Cuando la moda arde: la urgencia de planear el fin del desperdicio ‘fast fashion’

Imágenes recientes del incendio que arrasó el mercado de ropa de segunda mano más grande del mundo en Accra, Ghana, proporcionaron evidencia impactante de la sobreproducción en la industria global fast fashion. Los residuos de ropa terminan en nuestros océanos y vertederos,como uno en Chile tan grande que es visible desde el espacio. Y si el costo ambiental es alto, también lo es el costo para las marcas: un exceso de inventario que representa 140 mil millones de dólares en ventas perdidas y un mayor riesgo para su reputación.  

La presión para abordar este problema aumenta y las regulaciones se endurecen. Para 2030, los productores de ropa y textiles de California, Estados Unidos, deberán unirse a una “organización de responsabilidad del productor” encargada de crear y desarrollar planes para la recolección, reparación y reciclaje de sus productos. Mientras tanto, las marcas europeas de ropa y calzado deben informar sobre su exceso de existencias y, a partir de 2026, ya no podrán deshacerse del inventario no vendido.  

Pero si bien las empresas tienen razones comerciales y de sostenibilidad convincentes para abordar el problema, ¿por dónde empiezan?

Comprender los desafíos es clave para resolver el problema. Las cadenas de suministro actuales son largas, globales y complejas, especialmente en la industria de la moda. Desde el abastecimiento de materias primas hasta su conversión en tela o polímero, su ensamblaje en una fábrica textil y su transporte a los minoristas, la ropa que usamos pasa por decenas de puntos de contacto antes de llegar a la caja de una tienda de moda. 

Los desafíos de sostenibilidad son complejos para la industria fast fashion

Otros factores influyen en el desperdicio de la industria de la moda. Entre ellos se incluyen la búsqueda de economías de escala, el riesgo de perder ventas por falta de stock y la incesante demanda de nuevos estilos por parte de los consumidores. Esto lleva a las empresas de moda a producir en exceso. En 2023, por ejemplo, el fast fashion produjo entre 2,500 y 5,000 millones de artículos con exceso de stock. 

Si las empresas quieren intensificar y tomar medidas correctivas, hay desafíos de sostenibilidad y variables de producción. Esto significa que enfrentan disyuntivas difíciles. Y es que abordar un impacto negativo en una parte de la cadena de suministro puede tener, al final, un impacto negativo en otra parte.  

Lo que está claro es que actuar a posteriori no es la solución. En la moda, la magnitud de la sobreproducción y el desperdicio significa que no podemos solucionar este problema de sostenibilidad solo con reciclar. En cambio, es necesario abordar los desperdicios antes de que entren en la cadena de suministro, y frenar la sobreproducción mediante una planificación de inventario más inteligente. Aquí es donde la industria de la moda puede recurrir a una herramienta poderosa: la tecnología. 

La IA permite una planificación más precisa en la era fast fashion

En primer lugar, las soluciones de planificación permiten a las empresas comprender el problema. Al aplicar Inteligencia Artificial (IA) y aprendizaje automático (AA) a datos completos, oportunos y de alta calidad, las empresas pueden recopilar información sobre sostenibilidad y datos de oferta y demanda basados ​​en la actividad real de la cadena de suministro, no en suposiciones. También pueden identificar dónde se producen compensaciones entre la sostenibilidad y la producción. 

Esto les brinda la visibilidad necesaria para tomar decisiones de planificación en los departamentos a nivel interno y con proveedores y socios comerciales a nivel externo, al tiempo que alinean esas decisiones con sus objetivos de sostenibilidad.  

La planificación de escenarios puede aplicarse a diferentes patrones de demanda y a la gestión de inventarios para modelar cómo las diferentes estrategias podrían influir en los planes de producción fast fashion, así como en las emisiones de carbono y los residuos. Esto permite a las empresas gestionar y monitorear su progreso hacia la sostenibilidad y los objetivos de negocio.  

¿Cómo deben responder las marcas?

La clave de este enfoque holístico reside en contar con una plataforma única que integra datos de sostenibilidad y de la cadena de suministro. Esto proporciona visibilidad integral de las actividades de la empresa y las de sus socios proveedores. Esto facilita la planificación colaborativa y la capacidad de ejecutar la información obtenida de los datos y los análisis, todo en un mismo lugar.  

Al integrar datos sobre demanda, oferta, inventario y logística en una plataforma de este tipo, las empresas pueden evitar la sobreproducción y el exceso de existencias, con el consiguiente desperdicio, a la vez que reducen costos, aumentan la eficiencia de los recursos de capital y disminuyen su huella de carbono. Las marcas también pueden responder con mayor rapidez y soluciones más relevantes a las disrupciones que inevitablemente se les presentarán.

La información basada en datos aumenta la resiliencia

En el mundo de la moda, el conocimiento es poder. Con nuevas perspectivas basadas en datos, las empresas adquieren mayor agilidad en el mercado. Al moverse con rapidez y precisión, pueden reaccionar a todo, desde cambios repentinos en el clima hasta microtendencias de moda y cambios en la cultura popular, con base en información específica, segmentada y altamente localizada.  

Fundamentalmente, estos datos se retroalimentan a la cadena de suministro en forma de órdenes de producción que reflejan con mayor precisión las señales de demanda. Esto significa que se puede dirigir la cantidad correcta de producto al lugar correcto en el momento oportuno. Así, se pueden tomar mejores decisiones logísticas, ya sea para optimizar la carga o para seleccionar rutas y modos de transporte que generen los niveles más bajos de emisiones.  

Con mejores datos, las empresas también pueden optimizar la gestión de las devoluciones, un problema logístico y de costos cada vez mayor. Se pueden ofrecer a los clientes puntos de entrega de autoservicio más convenientes, lo que agiliza el proceso de devolución y permite revender los productos devueltos en la misma temporada, mientras aún hay demanda. Esto reduce la necesidad de rebajas y minimiza el desperdicio. 

Mientras tanto, una mejor visibilidad de la cadena de suministro permite a las empresas desarrollar resiliencia en un momento de creciente frecuencia y gravedad de la volatilidad climática, incertidumbre geopolítica, aranceles comerciales y otras interrupciones del suministro. 

Los datos aplicados podrían disminuir el problema

Las soluciones de datos y análisis permiten romper los silos tradicionales entre los datos de sostenibilidad y los datos sobre las operaciones de la cadena de suministro. Así se informan decisiones que son mejores para la empresa y para el medio ambiente.  

Esto llega en un momento crítico. Nos encontramos en un punto en el que garantizar la salud del planeta y de sus habitantes implica actuar con mayor urgencia y a mayor escala que en el pasado. Para la industria fast fashion, la presión para alinear las estrategias comerciales con las necesidades de un ecosistema global frágil es cada vez mayor.  

Una vez equipadas con una plataforma única e integrada en tiempo real para la planificación y ejecución, que incluya a los socios comerciales, las marcas pueden adquirir la agilidad necesaria para predecir y responder a la demanda en un momento en que las tendencias de la moda evolucionan a un ritmo sin precedentes. Pueden desarrollar la resiliencia necesaria para resistir la creciente variedad de impactos en la cadena de suministro. Pueden garantizar que la toma de decisiones en materia de sostenibilidad esté estrechamente ligada a la gestión de inventarios y la planificación de la producción. Al aprovechar la tecnología, las empresas pueden prosperar y, al mismo tiempo, respetar los límites del planeta.