
Como te lo dirá cualquier inversionista, el último mes ha sido brutal para los mercados. Tan solo en los últimos 30 días, el Nasdaq ha caído 9.5% y el Dow Jones Industrial Average 7.8%, al igual que el S&P 500. Pero en ese mismo periodo, un activo ha repuntado: el oro.
Al momento de escribir estas líneas, el precio de una onza de oro se ha disparado 14.4% en los últimos 30 días. Y no solo ha subido: ha alcanzado máximos históricos.
El lunes 22 de abril, el oro superó los 3,506 dólares por onza, un récord para este metal precioso. Actualmente, el precio ha retrocedido ligeramente a unos 3,453 dólares por onza, según datos de Yahoo Finance.
Sin embargo, incluso ese precio resulta llamativo. Es casi 800 dólares más que al inicio de 2025. Desde entonces, el oro ha subido 32%.
El mayor salto se ha registrado en los últimos cinco días. En ese lapso, el oro ha subido 7.78%. ¿Por qué?
El oro, un refugio histórico en tiempos caóticos
Cuando la economía atraviesa momentos de agitación o los inversionistas temen una recesión, tienden a resguardar su dinero en lo que se conoce como “activos refugio”: bienes que históricamente han mantenido su valor durante las crisis económicas.
Como explica Investopedia, los refugios tradicionales incluyen el efectivo; algunas divisas como el franco suizo, el dólar estadounidense y el yen japonés; los bonos del Tesoro de Estados Unidos, y los metales preciosos, en especial el oro.
No obstante, muchos inversionistas hoy sienten que algunos de esos refugios históricos —sobre todo el dólar— ya no son tan confiables como antes. En cambio, están trasladando su dinero al oro, lo que ha impulsado su precio de forma acelerada.
¿Y por qué los inversionistas están buscando refugios últimamente? Según The Wall Street Journal, todo se resume a dos razones vinculadas al presidente Trump.
1. Los aranceles caóticos de Trump
La primera razón no sorprende. Desde que Trump anunció su caótica política arancelaria del “Día de la Liberación” el pasado 2 de abril, la confianza de los inversionistas se ha desplomado, ya que la implementación de esos aranceles ha generado gran incertidumbre en la economía y el mundo empresarial.
Aunque muchos de los aranceles se han pausado por 90 días, los impuestos aplicados a China siguen vigentes, al igual que las represalias de ese país contra Estados Unidos. Esto significa que los estadounidenses están pagando más por productos comunes y que las exportaciones de empresas estadounidenses hacia China se están viendo afectadas.
Y dado lo errático de la implementación, los mensajes contradictorios del gobierno y la incertidumbre sobre si se alcanzarán acuerdos antes de que expire la pausa, la confianza en la economía estadounidense se ha deteriorado y aumentan los temores de recesión.
Si esa recesión se concreta, es probable que las acciones y otros activos sigan cayendo, razón por la cual muchos inversionistas están buscando refugios como el oro.
2. Los ataques de Trump al presidente de la Reserva Federal
Pero quizás incluso más grave que los aranceles son los ataques recientes de Trump al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Trump quiere que Powell, que encabeza el banco central independiente del país, reduzca las tasas de interés.
¿La razón? Los aranceles de Trump han afectado los mercados y la confianza del consumidor. Como explica MSNBC, cuando la Reserva Federal baja las tasas, los mercados suelen subir y el consumo aumenta, ya que se abarata el crédito para casas, autos o tarjetas.
Pero Powell se ha negado, con razón. Aunque una baja de tasas puede impulsar la economía a corto plazo, también puede dejar al banco central sin herramientas si más adelante se agrava la situación económica.
Trump, sin embargo, parece más enfocado en beneficios inmediatos. Por eso ha intensificado sus críticas a Powell, incluso amenazando con despedirlo—aunque la mayoría de los expertos legales coinciden en que el presidente no tiene autoridad para hacerlo.
De hecho, los bancos centrales de la mayoría de los países, incluido Estados Unidos, fueron diseñados para operar con independencia del poder político, precisamente para evitar presiones con fines electorales.
Aun así, el enfrentamiento público entre Trump y Powell ha generado desconfianza entre los inversionistas, que temen que el presidente esté dispuesto a socavar la credibilidad económica de Estados Unidos. Esa incertidumbre está llevando a muchos a buscar activos más estables y confiables como el oro.