Vender o morir, el dilema de TikTok

El reloj sigue su marcha y el destino de TikTok y sus más de 170 millones de usuarios en Estados Unidos están menos lejos de la incertidumbre y más cerca de enfrentar el cierre de operaciones en uno de los mercados más grandes de la plataforma a nivel mundial, o al menos eso aparenta.

La decisión de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos de admitir el pasado 10 de enero la apelación de ByteDance, matriz de la popular aplicación de videos, podría marcar el inicio de las negociaciones entre las autoridades de la Unión Americana y TikTok. Pero, ¿qué está realmente en juego detrás de esto?

El tiempo es un factor apreciado y definitorio. Hace unas semanas, el ya casi ungido Presidente 47 de Estados Unidos, Donald Trump, cambió su narrativa confrontativa y decidió darle un pequeño espaldarazo a la red social que le ha otorgado 14 millones de seguidores y más de 58 millones de “me gusta”.

TikTok y Donald Trump, ¿una alianza inesperada?

Trump, en un gesto más conciliador, dejó la puerta abierta al asegurar que “quizá deberíamos mantener TikTok un tiempo”. En definitiva, una bocanada de aire fresco que le permitirá respirar a la red social, por lo menos de aquí al próximo 19 de enero, día en que presuntamente se decidirá su futuro (aunque Trump, entra en funciones un día después). 

En este momento y con el gesto de Trump, lo más importante sí es comprar ese precioso tiempo que ByteDance necesita para coquetear las posibilidades a su favor con el presidente entrante, que a diferencia del pasado, hoy se muestra más receptivo a negociar con la empresa de origen chino y hablar sobre su permanencia, que le beneficia directamente a nivel personal.

Sin embargo, en esta compleja ecuación, no solo es el factor Trump lo que se debe analizar, también es el impulso que significa para la propia economía de Estados Unidos la red social. Para que nos demos una idea del tamaño de mercado que esto representa, analicemos los fríos números.

En 2023, TikTok reportó ganancias cercanas a los 16,000 millones de dólares de ingresos, sólo en Estados Unidos. Sin embargo, un análisis de Goldman Sachs estima que la denominada “economía de creadores” —de la cual está llena la red social— podría alcanzar un valor de 480,000 millones de dólares en los próximos dos años. Un mercado más que jugoso.

¿Y mis ingresos apá?

Por ello, salta la pregunta, ¿qué pasará con los creadores y sus millones de ganancias? En caso de concretarse la prohibición de TikTok, el mercado natural que podría acoger a los creadores es Instagram y YouTube; sin embargo, esto no necesariamente significarán más ganancias para las dos empresas de origen estadounidense. ¿Por qué? Por dos factores fundamentales: audiencias objetivo (TikTok, concentra más jóvenes entre 13 y 27 años) y porque muchos de estos creadores ya tienen presencia en esas redes sociales desde hace un par de años (justo cuando comenzaron los enfrentamientos con Trump).

Y si bien las fichas comenzaron de nuevo a moverse con el osado anuncio de Mark Zuckerberg en torno a la verificación de datos de Meta (en un claro acercamiento a Trump), TikTok significa mucho más para el mercado estadounidense en cuestión económica, política y estratégica. 

Para Donald Trump representa tener cerca a un mercado joven (muchos de ellos, futuros votantes), abiertos a su particular estilo de gobernar y hacer negocios; mientras que para el país significan millones de empleos directos e indirectos, que se nutren de una boyante economía de creadores.

Aunque Estados Unidos no es el principal mercado de ByteDance, cerrar sus operaciones en el vecino país sí es un duro golpe a sus finanzas e ideas de expansión a nivel mundial, abriendo también la posibilidad para que reguladores europeos, comiencen a cuestionar si deben o no permitir sus actividades en el Viejo Continente.

En fin, la moneda está en el aire, solo basta esperar que sea lo político y económico lo que lleve a cerrar este capítulo de una telenovela digital sin fin.