El miércoles, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) emitió una orden que prohibirá el colorante sintético Rojo N°3 en alimentos, bebidas y medicamentos ingeridos en Estados Unidos (EU). El aditivo se aprobó por primera vez para su uso en 1907. Sin embargo, las preocupaciones sobre su potencial cancerígeno, así como problemas de comportamiento en los niños, han ido en aumento durante décadas.
COLORANTE ROJO EN DULCES Y POSTRES
El Rojo N°3 se encuentra en cereales, dulces, jugos y postres congelados, y es responsable del color rojo brillante que se ve en productos como Skittles y cereal Trix. También está presente en varios suplementos dietéticos y medicamentos como los jarabes para la tos. Independientemente de lo extendido que esté el aditivo en los productos que ingerimos, la FDA ha sido consciente durante mucho tiempo de que la sustancia química, derivada del petróleo, puede causar daño, aunque el alcance de ese daño ha estado en debate.
Después de que un estudio de la década de 1980 en ratas encontrara que los animales desarrollaron tumores después de la exposición al aditivo, la agencia prohibió su uso en cosméticos, pero no en alimentos y medicamentos. Hoy, la FDA sostiene que los humanos no responden al aditivo de la misma manera que las ratas. En el anuncio del miércoles, afirmó que las ratas corrían un mayor riesgo “debido a un mecanismo hormonal específico de las ratas”.
SIN EVIDENCIA CIENTÍFICA
El organismo encargado de la seguridad en alimentos y medicamentos en EU dijo: “Los niveles de exposición relevantes al Rojo N°3 para los humanos son típicamente mucho más bajos que los que causan los efectos mostrados en ratas macho. Los estudios en otros animales y en humanos no mostraron estos efectos. Las afirmaciones de que el uso de Rojo N°3 en alimentos y medicamentos ingeridos pone en riesgo a las personas no están respaldadas por la información científica disponible”.
Estados Unidos está lejos de ser el primer país en prohibir el Rojo N°3. El controvertido aditivo ya ha sido prohibido en alimentos y bebidas en Nueva Zelanda, Japón y la Unión Europea. En EU, algunos estados también han tomado medidas con respecto al aditivo. California prohibió su uso en 2023. Y al menos otros 10 estados han presentado legislación para hacer lo mismo.