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Empleos remotos, inclusión y futuro: la propuesta audaz de Impact Click

En un país donde la mayoría de las personas con discapacidad trabajan en la informalidad, esta organización propone una solución concreta: formación digital gratuita y acceso a empleos remotos que transforman vidas.

Empleos remotos, inclusión y futuro: la propuesta audaz de Impact Click [Foto original: Marcus Aurelius / Pexels]

En México, nueve de cada diez personas con discapacidad que trabajan lo hacen en la informalidad. Es una realidad que se conoce en ciertos círculos, pero que sigue sin ocupar un lugar central en los debates sobre inclusión laboral. Mientras se multiplican iniciativas para integrar a mujeres y comunidades LGBT+ al mundo del trabajo, la conversación rara vez se detiene en quienes viven con una discapacidad.

“Cuando nosotros escuchamos la palabra diversidad e inclusión, pensamos en mujeres, en la comunidad LGBT+. Aquí en México, poco a poco se empieza a escuchar poblaciones indígenas, pero casi nunca se habla de personas con discapacidad”, comenta Laura Figueroa, directora de Impact Click.

Impact Click nació para cambiar eso. Esta organización sin fines de lucro ofrece una propuesta clara: formar gratuitamente a personas con discapacidad motriz leve o moderada en habilidades digitales. Y no solo para sumar conocimientos, sino para abrir puertas reales a trabajos que pueden hacerse desde casa, con sueldos dignos y proyección profesional.

“El objetivo es que cuando terminen la capacitación, puedan ingresar al mercado digital, que tiene muchas bondades para todos, pero para esta población todavía más”, agrega Figueroa.

Impact Click quiere cerrar dos brechas de un solo movimiento

La formación incluye áreas como marketing digital, diseño de productos y gestión de plataformas. Las certificaciones están avaladas por gigantes del sector como Google, Facebook y Salesforce. Todo sin costo para los participantes. “Se les beca al 100%, incluso el costo de la certificación que es de empresas como Facebook, Google, Salesforce. Queremos que salgan con currículum, con experiencia y con certificaciones”, explica.

El enfoque del programa es ambicioso, pero aterrizado: cerrar dos brechas al mismo tiempo. La falta de oportunidades para personas con discapacidad, y la escasez de talento en el mundo digital. “La última cifra que tengo para Latinoamérica es que para 2026 hay más de 3 millones de vacantes. A nivel global, más de 8 millones para 2030”, indica Figueroa.

Quienes participan deben contar con ciertas condiciones para aprovechar el programa: autonomía funcional, bachillerato concluido, acceso a internet y una computadora. “Estamos buscando personas con discapacidad leve y moderada, ya que en ambos grados pueden tener estas actividades de forma autónoma. También deben tener bachillerato concluido y acceso a computadora e internet”, detalla.

Y es que el reto empieza mucho antes del mercado laboral. “Solo cinco de cada cien personas con discapacidad llegan a la educación superior”, señala Figueroa. Con ese panorama, el acceso a empleos formales, con prestaciones y posibilidad de crecimiento, se vuelve casi inalcanzable. Por eso, más allá de lo técnico, el programa busca abrir caminos para la movilidad social.

Historias que inspiran

El caso de Santiago lo deja claro. “Antes de entrar a Impact Click, vendía pan de manera informal. Soy ingeniero industrial, con experiencia en ventas, pero me costaba mucho encontrar trabajo.”

Hoy su historia es distinta. Trabaja en una empresa de marketing digital y aplica todo lo que aprendió. “El cambio fue drástico. Llevo campañas, manejo estrategias, genero leads. Antes entendía el embudo de ventas de forma teórica, ahora lo vivo todos los días”, dice.

Y no se trata solo de lo profesional. También mejoró su calidad de vida. “Tan solo los traslados eran un problema. Dos o tres horas para ir y otras tantas para volver. El trabajo remoto cambia todo. Ya no es el trayecto, ya no es la banqueta. Ahora me enfoco en lo que sé hacer”, agrega.

Los beneficios de trabajar en tecnología no son menores. Desde el inicio, un perfil puede recibir un sueldo de 12,000 pesos mensuales. “Con experiencia, esa cifra puede multiplicarse por cinco en menos de cinco años”, afirma Figueroa. A eso se suman seguros médicos privados, horarios flexibles y esquemas híbridos o remotos. “Regularmente son actividades remotas o híbridas. Las prestaciones laborales incluyen seguros médicos privados.”

El modelo sostenible y escalable de Impact Click

El modelo de Impact Click también cuida su viabilidad a largo plazo. La operación se financia gracias a donaciones y a las inscripciones de personas sin discapacidad que también toman los cursos. “Nuestro modelo permite que cualquier persona pueda estudiar con nosotros. Su pago se va a las becas de personas con discapacidad. No lucramos, cubrimos costos.”

Mientras que cursos similares pueden costar entre 40,000 y 80,000 pesos, Impact Click mantiene un precio accesible y un modelo que combina clases en vivo, contenido en línea, evaluaciones y certificaciones. “Estamos muy por debajo de eso. Nuestro modelo combina clases en vivo, contenido en línea, evaluaciones y certificaciones.”

Para ampliar su alcance, la organización trabaja en alianza con fundaciones especializadas. “Nos apoyamos de muchas organizaciones que ya tienen experiencia atendiendo a esta población. Eso nos permite ampliar el alcance de la convocatoria.”

La discapacidad no es el problema, sino las condiciones

El entorno empresarial, sin embargo, sigue siendo desigual. “Empresas digitales están más abiertas. Algunas empresas tradicionales me han dicho que no pueden integrar personas con discapacidad porque no tienen instalaciones accesibles o porque exigen presencialidad total”, comenta Figueroa.

También influye la geografía. Las oportunidades laborales digitales se concentran en unas pocas ciudades. “Las ciudades tecnológicas en México son Guadalajara, Monterrey, Ciudad de México, Tijuana, Chihuahua, Querétaro. Ahí se concentran las oportunidades. En otras regiones es más difícil.”

Santiago lo vive en carne propia. Más allá del trabajo, se enfrenta a un entorno urbano poco empático. “Camino un poco más lento. Una vez un coche empezó a pitarme mientras cruzaba. No me iba a poner a explicarle. Es algo que uno tiene que sobrellevar.”

Y deja en claro que el problema no está en las personas con discapacidad. “La gente cree que alguien con discapacidad quiere sentirse útil. No se trata de eso. Ya somos útiles. Lo que falta es que la sociedad lo valore”, afirma.

Para él, lo justo es que todas las personas tengan herramientas para competir en igualdad de condiciones. “No todos empezamos desde el mismo lugar. Necesitamos herramientas para competir con equidad. Impact Click me dio eso.”

Mientras el discurso sobre diversidad e inclusión siga sin nombrar a las personas con discapacidad, poco podrá avanzar. Impact Click plantea una solución real y concreta para empezar a cambiar esa historia. Como resume Laura Figueroa: “los cuerpos diversos dicen: yo puedo ser completamente productivo en una circunstancia diferente. Pero la infraestructura y la forma de ver el capital no me permiten integrarme.”

Porque al final, el talento está ahí. Lo que faltan son las condiciones para dejarlo brillar y aprovecharlo.

Author

  • Emma Sifuentes

    Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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Sobre el autor

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad del Valle de México, cuenta con más de 20 años de experiencia en la comunicación, tanto en el sector público, como en el privado. Como editora, busca contribuir a la conversación sobre cómo moldear un futuro que valore la humanidad, la justicia y la igualdad.

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