
Siempre que se cuente la historia de la Copa del Mundo habrá que reservar un capítulo aparte al monumental Estadio Azteca que, a un año de ser sede mundialista por tercera vez, es sujeto a una remodelación envuelto en el encanto y la controversia.
El escenario donde se consagraron el brasileño Pelé (1970) y el argentino Diego Maradona (1986) se encuentra en trabajos de remodelación —de los cuales se conoce poco— para recibir el Mundial de 2026, que México organiza junto a Estados Unidos y Canadá.
Las obras avanzan “considerablemente”, aseguran responsables del rebautizado Estadio Banorte, que albergará cinco partidos, incluido el inaugural el 11 de junio.
“Con sesenta años de por medio, el Estadio Azteca es un ícono de la arquitectura y la ingeniería mexicanas (…) No tengo ni idea de cómo va a quedar, pero espero que quede muy bien”, dijo a AFP Luis Martínez del Campo, arquitecto que lideró la construcción de esta catedral del futbol mundial.
Para que el coloso pudiera albergar la próxima cita, la FIFA hizo requerimientos como asientos más cómodos, conexión wifi para espectadores y pasto híbrido (que combina grama natural y fibras sintéticas). El aforo aumentará de 83,264 a 90,000 localidades.
Un aspecto clave será la corrección de una falla en la obra original: el acceso de los jugadores a la cancha. En los Mundiales de 1970 y 1986, los futbolistas pasaron de los vestidores al campo por una cabecera; para 2026 se habilitará un túnel a la altura del mediocampo.
“El estadio solamente tiene un defecto que supimos desde que estábamos proyectando”, recuerda Martínez del Campo a sus 90 años.
Debido a la construcción de un cárcamo recolector de aguas freáticas y pluviales, “hubo que poner la salida de vestidores en la cabecera norte. Fue un asunto muy criticado. La salida (…) ideal era debajo de la gradería oriente. Sé que ya la están haciendo”, comentó.
Polémico cambio de nombre
En febrero de 2025, el Grupo Ollamani, propietario del estadio Azteca, reveló que la inversión para la remodelación ascendía a 1,511 millones de pesos (78.7 millones de dólares al cambio actual).
Al mes siguiente, Ollamani informó que negoció el nombre del estadio con el banco Banorte por 2,100 millones de pesos (109.4 millones de dólares) para continuar la renovación.
Por tal patrocinio, el inmueble se llamará Estadio Banorte durante 12 años, pero el nuevo nombre es resistido por aficionados.
“Alguien que se avienta el compromiso de meter mucho dinero para los grandes eventos del Estadio Azteca merece que su nombre aparezca en el estadio”, opina Martínez del Campo.
“El nombre de Estadio Azteca es imperecedero, es un símbolo, pero sí considero muy legítimo que se ponga Banorte. Para mí, lo ideal sería llamarlo Estadio Azteca Banorte”, añadió.
Como la FIFA no permite nombres comerciales en los estadios, durante el Mundial el inmueble se llamará Estadio Ciudad de México.
Más controversias
Un distintivo del recinto son sus cómodos palcos y plateas, que la gente compró para financiar la construcción con el derecho a presenciar todos los eventos que se realicen allí durante 99 años, desde la inauguración en 1966.
En los Mundiales de 1970 y 1986, los propietarios de palcos y plateas pudieron ingresar a los partidos, pero en 2026 la FIFA quiere disponer de todas las localidades.
La Asociación Mexicana de Titulares de Palcos y Plateas, que representa a algunos propietarios, está en negociaciones con los responsables del estadio para hacer valer su derecho.
“Por la más elemental lógica y justicia, aquella gente que compró palcos a 99 años tiene todo el derecho de estar ahí”, considera el arquitecto Martínez del Campo.
El Estadio Azteca ostenta un récord de 19 partidos de Copas del Mundo, que aumentará a 24 el año entrante, incluido su tercero inaugural.
Monterrey y Guadalajara alistan sus campos
Mientras tanto, en Monterrey continúa la remodelación del estadio BBVA, que requiere “tres grandes adecuaciones”, señaló a AFP Alberto Molina, director de Operaciones del Club Monterrey.
La primera es la cancha, que también contará con pasto híbrido. “Buscamos que el tapete esté instalado el próximo 20 de julio”, indicó Molina.
Las otras obras son la remodelación de los palcos VIP y la ampliación de la zona de prensa. “Nuestro compromiso es terminar estos trabajos este año”, detalló el responsable. El estadio de Monterrey (para 53,500 asistentes) será sede de cuatro partidos.
Por su lado, el estadio Akron en Guadalajara, que también será escenario de cuatro encuentros, requiere, entre otras actualizaciones, un sistema de iluminación LED, un sistema de sonido, wifi de alta velocidad y césped híbrido que estará instalado el 10 de julio.
El escenario tiene capacidad para 46,355 espectadores.
Afectada por la violencia del crimen organizado, la ciudad de Guadalajara implementará durante el Mundial de 2026 un dispositivo de seguridad con 4,500 policías policiales y 300 vehículos tácticos, según las autoridades.
Joel Camacho | AFP