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Agricultores de EU están preocupados por los planes de deportación de Trump

Muchos temen que ningún estadounidense quiera tomar las duras labores que realizan millones de indocumentados.

Agricultores de EU están preocupados por los planes de deportación de Trump Un indocumentado hondureño repara un sistema de irrigación en Firebaugh, California. [Foto: David Swanson / AFP]

El agricultor de toda la vida Joe Del Bosque sabe que Estados Unidos no puede vivir sin inmigrantes, pero le preocupa que muchos de sus compatriotas piensen que tampoco pueden vivir con ellos.

“Cuando los necesitan, los reciben. Cuando no los necesitan, quieren echarlos”, dijo el hombre de 75 años a AFP.

“Bueno, en este momento el país no sabe que sí necesita a algunos de estos trabajadores”, aseguró.

Agricultores como Del Bosque, quien cultiva melones y almendras en California, temen estar en el punto crítico de la promesa del presidente electo Donald Trump de deportar a millones de personas no ciudadanas.

Los economistas coinciden en que una expulsión masiva podría dejar a Del Bosque y a otros como él sin suficientes trabajadores para cosechar alimentos, lo que causaría escasez y haría que los precios se dispararan.

“Ha hablado de deportaciones. Aún no sabemos qué significa eso”, dijo Del Bosque. “¿Significa eso a todos? Ciertamente esperamos que eso no signifique que va a hacer redadas en nuestras granjas, porque sin nuestra gente, nuestras granjas se detendrán”.

Del Bosque en su campo de almendros en California. [Foto: David Swanson / AFP]

Y no solo los agricultores de cultivos están preocupados.

Rick Naerebout, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Lácteos de Idaho, advierte que la desaparición repentina de trabajadores calificados podría ser “devastadora” para la industria láctea.

“Solo se necesitarían un par de días de interrupción en la alimentación o el ordeño de nuestras vacas para dañar nuestra industria irreparablemente”, dijo a AFP.

Trabajadores esenciales

Alrededor de 2.4 millones de personas trabajan en la agricultura en los Estados Unidos, el 44% de las cuales son indocumentadas, según una encuesta del Departamento de Trabajo.

El economista David Ortega, de la Universidad Estatal de Michigan, dijo que, a pesar de lo que algunos políticos dicen públicamente, en círculos oficiales se reconoce ampliamente que todo el sistema depende en gran medida de trabajadores ilegales.

“Estas son personas que realizan tareas esenciales, muy intensivas en mano de obra, como plantar y cosechar”, afirmó.

“Muchos de ellos desempeñan roles críticos que muchos trabajadores nacidos en Estados Unidos no pueden o no quieren desempeñar”.

El trabajo agrícola es duro y, a menudo, se realiza en condiciones difíciles: las temperaturas de verano en California pueden superar los 40 grados Celsius, mientras que los inviernos en lugares como Idaho suelen estar bajo cero.

Esta realidad contrasta fuertemente con las afirmaciones de políticos nacionalistas como Trump, que aseguran que estos inmigrantes están “robando” empleos a los estadounidenses.

Naerebout, de la Asociación de Productores de Lácteos de Idaho, dijo que es una falacia común y frustrante.

Para ilustrar el punto, explica que un contratista el año pasado ofreció miles de empleos.

“Recibieron menos de 30 solicitudes de ciudadanos estadounidenses para 6,000 trabajos”, dijo. “Solo 12 de esas personas llegaron a una entrevista, y solo dos fueron contratadas, y esas dos no llegaron a la cosecha.

“Los estadounidenses no quieren estos trabajos”.

Posturas políticas

Esos detalles estuvieron ausentes en la campaña, donde los mítines de Trump describieron a los migrantes solo como un problema para Estados Unidos, una fuente de criminalidad y hacinamiento que debe ser eliminada.

La retórica fue popular entre los votantes, especialmente en las áreas rurales, muchos de los cuales citaron la inmigración como una razón clave para apoyar a Trump.

El agricultor lechero de California Tom Barcellos dice estar convencido de que, a pesar de la promesa de Trump de llevar a cabo la mayor deportación en la historia de Estados Unidos, prevalecerá el sentido común cuando el republicano asuma el cargo el 20 de enero.

Tom Barcellos, de T-Bar Dairy, posa con u ganado lechero en Porterville, California. [Foto: David Swanson / AFP]

“He estado en Washington D.C. muchas veces. He estado en Sacramento muchas veces”, dijo. “Aquellos que tienen el poder saben que no vamos a hacer redadas en la agricultura, porque esa es la fuente de alimentos para el pueblo estadounidense, y no quieren aumentar los costos más de lo necesario”.

Para Naerebout, hay una necesidad desesperada –y desde hace mucho tiempo– de superar las posturas políticas de las últimas décadas y encontrar un camino a seguir.

“Hemos estado frustrados durante, ya sabes, 20 años tratando de encontrar un camino hacia las reformas a nivel nacional, y tanto demócratas como republicanos tienen la culpa”, afirmó.

“Como industria, nos preguntamos si hay una falta de voluntad política para resolver el problema porque el problema se presenta como una gran herramienta para recaudar fondos y hacer discursos políticos”.

La batalla de los agricultores para conseguir trabajadores en EU

Del Bosque dice que contrata a unos 200 trabajadores durante la temporada de cosecha y encuentra el proceso frustrante.

Los migrantes que intentan hacer las cosas legalmente quedan atrapados en una burocracia que parece no comprender las necesidades de los trabajadores o de las industrias que necesitan emplearlos.

“Muchas de nuestras frutas y verduras frescas deben ser recolectadas a mano”, dijo.

“Si los estadounidenses valoran ese tipo de alimentos en su dieta, frutas y verduras frescas, deben considerar que necesitamos una fuerza laboral confiable para tener un suministro de alimentos confiable”.

Por Paula Ramon / AFP

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