
Imagina pasar ocho horas de pie mientras trabajas, sin descanso, atendiendo clientes, operando maquinaria o simplemente esperando. Para millones de empleados en México, esta no es una exageración, sino su realidad diaria. Pero eso está a punto de cambiar gracias a la Ley Silla.
A partir de este 17 de junio de 2025, entra en vigor la Ley Silla, una reforma a la Ley Federal del Trabajo publicada en el Diario Oficial de la Federación en diciembre de 2024. Obliga a las empresas a proporcionar asientos adecuados a empleados que pasan largas horas de pie.
¿Por qué es importante la Ley Silla?
La Ley Silla no es solo una cuestión de comodidad, sino de salud y productividad. Estudios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indican que el 75% de los trabajadores en México sufren desgaste físico por estar de pie demasiado tiempo, una cifra superior a la de países como China (73%) y Estados Unidos (59%).
Las consecuencias van más allá de la fatiga: problemas circulatorios, dolores musculares y hasta afectaciones en la columna. En un país donde la cultura laboral ha normalizado el sacrificio físico, esta ley representa un cambio de mentalidad.
¿Cómo deben adaptarse las empresas?
Las organizaciones tienen 180 días para cumplir con la normativa, lo que implica:
- Proveer sillas ergonómicas con respaldo y ajuste de altura.
- Garantizar pausas laborales para evitar el desgaste físico.
- Adaptar espacios de descanso dentro del lugar de trabajo.
El incumplimiento puede resultar en multas que van entre los 28 mil y los 282 mil pesos y, en casos graves, la suspensión temporal de actividades.
La Ley Silla no solo busca mejorar la salud laboral, sino también transformar la cultura organizacional. Empresas que invierten en bienestar suelen ver menos rotación de personal, mayor productividad y mejor ambiente laboral.
¿Qué sigue después de la Ley Silla?
La implementación de la Ley Silla será un reto para muchas empresas principalmente de comercio, manufactura, salud, atención al cliente y logística, pero también es una oportunidad para repensar el bienestar laboral. En un mundo donde la innovación y el diseño influyen en la forma en que trabajamos, la comodidad y la eficiencia pueden ir de la mano.
Este es solo el comienzo de una conversación más amplia sobre ergonomía, salud y derechos laborales. Porque, al final del día, un trabajador descansado es un trabajador más productivo.