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La luz de esta lámpara funciona con tierra

La lámpara Soli es una de las ganadoras de los World Changing Ideas Awards 2025 de Fast Company.

La luz de esta lámpara funciona con tierra [Foto: Heami LeeProp, Christine Keely]

La tierra sana está viva. Está llena de insectos, hongos y microbios que descomponen la materia orgánica muerta y la convierten en nutrientes. Los microbios son los más abundantes: una cucharadita de tierra contiene más microbios que personas hay en la Tierra. Mientras todos estos organismos realizan su trabajo de descomposición y reciclaje de nutrientes, liberan energía.

La lámpara Soli, creada por Milú Brunell, transforma esa energía en luz. Recientemente graduada del Savannah College of Art and Design, Brunell diseñó esta lámpara de exterior para funcionar con celdas de combustible microbiano, un tipo de batería que convierte la energía química liberada por microorganismos (como los presentes en el suelo o en aguas residuales) en electricidad. Cuando Brunell, diseñadora industrial con una profunda pasión por la sustentabilidad, comenzó su proyecto de titulación en SCAD, quiso diseñar una fuente de luz que fuera más allá de lo funcional. Dice que su guía fue la pregunta: ¿Cómo podemos crear objetos que nos ayuden a estar en sintonía con nuestro entorno?

Las celdas de combustible microbiano no son completamente nuevas, pero siguen siendo una tecnología incipiente. Investigadores han planteado que podrían convertirse en una alternativa a los combustibles fósiles, con potencial para alimentar desde biosensores hasta plantas de tratamiento de aguas residuales o de desalinización. En laboratorios, estas celdas han logrado alimentar pequeños ventiladores, luces LED y calculadoras, y también se han hecho pruebas piloto en tratamiento de aguas. Sin embargo, escalar esta fuente de energía sigue siendo un desafío, pues genera una potencia relativamente baja y aún no es competitiva en costos. Brunell eligió enfocarse en la iluminación porque le fascina cómo puede alterar emociones o crear atmósferas.

Aunque se trata principalmente de un proyecto conceptual, el prototipo de la lámpara Soli ya es funcional, alimentado por una celda de combustible microbiano que Brunell construyó ella misma usando tierra de su propio jardín. Imagina que algún día Soli podría utilizarse para alumbrado público o en parques. “Soli es solo el comienzo para crear conciencia y preguntarnos: si nutrimos la tierra y le devolvemos algo, ¿cómo podemos explorar aún más esta relación?”, afirma. “En lugar de explotar la Tierra, ¿cómo podemos colaborar con ella, respetarla y coexistir con ella?”.

Explora la lista completa de las World Changing Ideas de Fast Company, 100 proyectos inspiradores que hacen del mundo un lugar más accesible, equitativo y sostenible para todos.

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Sobre el autor

Es editora staff de la sección Impact de Fast Company.

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