
La industria musical global alcanzó un récord de 29,600 millones de dólares (mdd) el año pasado, impulsada por el streaming en línea, que elevó los ingresos a su nivel más alto desde que se comenzaron a registrar en la década de 1990, según nuevas cifras publicadas este miércoles.
Los líderes de la industria, durante la presentación del informe anual de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) en Londres, señalaron que los modelos de streaming de pago están impulsando las ganancias, pero expresaron preocupación por el auge de la inteligencia artificial generativa.
La IFPI, que representa a las principales discográficas del mundo, también confirmó que Taylor Swift encabezó su lista de los artistas más escuchados en 2024.
Sin embargo, el informe destacó que los sencillos más populares a nivel global el año pasado fueron: “Beautiful Things” de Benson Boone (2,110 millones de reproducciones), “Espresso” de Sabrina Carpenter (1,790 millones de reproducciones) y “Lose Control” de Teddy Swims (1,700 millones de reproducciones).
La industria musical creció por décimo año consecutivo, con un aumento de ingresos del 4.8%, según el informe. Actualmente, el streaming representa más de dos tercios (69%) de los ingresos globales, es decir, 20,400 mdd.
Los ingresos por formatos físicos cayeron un 3.1% en 2024, tras haber experimentado un aumento del 14.5% en 2023.
Sin embargo, los ingresos por vinilos aumentaron un 4.6%, acumulando 18 años consecutivos de crecimiento.
Preocupación por la IA
Los mayores mercados musicales siguen siendo Estados Unidos, Japón y Reino Unido, mientras que las regiones de mayor crecimiento fueron: Oriente Medio y Norte de África (+22.8%), África Subsahariana (+22.6%) y Latinoamérica (+22.5%).
Durante la presentación del informe, representantes de la industria musical expresaron inquietudes sobre el uso de la inteligencia artificial generativa.
La directora ejecutiva de la IFPI, Victoria Oakley, afirmó que la tecnología está “absorbiendo” música con derechos de autor para entrenar modelos de IA sin permiso.
Si bien la IA representa una oportunidad para la industria, también supone un “gran desafío por delante”, advirtió Oakley, calificándola como “una amenaza muy real y presente para la creatividad humana”.