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Por qué jugar a lo seguro podría ser tu mayor riesgo hasta ahora

Tomar decisiones evitando el riesgo puede frenar la innovación. Descubre cómo cambiar tu mentalidad y adoptar riesgos estratégicos para lograr el éxito a largo plazo.

Por qué jugar a lo seguro podría ser tu mayor riesgo hasta ahora [Foto: MP Studio/Adobe Stock]

La frase “sin riesgo, no hay recompensa” no podría ser más precisa para el trabajo, las empresas y profesionales que buscan destacar en los mercados saturados de hoy.

El profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, Robert Simons, lo dijo de la mejor manera: “Competir con éxito en cualquier industria implica cierto nivel de riesgo”. Y tiene razón: las empresas que asumen riesgos audaces a menudo obtienen grandes recompensas. Basta con mirar a Netflix. No solo revolucionaron la industria del alquiler de videos, sino que apostaron por el streaming cuando aún era un territorio inexplorado. Esa apuesta dio sus frutos, con un aumento impresionante de 6,230% en sus acciones en solo una década.

Según la Encuesta Global de Riesgos de PwC, las empresas que adoptan la gestión estratégica de riesgos tienen el doble de probabilidades de ver un crecimiento de ingresos más rápido. Pero, ¿cómo se puede diferenciar un riesgo inteligente de uno imprudente? En Jotform, asumir riesgos calculados —como lanzar nuevos productos o ampliar nuestra misión— ha sido la base de nuestro éxito durante los últimos 18 años. Aquí presentamos nuestro enfoque en tres pasos para evaluar y asumir riesgos inteligentes en el trabajo.

Alejarse de la gestión de resultados

Para convertirse en un experto en la toma de riesgos calculados, es necesario entender ciertas verdades sobre la toma de decisiones.

Primero, los humanos tienden a evitar el riesgo porque, como demuestra una gran cantidad de investigaciones, las pérdidas tienen un mayor peso emocional que las ganancias potenciales. Incluso cuando la posibilidad de ganar 50 dólares supera una posible pérdida de 40 dólares, el temor a perder es mayor que el placer de ganar.

Para superar esta tendencia, se pueden evaluar los riesgos en conjunto, de la misma manera que se considerarían las inversiones financieras individuales como parte de una cartera más amplia, comprendiendo que algunas pérdidas forman parte de las ganancias generales. Con cada decisión, es importante centrar la energía en la investigación y el análisis de tendencias, el estudio de casos y la previsión económica, en lugar de intentar predecir el resultado.

Como señala Harvard Business Review, el riesgo es inevitable. Las empresas deben pasar de procesos que se basan en la gestión de resultados a procesos que fomenten el cálculo de probabilidades. Siempre que se investigue con anticipación, se puede tener confianza en la decisión, incluso si no resulta como se esperaba. De hecho, cultivar una cultura donde se acepte (o abrace) el fracaso es clave para la innovación y el crecimiento.

Desarrollar un plan de contingencia

Si bien aceptar que el fracaso es posible, aún se puede planificar para los peores escenarios desarrollando un plan de contingencia. Esto transforma un riesgo de imprudente a medido.

“Los buenos planes de contingencia priorizan los riesgos que enfrenta una organización, delegan responsabilidades a los miembros de los equipos de respuesta e incrementan la probabilidad de que la empresa se recupere por completo tras un evento negativo”, explica Mesh Flinders, autor de IBM Think. La tranquilidad de saber que, incluso si todo falla, no se perderá todo, proporciona una sensación de control.

Antes de asumir un riesgo en el trabajo, es esencial pensar en la posible amenaza para la empresa. Se debe definir el momento exacto en que se activará el plan de contingencia. A partir de ahí, se deben diseñar respuestas claras para uno mismo o para los colegas, con instrucciones y protocolos específicos. Es fundamental asignar responsabilidades para cada acción.

Tener estos pasos definidos de antemano puede minimizar la incertidumbre y permitir a los equipos responder de forma rápida y tranquila ante desafíos inesperados.

El riesgo como gasto de trabajo

Finalmente, registrar los riesgos comerciales permite que se perciban como calculados y no como impulsivos. Esto permite crear un registro organizado de decisiones y realizar un seguimiento de los patrones a lo largo del tiempo.

En Jotform, se crean y comparten plantillas para registrar los riesgos de la misma manera que se rastrean los gastos de negocio. Esto garantiza que los riesgos no solo se documenten, sino que estén fácilmente accesibles para todo el equipo. Con este método de seguimiento colectivo, los riesgos se pueden ver como una cartera de inversiones, equilibrando pérdidas y ganancias para obtener una perspectiva más amplia.

Revisar los riesgos de esta manera facilita la identificación de qué decisiones fueron beneficiosas y cuáles deben reconsiderarse. En la mayoría de los casos, las pérdidas parecen menos catastróficas cuando se contraponen con las ganancias acumuladas. Además, al saber que los fracasos rara vez son desastrosos, los miembros del equipo se sienten más confiados para experimentar e innovar.

Sin embargo, si se detectan patrones de pérdidas recurrentes —donde los fracasos superan claramente a los éxitos—, este proceso de registro proporciona los datos necesarios para identificar problemas recurrentes, analizar los hábitos de toma de decisiones y refinar las estrategias.

En el mundo actual, la negativa a aceptar riesgos no solo sofoca la innovación, sino que también puede tener consecuencias devastadoras para el éxito a largo plazo de una empresa. Pero asumir riesgos no significa arriesgarlo todo. Con suerte, las estrategias mencionadas anteriormente pueden ayudarte a tomar decisiones con confianza.

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  • Aytekin Tank

    Es el fundador y CEO de Jotform y autor de Automate Your Busywork. Tank es un reconocido líder de la industria en temas como emprendimiento, tecnología, autofinanciamiento y productividad. Cuenta con casi dos décadas de experiencia liderando una fuerza laboral global.

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Sobre el autor

Es el fundador y CEO de Jotform y autor de Automate Your Busywork. Tank es un reconocido líder de la industria en temas como emprendimiento, tecnología, autofinanciamiento y productividad. Cuenta con casi dos décadas de experiencia liderando una fuerza laboral global.

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