
La difícil situación de los mandos intermedios ha empeorado desde la pandemia, dejando a muchos en el cargo propensos al agotamiento, ya que deben equilibrar expectativas que no corresponden al escaso apoyo de sus empleadores. Los gerentes ya tenían la tarea de abordar la baja moral y asumir trabajo adicional, ya que las empresas han sufrido despidos en los últimos años, pero ahora varios empleadores también están reduciendo sus plantillas de forma más drástica, lo que impacta a los directivos y su salud mental.
Una fuerza decadente
Según informes, Amazon recortará miles de puestos de mandos intermedios para finales de este mes, siguiendo los pasos de otras empresas tecnológicas como Meta y Google, que han buscado reducir su plantilla. Además, los analistas de Gartner estiman que, a medida que los empleadores recurren más a la inteligencia artificial, es probable que 20% de las empresas recorte más de la mitad sus puestos de mandos intermedios.
Sin embargo, la última edición del Informe anual de Tendencias de Capital Humano de Deloitte revela que los gerentes siguen siendo un elemento crucial de la fuerza laboral, incluso cuando muchos de ellos tienen dificultades para gestionar sus cargas de trabajo. Según el informe –que encuestó a casi 10,000 líderes y recopiló información de encuestas específicas para gerentes–, estos dedican casi 40% de su tiempo a tareas administrativas o a resolver problemas a diario. Solo 15% de su tiempo se dedica al pensamiento estratégico a largo plazo y 13% restante al desarrollo de sus subordinados directos.
Más de un tercio de los gerentes informaron que sentían que no estaban lo suficientemente preparados para manejar el aspecto de gestión de personas y liderazgo de sus trabajos, y que su empresa no les había dado las herramientas que necesitaban para desempeñarse.
El futuro de los mandos intermedios
Como escribió recientemente Jan Bruce, director ejecutivo de meQuilibrium, en Fast Company , este podría ser el año en que veamos una “caída de gerentes”, y las empresas podrían no estar preparadas para afrontar las consecuencias. El informe de Deloitte señaló que 40% de los jefes encuestados afirmó que su salud mental se vio afectada tras asumir funciones directivas. Es más, es posible que los empleados más jóvenes no estén preparados para asumir responsabilidades a medida que los directivos se agotan o se alejan de sus puestos; en las encuestas, los trabajadores de la generación Z han expresado poco interés en convertirse en directivos.
Las empresas parecen ser conscientes de los desafíos que enfrentan los mandos intermedios, sin mencionar que sus puestos podrían necesitar evolucionar en consecuencia. Sin embargo, esto no significa que estén tomando las medidas adecuadas para brindar un mejor apoyo a estos empleados ni reevaluar cuál debería ser su función en la fuerza laboral actual. Según el informe de Deloitte, casi tres cuartas partes de los empleadores afirmaron comprender la importancia de modernizar el rol de los gerentes, pero solo 7% afirmó estar logrando avances significativos para abordar este problema.
El impacto en la moral del equipo
Si bien recortar personal de nivel medio puede parecer una medida eficiente en épocas de austeridad, adoptar ese enfoque puede hacer que sus subordinados se sientan a la deriva e incluso puede reducir su autonomía al permitir que los altos directivos ejerzan un mayor poder de decisión.
El informe de Deloitte postula que una de las facetas más importantes del trabajo de un gerente es entrenar y desarrollar a los empleados que le reportan: de hecho, 67% de los empleados afirmó que su gerente sabe mejor cómo motivarlos en el trabajo.