El riesgo climático tiene su némesis… las climatech

Las amenazas del cambio climático, lejos de ser una ficción alarmante, representan un riesgo real que afecta la vida humana y natural. Fenómenos como las sequías, las inundaciones y las temperaturas extremas tienen un impacto directo en la agricultura, la seguridad alimentaria, la salud y el acceso al agua.

Frente a estos desafíos, las climatech surgen como actores fundamentales gracias a su enfoque basado en ciencia, tecnología y sostenibilidad para transformar la gestión de los recursos naturales y aumentar la resiliencia ante un clima sumamente cambiante.

Del desafío a la acción

Por mucho que la tecnología ofrezca soluciones reales, para enfrentar el riesgo climático no basta con soluciones aisladas; se necesita un enfoque integrado y una colaboración sólida de muchas partes.

Por ejemplo, en el caso de la conservación del agua en la agricultura, he comprobado que el trabajo debe ir más allá de optimizar el riego: se necesita un modelo de Water Stewardship que promueva la eficiencia hídrica en cuencas con estrés hídrico crítico, integrando a los agricultores, comunidades locales y empresas en proyectos de acción colectiva y que por supuesto, su impacto sea medible 

Un modelo de impacto medible y crecimiento compartido

La verdadera adaptación climática implica potenciar a las comunidades locales para que gestionen sus recursos de manera sostenible a través de la capacitación de los agricultores en el uso de tecnología y en prácticas de gestión sostenible del agua. Es el aprendizaje el que genera beneficios inmediatos, como la incorporación de conocimiento y habilidades en la comunidad que a su vez fomenta una cultura de adaptación continua 

El rol de las climatech frente al cambio climático es la de un facilitador para la grandes  empresas comprometidas con la sostenibilidad porque son aliados ágiles y especializados que les ayudan a lograr sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, y abarcan diversas áreas ambientales, sociales y económicas – desde seguridad hídrica para convertirse en agua neutral hasta descarbonización, reciclaje, diversidad e inclusión, conservación de la biodiversidad, etc., – al mismo tiempo que fortalecen el desarrollo económico local.

La tecnología, el empoderamiento comunitario y la acción colectiva son la base de un modelo que, con pasos firmes y estrategias integradas, busca hacer frente a los desafíos de un planeta en constante cambio.

La oportunidad de actuar juntos

Es momento de reconocer el potencial de las comunidades locales, de revalorizar el territorio y de implementar soluciones reales y medibles que garanticen un futuro resiliente. En México y el resto del mundo, las climatech están marcando una diferencia tangible. Pero su impacto depende de la colaboración activa de las empresas, las comunidades y los gobiernos.

El cambio climático nos presenta retos inmensos, pero también una oportunidad sin precedentes: la de construir un modelo de desarrollo que sea sostenible, inclusivo y resiliente. La pregunta no es si podemos hacerlo, sino cómo empezamos hoy.