
Los nuevos aranceles impuestos por Donald Trump no solo afectarán la economía de Estados Unidos, sino también el respaldo de una parte crucial de su electorado, el que lo apoyó en las elecciones pasadas. Si los economistas más pesimistas tienen razón, la ofensiva comercial podría desencadenar un aumento de la inflación y una caída en el mercado laboral, lo que sin duda tendría consecuencias negativas para los republicanos en las próximas elecciones.
Como señala el politólogo Larry Sabato, “si la economía se tambalea, los republicanos lo pagarán caro” en las elecciones de mitad de mandato de 2026 y en los comicios presidenciales de 2028.
Además, Trump, quien tiene un historial de quiebras como empresario de casinos, estaría poniendo en riesgo lo que más valoran los estadounidenses de su gestión: la confianza en su capacidad para manejar la economía.
En 2026, los estadounidenses renovarán todos los puestos de la Cámara de Representantes y un tercio de los senadores. En 2028, se celebrarán las elecciones presidenciales, junto con los comicios legislativos y locales.
Los hogares más vulnerables son los más afectados
Un análisis del Budget Lab de la Universidad de Yale destaca que los aranceles golpean principalmente a los hogares más pobres, que destinan casi todos sus ingresos a necesidades básicas y carecen de ahorros para hacer frente a los efectos económicos negativos.
En las elecciones presidenciales de noviembre pasado, una parte significativa de los votantes más humildes y obreros se alinearon con Trump, atraídos por su promesa de reducir el costo de vida. Según las encuestas de CBS, los hogares con ingresos inferiores a 50,000 dólares votaron masivamente por el republicano.
En respuesta a las consecuencias de los aranceles, Trump prometió el miércoles “los mayores recortes de impuestos” en la historia de Estados Unidos, extendiendo las exenciones fiscales que introdujo durante su primer mandato en 2017.
Según el Centro de Política Fiscal, si esta propuesta se aprueba, beneficiaría a tres cuartas partes de los hogares, aunque en su mayoría a los más ricos, aquellos con ingresos anuales superiores a los 450,000 dólares.
Inquietudes dentro del Partido Republicano
Aunque Trump tiene un control absoluto sobre el Partido Republicano, algunos miembros del Congreso ya comenzaron a mostrar que están en desacuerdo. Cuatro senadores republicanos se unieron a los demócratas para votar una resolución que no tiene fuerza legal, pero refleja el creciente rechazo a los impuestos a los productos importados de Canadá. Además, el senador republicano Chuck Grassley apoya un proyecto de ley que exigiría la aprobación del Congreso para cualquier nuevo arancel.
“No estoy segura de que la buena voluntad de los estadounidenses dure hasta las elecciones de medio mandato si sienten el impacto negativo de los aranceles o si la economía se desploma”, advierte Barbara Trish, profesora de ciencias políticas en la universidad de Grinnell.
Las elecciones locales de este año, como la de gobernadores y un escaño en el Congreso en Arizona, servirán como termómetro para medir el respaldo a los republicanos. Si los resultados son desfavorables, muchos congresistas podrían reconsiderar su alineación con Trump.
Además, una derrota en las elecciones de 2026 podría acabar con las especulaciones sobre un posible tercer mandato para Trump, una opción prohibida por la Constitución, pero que él mismo ya insinuó en varias ocasiones.