ADVERTISEMENT

| Work Life

4 maneras de ser más egoísta para salvar tu trabajo

Por qué y cómo deberías mejorar a la hora de pedir lo que quieres.

4 maneras de ser más egoísta para salvar tu trabajo [Fuente Foto: Freepik]

Es hora de dejar de ser tan humilde en el trabajo. A la hora de forjar una carrera profesional en un momento marcado por la creciente flexibilidad, los despidos generalizados y una lealtad a la empresa cada vez menor, seguir las viejas reglas y esperar en silencio a que se presenten las oportunidades ya no es suficiente.

Ser totalmente contra-intuitivo

La realidad es que hoy en día, el éxito profesional requiere que seamos más francos, expresivos y autodirigidos. Para muchos, esto resulta totalmente contradictorio y profundamente incómodo. Como trabajadores millennials y de la generación X, nos criamos en cubículos y nos enseñaron a mantener un perfil bajo, a integrarnos y a ascender lentamente en una escala profesional preestablecida.

Mientras tanto, observamos cómo nuestros colegas más jóvenes se atreven a fundar sus propias empresas, compaginan sus trabajos secundarios, establecen límites claros en el trabajo y construyen sus identidades en línea. Constantemente entreno a ejecutivos que, en privado, expresan su desagrado al ver cómo los profesionales difuminan los límites de lo que se nos permite, y no se nos permite, decir, expresar o esperar en el ámbito laboral. Parece demasiado arrogante o insensible que estos trabajadores piensen y hablen tanto de sus necesidades y deseos.

Pero la verdad es que a muchos nos cuesta defendernos simplemente porque hemos perdido la noción de lo que necesitamos y queremos. Años de considerar este comportamiento como egoísta nos han mantenido estancados hasta que finalmente colapsamos, nos derrumbamos o simplemente nos perdemos por completo. Es hora de replantearnos las cosas.

Conseguir lo que queremos

Esto es lo que sabe la Generación Z y lo que todos debemos aprender: cuando nos tomamos el tiempo para explorar y defendernos más en el trabajo, nos ayuda a nosotros y a nuestros colegas a tener éxito y prosperar.

Exigir demasiado a alguien más conducirá inevitablemente al agotamiento y contribuirá a mantener normas obsoletas que necesitan cambiar y evolucionar. Mientras tanto, conocernos a nosotros mismos y perseguir nuestros deseos conducirá, en última instancia, a una cultura laboral más saludable que respalde las necesidades e identidades individuales, en lugar de reprimirlas.

Como líderes, esto es algo que debemos practicar además de predicar. Así que, para quienes se sientan un poco incómodos con este cambio y no sepan por dónde empezar, les ofrezco esta lista de cuatro maneras de ser más egoístas en el trabajo.

Paso 1: Revisa tus deseos pasados

La mejor manera de comenzar este proceso para cualquier persona que se siente a la deriva o insegura de lo que quiere en su carrera es mirar hacia atrás y revisar el pasado.

Me parece útil porque, a menudo, el éxito profesional nos desconecta de quienes somos y de lo que realmente queremos hacer. Nos obsesionamos tanto con una trayectoria o nos estancamos en la industria o las habilidades que hemos cultivado que perdemos de vista lo que es posible más allá.

Así que siempre empiezo con mis clientes recordando algunos de los primeros momentos de sus vidas. Hablamos de preguntas como: ¿Cómo eras cuando tenías 10 años? ¿Qué querías ser y por qué? ¿A qué universidad fuiste? ¿Qué estudiaste? ¿Por qué? ¿A dónde casi fuiste? ¿Qué casi estudiaste? ¿Por qué cambiaste de rumbo?

Buscamos tus primeros intereses y luego los analizamos para examinar qué despertó tu curiosidad. Quiero saber qué atrajo tu identidad de un lugar, tema o temática, o qué fuerzas, creencias y obligaciones te llevaron a elegir una cosa en lugar de otra.

Revisar esas viejas pasiones y grandes decisiones te ayudará a recordar lo que te motivó en el pasado, y los conocimientos serán reveladores debido a lo que ha cambiado o lo que se ha mantenido igual.

Escribir libremente, hablar con un amigo o colega, o plantear estas preguntas en terapia puede ser de gran ayuda. Asegúrate de tomar nota de las observaciones y los patrones que surjan.

Paso 2: Explora tus momentos favoritos en el trabajo y en la vida

Avanzando en el tiempo, me gusta pedirles a las personas que piensen en sus días o momentos favoritos en el trabajo y en la vida. No se trata tanto de lo que hacen, sino de conectar la actividad con cómo los hace sentir.

Las preguntas a considerar podrían incluir: Describe un día típico en el trabajo. De esos que te dejan con ganas de más. ¿Qué haces? ¿Estás solo? ¿En grupo? ¿En una combinación? ¿Cuál es tu ritmo semanal ideal? ¿Es una mezcla de presencial y virtual? ¿De alto riesgo y de bajo perfil? Cuando diseñas tu día libre perfecto para pasarlo solo, ¿qué estás haciendo? ¿Por qué? ¿Ha cambiado esto con el tiempo?

Personalmente, hice este ejercicio en un momento en que me sentía irremediablemente estancado en mi trabajo e incapaz de adivinar mis próximos pasos. Lo que me reveló fue que, si bien amo a la gente, me disgusta dirigirla. Había confundido ambas cosas durante mucho tiempo, en parte debido a mis ideas preconcebidas sobre el éxito profesional.

Cuando me dejan solo, prefiero pasar mi tiempo de trabajo solo y mi tiempo personal con la gente. Esa comprensión me ayudó a ver nuevas perspectivas sobre mis objetivos y necesidades futuras.

Paso 3: Busca nueva inspiración

La mayor limitación que muchos enfrentamos al diseñar nuestra propia trayectoria profesional es simplemente la falta de imaginación y ejemplos inspiradores. Cuanto más avanzamos en una industria, empresa o trayectoria, más nos aferramos a una única versión de “cómo se hace”.

Así que, mientras reflexionas sobre tu pasado y reencuentras con tus deseos, asegúrate de ampliar tu red de contactos para ver qué hacen los demás. Pon atención a nuevas ideas, a otras maneras de trabajar y haz muchas preguntas.

Hay dos excelentes maneras de empezar: Primero, haz una lluvia de ideas. Piensa en personas cuyas vidas y situaciones laborales admires. Quizás sea un emprendedor independiente que conozcas, un amigo que trabaje en un campo que te apasiona, o alguien que haya logrado el equilibrio entre vida laboral y personal que siempre has deseado.

Contacta a estas personas. Pregúntales cómo lo logran, cómo abordan las cosas que más te preocupan: el dinero, los impuestos, los ingresos. Siempre construimos obstáculos que nos impiden alcanzar grandes sueños. Tu objetivo es identificarlos y luego hablar sobre ellos viendo cómo otros han superado estas barreras.

En segundo lugar, recurre a LinkedIn. Organiza tu feed. Encuentra personas que se dediquen al tipo de trabajo que te gustaría o que admiras en secreto y síguelas. Sigue a quienes ellas siguen. Amplía tu universo con personas de diferentes campos o situaciones e interactúa con ellas en los comentarios para forjar relaciones.

Busca también el consejo de estas personas. Invita a nuevas maneras de pensar. Será revelador, te lo prometo.

Paso 4: Habla en el trabajo y fuera de él

A medida que tus aspiraciones e ideas se aclaren, empieza a plasmar tus necesidades y deseos por escrito. Piensa en un paso que puedas dar para acercarte a tu objetivo y empieza a pedir en el trabajo un cambio pequeño pero significativo.

Quizás para empezar, solo necesites algo de espacio. Considera una mudanza o un cambio de horario. Quizás necesites adaptaciones para trabajar a distancia con más frecuencia o quieras probar un nuevo proyecto para desarrollar nuevas habilidades y probar algo nuevo.

Con el tiempo, con cada petición, te fortalecerás en tu autodefensa. Cada vez que desafíes una regla establecida o implícita sobre lo que puedes y no puedes tener o hacer, aumentarás tu convicción de que puedes diseñar las cosas de una manera que te funcione mejor.

Nuevo trabajo

Para mí, mi primer gran cambio después de casi una década en el mismo trabajo fue mudarme. Después de que mi familia se mudara, me resultó más fácil soñar con otras cosas que me gustaría cambiar, como si me hubiera liberado de una idea fija de quién era y en qué podía convertirme. También descubrí que tenía menos miedo de probar cosas o pedir cosas que había asumido que no podría tener.

Paso a paso, dejé mi trabajo, creé mi propio negocio, empecé a hablar más y construí una plataforma para escribir de la manera que siempre había deseado. No sucedió de la noche a la mañana. Pero con cada paso, recuperé la confianza en mis instintos y me resultó más fácil conectar con lo que quiero y necesito.

Inténtalo. Escúchate. Examina tu pasado. Rodéate de ideas nuevas y de gente que crea en ti. Y empieza a ser mucho más egoísta en el trabajo.

Quizás te sorprendas a dónde te lleva.

Author

Author

Sobre el autor

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT