible la fecha de 2027 para la transición”, dice por su parte Ramón Islas, de GS1.
EL CASO DE CHARRO
Pocos saben que en México ya hay un producto que migró a código 2D en su etiqueta. Se trata de la cerveza Charro, “la única cervecería mexicana con certificado Kosher y Green Label. Ambos certificados son fácilmente pirateables. Pero con el código en 2D, quien escanee una de nuestras botellas puede cargar un documento oficial que le da seguridad al cliente final”, dice por su parte Fernando López, gerente operativo y maestro cervecero de Charro. “En nuestra relación con el distribuidor y, sobre todo, el consumidor final, con el que hay más acercamiento, el código QR es un elemento innovador y revolucionario”.