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Estos son los dos tipos líderes que existen en el mundo empresarial, ¿cuál te define?

El liderazgo firme y el liderazgo compasivo no son opuestos. Los mejores líderes saben equilibrar ambos.

Estos son los dos tipos líderes que existen en el mundo empresarial, ¿cuál te define? [Foto: Pexels]

Una afirmación provocadora que suelo hacer cuando doy clases es esta: hay dos tipos de líderes, quienes tienen corazón y quienes no. Solo uno de ellos es el que se le considera como el influyente. Estudiantes y ejecutivos sueltan risas nerviosa al escucharme, preguntándose hacia dónde voy. Entonces les explico que muchos líderes, al ver los cambios tecnológicos y de mercado, se dan cuenta de que muchos puestos dentro de sus empresas desaparecerán inevitablemente en los próximos años. Y no es difícil predecir cuáles. Lo importante es cómo reaccionan ante esa realidad.

Los líderes que “tienen corazón” sienten empatía por quienes ocupan esos puestos que están por desaparecer. Ven rostros, escuchan nombres. Piensan en las personas que trabajan con ellos como seres humanos de carne y hueso. Les preocupa que pierdan sus empleos, los mismos que les permiten alimentar a sus hijos, pagar un techo o acceder a un seguro médico. Y también —con suerte— encontrar satisfacción y propósito.

Otros líderes ven la eliminación de puestos desde una óptica más fría. No les preocupa tanto el impacto en quienes se quedan sin trabajo. Para ellos, la “destrucción creativa” es un pilar natural del capitalismo. El economista austríaco Joseph Schumpeter ya hablaba de cómo los avances tecnológicos inevitablemente desplazan lo que existía antes.

Por ejemplo, alguna vez hubo gran demanda de telegrafistas o de personas que sabían hacer sumas mentales con lápiz y papel —hasta que llegaron tecnologías más eficientes que hicieron innecesarias esas habilidades—.

Los líderes con esta mentalidad se enfocan en los nuevos empleos que surgirán gracias a esos mismos cambios. Creen que los trabajadores simplemente deben adaptarse o quedarse atrás, y que no tiene sentido angustiarse, cada quien es dueño de su carrera. Ven las disrupciones actuales como parte de la historia humana, desde los tiempos en que éramos recolectores y cazadores. Algunos incluso solo se preocupan por los recortes como una forma de reducir costos, sin importarles mucho la parte “creativa” de la destrucción.

Pero, ¿qué importa si tienes o no “corazón”?

Para el liderazgo de sistemas, no importa cuál de estos dos perfiles tengas (aunque sí sea una simplificación). Tienes que invertir en tu gente, tengas corazón o no, y hay al menos tres razones de peso:

1. Es más barato y más fácil capacitar que reemplazar

Estudios demuestran que suele ser más económico volver a capacitar a un empleado actual que contratar, entrenar y adaptar a uno nuevo. Según la Society for Human Resource Management, el costo de encontrar y formar a un nuevo colaborador puede ser de entre seis y nueve meses de su salario. Por ejemplo, si alguien gana 60,000 dólares al año, reemplazarlo podría costar entre 30,000 y 45,000 adicionales. El Center for American Progress estima que este gasto puede ser aún mayor, dependiendo del puesto. Capacitar al personal que ya tienes no solo es lo correcto, también es la opción más inteligente financieramente.

2. Invertir en las personas mejora el ánimo y el esfuerzo extra

Cuando una empresa invierte en capacitar a su equipo, manda un mensaje poderoso. Imagina el impulso de motivación que sienten los empleados al saber que la empresa confía tanto en ellos que los inscribe a un curso especializado en IA.

Ahora compáralo con enterarte de que están publicando vacantes externas para ese mismo perfil, y que vienen despidos para financiar esas nuevas contrataciones. La diferencia en entusiasmo y compromiso es enorme. La educación continua y el desarrollo profesional son claves para generar lealtad, energía positiva y una cultura laboral sólida.

3. El conocimiento institucional es oro puro

Muchos líderes dan prioridad a las ideas frescas, el talento joven y la innovación. Pero los líderes de sistemas entienden el valor único del conocimiento institucional, esa sabiduría que solo se adquiere con la experiencia.

Aunque las decisiones suelen basarse en datos duros, también es fundamental reconocer el peso de quienes ya han navegado crisis y desafíos complejos. Sus ideas pueden ser la clave para resolver los problemas del futuro.

Tengan corazón o no, los líderes deben ver a sus equipos como una inversión estratégica si quieren que la empresa avance. Los líderes de sistemas aprovechan oportunidades de ahorro sin tratar a las personas como piezas desechables. Pero también creen firmemente en la rendición de cuentas y en mantener estándares altos. Para ellos, no hay contradicción entre ser exigente y ser humano. La verdadera excelencia en liderazgo está en lograr ambas cosas.


Adaptado del libro The Systems Leader, de Robert E. Siegel. Copyright 2025 por Robert E. Siegel. Publicado en Estados Unidos por Crown Currency, una división de Penguin Random House LLC.

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