
Tesla comenzó a ofrecer servicios de robotaxi el domingo en Austin, Texas, un primer paso que, según los patrocinadores de Elon Musk, podría impulsar la próxima ola de crecimiento de la compañía.
“¡¡¡Enhorabuena a los equipos de diseño de software y chips de @Tesla_AI por el exitoso lanzamiento de @Robotaxi!!!”, publicó Musk en X. “La culminación de una década de arduo trabajo”.
El servicio —que se produce mientras Musk se centra de nuevo en sus negocios tras una polémica etapa en la administración de Donald Trump— utilizará el vehículo utilitario deportivo Model Y en lugar del tan promocionado Cybercab de Tesla, que aún está en desarrollo.
Uno de los primeros usuarios del robotaxi fue Herbert Ong, quien transmitió en directo su viaje el domingo en un vehículo rojo que incluía a una persona en el asiento del pasajero que supervisaba el trayecto para garantizar la seguridad operativa.
El servicio se ofrecerá desde las 6:00 a.m. hasta la medianoche y estará disponible para usuarios de “acceso anticipado” solo por invitación en una zona geocercada, según declaró Sawyer Merritt, propietario de un Tesla, en X.
El lanzamiento se produce tras el dramático colapso a principios de este mes en las relaciones entre el presidente de Estados Unidos y Musk, que provocó una oleada de duros ataques por parte de ambos.
Desde entonces, Musk ha expresado públicamente su arrepentimiento por algunas de sus declaraciones, mientras que la operación de su compañía en Texas se prepara para la iniciativa en Austin, parte de un importante impulso a la tecnología autónoma y la IA que Tesla cree que generará enormes beneficios.
El analista de Wedbush, Daniel Ives, afirmó que la tecnología autónoma podría ser un catalizador para un valor de mercado adicional de 1 billón de dólares o más. “Hay innumerables escépticos ante la visión del robotaxi de Tesla, y muchos pesimistas piensan que este día nunca llegará”, declaró Ives, quien predijo que la administración Trump eliminaría los obstáculos para Tesla.
La apuesta de Musk por Texas
La presentación en la capital del estado de Texas se produce en medio de preguntas sobre cómo Tesla intentará superar las críticas a las actividades de Musk para Trump.
Tesla vio caer sus ganancias 71% en el primer trimestre tras las bajas ventas en varios mercados.
Al elegir Austin para el debut del servicio de vehículos autónomos, Musk opta por un estado conocido por su enfoque regulatorio favorable a las empresas.
“La ley de Texas permite las pruebas y operaciones de VA en las carreteras del estado siempre que cumplan con los mismos requisitos de seguridad y seguro que cualquier otro vehículo en circulación”, declaró a la AFP el Departamento de Transporte de Texas.
La legislatura de Texas aprobó este año un proyecto de ley que exige la autorización previa del Departamento de Vehículos Motorizados del estado antes de que las empresas puedan operar en la vía pública sin conductores humanos, según declaró un grupo de legisladores demócratas en una carta a Tesla fechada el 18 de junio.
Citando el sistema mejorado, los legisladores pidieron a Tesla que retrasara las pruebas hasta después de la entrada en vigor de la ley el 1 de septiembre.
Los legisladores solicitaron “información detallada que demuestre que Tesla cumplirá con la nueva ley” si la empresa decide proceder.
Un comienzo lento
Musk había planeado inicialmente el lanzamiento para el 12 de junio, pero se retractó, alegando que estaba siendo “superparanoico” con la seguridad.
“Queremos ir con calma deliberadamente”, declaró Musk el 20 de mayo en la CNBC, indicando que Tesla probablemente solo operaría 10 vehículos autónomos la primera semana. Sin embargo, esa cifra aumentará a quizás 1,000 “en unos meses”, añadió Musk. “Y luego nos expandiremos a otras ciudades… San Francisco, Los Ángeles, San Antonio”.
A finales del año pasado, Musk presentó el Cybercab, que no tiene volante ni pedales. Se espera que su producción no comience hasta 2026.
El lanzamiento del robotaxi de Tesla llega mucho después de que Waymo ofreciera un servicio comercial de robotaxis.
En octubre de 2024, la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras de EU (NHTSA) abrió una investigación sobre el software de conducción autónoma total de Tesla tras recibir cuatro informes de accidentes.
En mayo, la NHTSA solicitó a Tesla información adicional sobre su tecnología tras el lanzamiento en Austin. Sin embargo, la agencia declaró a la AFP que no “aprueba previamente” las nuevas tecnologías. “Más bien, los fabricantes certifican que cada vehículo cumple con los rigurosos estándares de seguridad de la NHTSA”, añadió.