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Si Angelina Jolie pudo aprender a cantar ópera, ¿por qué nosotros no?

Todos podemos aprender a cantar, pero no todos seremos Maria Callas.

Si Angelina Jolie pudo aprender a cantar ópera, ¿por qué nosotros no? [Angelina Jolie como Maria Callas en ‘Maria’. Foto: FilmAffinity]

Con motivo del estreno de Maria, la nueva película de Pablo Larraín, su protagonista, Angelina Jolie, declaró en muchas entrevistas que el director le exigió que aprendiera a cantar ópera para poder interpretar a la soprano Maria Callas.

Aunque en el resultado final Larraín haya fusionado las voces de Jolie y la real –después de todo, una cosa es cantar y otra es hacerlo como la Callas–, la actriz confesó que las clases le permitieron aprender a desarrollar una voz que no sabía que tenía.

Pero si Angelina Jolie nunca había cantado antes y lo logró, ¿significa eso que todos somos cantantes en potencia?

Mismas características físicas

Permítannos arrancar con otra pregunta: ¿todo el mundo puede aprender a cocinar? La respuesta es sí. ¿Significa eso que cualquiera puede llegar a ser un gran chef? Probablemente, no.

Este planteamiento inicial sirve para enmarcar algo tan sencillo como la diferencia entre el aprendizaje básico y el aprendizaje de experto. Por evidente que parezca, esta diferencia rige en muchos ámbitos de la vida, también en la música, incluyendo el canto.

Por otro lado, la enseñanza de las artes lleva décadas (o incluso siglos) arrastrando una tradición que las encasilla como dones divinos, reservados solo para unos pocos, solo apto para aquellos agraciados por los dioses. Y así volvemos una y otra vez sobre conceptos tan manidos (y tan sobrevalorados) como el talento innato, etc., por encima del trabajo.

Pero la ciencia nos muestra una y otra vez las evidencias que aún nos negamos a ver. La habilidad de cantar es algo que ya está presente en las aves y que se transmitió a nuestra especie. Podemos aprender a cantar simplemente porque tenemos esa capacidad heredada.

La fisiología del aparato respiratorio-fonatorio es básicamente la misma en todos los seres humanos, con las consiguientes diferencias morfológicas de cada individuo debido a su genotipo y fenotipo. Los genes que propician la aparición de la capacidad de cantar en humanos también se expresan en distintos ambientes sociales que modifican su potencial desarrollo, además de la interacción con otros genes relacionados con la morfología de cada individuo. Es decir, biológicamente todos podríamos aprender a cantar, pero nuestras circunstancias posibilitan que lo hagamos de una u otra forma.

En cualquier caso, la realidad es que una persona utiliza el mismo sistema de fonación para hablar y cantar, y también para cantar en distintos estilos, incluida la ópera. Y también es una realidad que cantar es una habilidad humana susceptible para ser aprendida y mejorada.

Aprender a cantar ópera

Incluso a nivel experto, muchos estudiantes de canto aprenden el estilo lírico –donde se enmarca la ópera–, pero les llevará años convertirse en cantantes autónomos. Entre hacer deporte y ser deportista profesional hay una notable diferencia. Entre aprender a cantar algo de ópera y ser cantante profesional de este género también la hay.

La lírica se caracteriza por no llevar amplificación y por un uso de tesituras más agudas para ganar en proyección vocal frente a una orquesta. Por ello, el entrenamiento para cantar ópera busca principalmente hacer que los distintos formantes de la voz (la resonancia natural del tracto vocal en virtud de la amplificación de determinadas frecuencias) favorezcan la aparición de una voz lo suficientemente potente en volumen como para no tener que ser incrementada con medios electrónicos.

Pero esto a su vez debe conseguirse de una forma eficiente. Es decir, que el esfuerzo muscular laríngeo necesario para ello sea el menor posible, buscando que se pueda sostener en el tiempo, no produzca lesiones en los pliegues vocales y, además, aumente la ductilidad, versatilidad, rango, precisión y flexibilidad de todo el aparato fonador.

Se trataría de utilizar la voz al máximo de sus posibilidades infligiendo el menor desgaste posible. Se hace lo mismo en el deporte de élite, cuando la musculatura se lleva a su máximo rendimiento de forma compatible con la salud y, por lo tanto, siendo sostenible.

Imitar a la Callas

En este sentido, también una actriz como Angelina Jolie habrá podido aprender los rudimentos de este género para rodar la película, por supuesto que sí. Eso no quiere decir que ella sola, con un pianista acompañante, pueda dar un recital operístico a dúo de hora y media de duración en un gran teatro europeo.

No obstante, hay que tener presente que Jolie no estaba aprendiendo solo a cantar, sino a cantar lo más parecido posible a Maria Callas, que no es lo que cualquier estudiante amateur querría.

Igual que hay deportistas más resistentes o deportistas más veloces, hay voces más aptas para unos estilos u otros. Pero no hay voz que no pueda aprender a cantar.


Este artículo se escribió con la colaboración de Isabel Villagar, profesora de canto y voz. También es divulgadora de la pedagogía científica del canto.

Alfonso Elorriaga, es profesor de didáctica de la música en la Universidad Autónoma de Madrid.

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lee aquí el original.

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