5 razones para tener esperanza en el progreso climático en 2025

El cambio climático es cada vez más difícil de ignorar. Tan solo en Estados Unidos, la ciudad de Phoenix soportó 113 días consecutivos con temperaturas por encima de los 37 °C el verano pasado. En 2024, un número récord de incendios arrasó las selvas tropicales de Sudamérica. Incluso los llamados “refugios climáticos”, como Asheville en Carolina del Norte, se devastaron a causa de las inundaciones. Las emisiones siguen en aumento. Pero también es cierto que las soluciones climáticas están avanzando más rápido que nunca. Por ejemplo, mientras que al mundo le tomó décadas instalar 760 gigavatios (GW) de energía solar hasta 2020, en 2024 se sumaron 593 GW más, rompiendo el récord que se estableció en 2023. Aquí te compartimos cinco formas en las que el mundo avanza en la dirección correcta:

Las nuevas soluciones climáticas están tomando forma

Algunas industrias son particularmente difíciles de descarbonizar, como el transporte marítimo, ya que los barcos de carga no pueden funcionar fácilmente con baterías. Sin embargo, nuevas soluciones están demostrando ser eficaces y escalables. En 2024, el barco de carga impulsado por viento más grande del mundo cruzó por primera vez el Atlántico.

Infinium, una empresa que produce combustible a partir de CO2 e hidrógeno verde para aviones, barcos y camiones, inició la producción a escala comercial en 2024. Twelve, otra compañía pionera en combustibles basados en CO2, planea comenzar su producción comercial en 2025 y se asociará con Alaska Airlines para operar un vuelo comercial.

Los proyectos de energía limpia están en auge en Estados Unidos

Desde que se aprobó la Ley de Reducción de la Inflación hace dos años, impulsando inversiones en tecnología climática, más de 140 proyectos de energía limpia, desde fábricas de baterías hasta plantas de vehículos eléctricos, se han construido en Estados Unidos, según el Clean Economy Tracker. Otros 93 están en construcción y 293 están en etapa de planeación.

Fábricas recién inauguradas están aumentando su producción, como una que ahora fabrica baterías en un edificio abandonado cerca de Pittsburgh. En Virginia Occidental, en el terreno donde antes operaba una fábrica de acero, otra empresa está produciendo baterías sostenibles de última generación conocidas como “hierro-aire”.

Aunque la administración Trump busca derogar esta ley, los empleos generados por estas fábricas podrían ayudar a mantenerla vigente. Incluso si los incentivos desaparecieran, el apoyo estatal y otras inversiones podrían sostener el crecimiento del sector, ya que algunas soluciones ya son económicamente viables incluso sin subsidios.

Los vehículos eléctricos son más accesibles

En China, más de la mitad de las ventas de autos nuevos son eléctricos o híbridos y la mayoría son más baratos que sus equivalentes en gasolina, según la Agencia Internacional de Energía. Esto, sin subsidios. A pesar de los aranceles impuestos por la Unión Europea y Estados Unidos, los fabricantes chinos están exportando autos eléctricos accesibles a países como Tailandia y Brasil.

Los precios de las baterías cayeron 20% en 2024, lo que también reducirá el costo de los vehículos eléctricos. Incluso en Estados Unidos, donde el costo inicial aún es alto, el costo total de propiedad ya es menor que el de un auto de gasolina en muchos casos. Nuevas opciones de autos eléctricos asequibles llegarán al mercado en 2025.

La energía solar sigue rompiendo récords

En 2024, Estados Unidos instaló un récord de 32 GW de energía solar, suficiente para abastecer a 32 millones de hogares. China instaló 260 GW, incluyendo una enorme planta solar de 33,000 acres que produce tanta energía como Luxemburgo en un año.

Incluso en lugares inesperados como Pakistán, se instalaron 17 GW de energía solar en granjas, fábricas y hogares para enfrentar los crecientes costos de los combustibles fósiles. Las instalaciones globales de energía solar podrían alcanzar los 593 GW este año, 29% más que en 2023.

Las comunidades se están volviendo más resilientes

Este fue el año más caluroso jamás registrado y también uno de los más destructivos, con incendios forestales en el Amazonas y huracanes en Estados Unidos. Aunque las ciudades no están preparadas, algunas están tomando medidas. Ciudades como Asheville y Seattle están usando bibliotecas públicas como centros de emergencia.

En Florida, un vecindario diseñado recientemente puede resistir huracanes y mantener la electricidad. En París, para enfrentar tanto el calor extremo como las lluvias intensas, la ciudad está eliminando pavimento en algunas áreas para agregar más espacios verdes.