Elon Musk enfrenta críticas de sus vecinos en Texas por su nueva mansión

Elon Musk ha causado polémica desde que asumió un papel más destacado en el ámbito político. Ahora, parece que también es un mal vecino.

En 2022, Musk compró una mansión de seis habitaciones y seis millones de dólares en West Lake Hills, un exclusivo suburbio de Austin, Texas. En aquel entonces, no visitó a sus nuevos vecinos ni se presentó, pero la noticia se extendió rápidamente, sobre todo cuando empezaron a aparecer agentes de seguridad visiblemente armados y sus vehículos en la tranquila calle.

Desde que se mudó, Musk ha erigido una cerca de alambre de cerca de cinco metros no autorizada, ha instalado una puerta de metal y ha montado cámaras orientadas hacia el exterior, acciones que han irritado a los residentes locales, según un informe reciente de The New York Times.

“A ese lugar lo llamo Fort Knox”, dijo Paul Hemmer, propietario de un Tesla y agente inmobiliario jubilado que vive al otro lado de la calle. Hemmer también preside la asociación de propietarios del barrio.

Cuando Musk intentó posteriormente obtener permiso retroactivo para las ampliaciones —que violan seis ordenanzas municipales—, la Comisión de Zonificación y Planificación de West Lake Hills votó unánimemente en contra de conceder las excepciones. “Incentivaríamos a la gente a incumplir las normas”, declaró un comisionado a Times.

El asunto ahora se presentará ante el Ayuntamiento de West Lake Hills en una sesión programada para el 14 de mayo. A menos que el Ayuntamiento anule la decisión de la comisión, es posible que sea necesario retirar o modificar la cerca y la puerta para cumplir con las regulaciones municipales.

El complejo familiar de Elon Musk

La mansión es una de las tres que Elon Musk ha adquirido en la zona en los últimos tres años, con la intención de crear un complejo para sus hijos y sus madres. La música Claire Boucher, más conocida por su nombre artístico Grimes, vivió allí anteriormente con los tres hijos que comparte con Musk. Shivon Zilis, ejecutiva de tecnología cerebral y madre de cuatro de los hijos de Musk, vive a solo 10 minutos a pie.

En los últimos meses, la casa ha estado más tranquila, ya que Musk ha pasado más tiempo en Washington asesorando al presidente Donald Trump. Pero los vecinos dicen que se están preparando para su regreso.

Hemmer, quien ahora vuela drones sobre la propiedad de Musk para verificar si hay infracciones del código municipal, también cuenta con videovigilancia las 24 horas, según declaró a Times. El equipo de seguridad de Musk se ha dado cuenta y ha denunciado a Hemmer a la policía por presuntamente estar desnudo en la calle —estaba en su propiedad, en ropa interior—.

En otra ocasión, las cámaras de Musk captaron a Hemmer orinando. “Me captaron”, dijo. “Da miedo que tengan a gente sentada mirándome mientras orino”.