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Cada vez más gente elige pasar navidad y año nuevo a solas

Ni Grinch ni amargada: cada vez más gente se atreve a celebrar las fiestas decembrinas en soledad. O a no festejar.

Cada vez más gente elige pasar navidad y año nuevo a solas

“Este año pasaré navidad y año nuevo sola con mi hija. No fue por elección: mi familia está lejos, pero estoy amigándome con la idea y preparándome para que esa noche tenga algo especial. Me perfumaré, vestiré algo diferente, comeremos algo rico y beberé mi vino favorito. Tal vez mire algo en Netflix antes de dormirme, que seguramente sea temprano”.

Quien habla es Nayeli Díaz, ingeniera industrial residente en Guadalajara y ejemplo de una tendencia que se observa cada vez con más frecuencia: personas que, contra todos los mandatos sociales, culturales y religiosos, eligen pasar las fiestas decembrinas en soledad. “Está cada vez más aceptado y las razones por las cuales se toma esta decisión son diversas”, dice Guadalupe Iglesias Ramírez, psicóloga y profesora en la Universidad Autónoma de Nuevo León.

NAVIDAD A SOLAS

“Hay gente que celebra a solas por necesidad, porque se halla alejada, por trabajo, separación o fallecimiento de sus seres queridos… Otras lo hacen por un tema de crecimiento espiritual porque esto les permite realizar sus rituales en soledad, como meditación, encendido de velas con propósitos, proyectar cómo será el año próximo mediante un texto escrito, o una carta en la que se especifica de qué me quiero despedir el año venidero”.

También hay “indiferencia a la fecha” en ciertas personas que le restan importancia a estas celebraciones y para las que navidad y año nuevo son un día “cualquiera”, explica la terapeuta. La cuarta razón por la que mucha gente decide pasar estas festividades a solas es su estado de ánimo, agrega Iglesias Ramírez.

TRASTORNO AFECTIVO ESTACIONAL

En este sentido, el trastorno afectivo estacional normalmente se manifiesta en otoño e invierno. La Asociación de Psicología Americana (APA) ha encontrado que, durante el invierno, aumenta el estrés y la ansiedad.

Se identifica que muchas personas tienden a deprimirse, a aislarse y, si había indicios de depresión, esta puede agravarse durante las fiestas decembrinas.

“Hay personas que no quieren participar en los brindis, los convivios, las cenas… Somos seres sociales y esto nos afecta a nivel mental: nos sentimos fuera del grupo, que no pertenecemos, que estamos `mal´ porque no somos partícipes de la alegría que supuestamente tendríamos que sentir en esta temporada asociada comúnmente a la familia”, explica, por su parte, la psicoterapeuta Mariana De los Heros.

PRESIÓN SOCIAL

Por tradición, explica la De lo Heros, en el trabajo nos dicen “Hay que hacer el convivio”, o el brindis con las mamás, el grupo de la universidad o la prepa. Pero la experta comenta eso no significa que tengamos que hacerlos. “Y menos si no participamos los ideales de las fiestas decembrinas”, dice.

“Por otro lado, hay una presión social por gastar porque estas reuniones implican un gasto, regalos o comprar o cocinar alimentos y bebidos. ‘Debo verme guapa y esconder que tal vez no fue mi mejor año’. Y claro, vemos en nuestros conocidos la foto en el Instagram donde se los ve alegres y festejando. Hay también presión social en ese sentido, pero cada vez hay más seguridad y asertividad para decir `No voy a participar en el intercambio, no estoy dispuesta a hacer esa inversión´. Y no pasa nada de verdad: al tercer día nadie se va a acordar que no participaste en el intercambio”, cuenta la terapeuta.

Durante estas fechas más gente pide consulta, admite Iglesias Ramírez: “el clima está vinculado con la respuesta emocional. En los días grises o nublados somos más proclives a llorar, a estar melancólicos, la gente es menos productiva… Si mandas un latinoamericano a un país nórdico, donde durante el invierno casi no hay luz solar, lo más probable es que sufra bastante”.

AUTOCUIDADO

Gracias a un discurso de salud y autocuidado promovido por la psicología, “cada vez más personas eligen pasarla a solas. O hacer reuniones más reducidas. Y vincularse solamente con personas que suman a nuestra vida. Que nos hacen sentir bien. Porque es usual que en navidad o año nuevo debamos convivir con gente que nos juzga año tras año. Y ahora nos sentimos empoderados, empoderadas para decir `No quiero esto´, poner límites y pasarla a solas”, cuenta De los Heros. Y recomienda, “evitar convivir con agresores, ya sea agresión física, sexual o psicológica es algo que promueve la psicología. Está este mandato de `Porque es navidad convive con tu tío o salúdalo´”. Y no. Ni porque es navidad debemos convivir con personas que nos han agredido o que nos hacen sentir mal. Y si pasar las fiestas solos nos pone tristes, debemos recordar que solo se trata de dos o tres noches al año y que no pasa nada si elegimos estar solos en la casa comiendo una hamburguesa o haciéndonos nuestro propio pavo”.

“NO” AL CONSUMISMO

También ha aumentado “la cultura del no consumismo y enfocarse en qué significa esta fecha realmente. Este año me tocó ir a tres convivios de empresas en los que se dedicó un tiempo de oración y aplausos para celebrar la vida de aquellos que fallecieron este año. Muchas familias también consagran este momento para reunirse y reflexionar sobre los que ya no están”, opina Iglesias Ramírez.

De los Heros considera que hay una apertura mayor para que cada persona elija pasarla como quiera, aunque no faltan, por supuesto, los comentarios “Ay, qué Grinch, qué amargado, nadie debe estar solo en navidad”. Y cada vez hay más tolerancia a aceptar lo que cada uno decida en relación a este tema. “Claro que habrá zonas o clases sociales donde seas más `señalado´, pero sí hay más apertura”, opina la terapeuta que cuenta con una especialidad en género, mindfulness y psicología budista.

A lo mejor, para una persona esta decisión representa paz mental porque no hay que convivir con cierta gente. “`Por fin me zafé de la reunión familiar, poner cara de que todos nos llevamos bien, cuando todo el año nos llevamos fatal´”, ejemplifica la psicoterapeuta.

DUELOS Y FALTAS

A otras personas, estas fechas les recuerdan duelos, faltas, separaciones… Alguien murió durante el año o recordamos que estamos sin pareja. “Las fiestas son un recordatorio de que esa persona ya no está, de que perdí un empleo o ya no vivo en ese lugar. Y todo esto impacta en las emociones, el sentirse solo durante las fiestas. Pero si hacemos las paces con esa idea, es posible pasarla mejor”, propone De los Heros.

La terapeuta recomienda consultar con un profesional en caso de depresión o ideación suicida. Y ofrece tips para prevenir el bajón de navidad y año nuevo. “Hay que enforcarnos en hacer nuestra rutina, ejercicio y meditación; dibujar, tomar fotos, cocinar, apapacharnos, buscar apoyo en nuestra red de seres queridos… Ayudar en esta época del año a alguien que esté en posición desfavorecida también nos hace bien. Y ser agradecidos por lo mucho o poco que tenemos”.

Author

  • Milagros Belgrano Rawson

    es editora de Fast Company México. Nació en Buenos Aires y desde hace 13 años vive en la CDMX. Escribió para VICE, Vogue, Forbes, Robb Report, Milenio, Gatopardo y Harper's Bazaar, entre otros títulos.

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  • Milagros Belgrano Rawson

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Sobre el autor

es editora de Fast Company México. Nació en Buenos Aires y desde hace 13 años vive en la CDMX. Escribió para VICE, Vogue, Forbes, Robb Report, Milenio, Gatopardo y Harper's Bazaar, entre otros títulos.

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