
Un sueño intenso puede dejarte sudando y lleno de preguntas existenciales. Pero solo unos momentos después, desaparece de tu mente para no volver jamás.
Esa fugacidad es la razón por la que muchas personas llevan un diario de sueños junto a la cama, para anotar lo que recuerdan antes de que se esfume. El estudio de diseño Modem imaginó otro dispositivo más moderno para registrar sueños. Se llama Dream Recorder y funciona como un reloj despertador de buró que utiliza inteligencia artificial para registrar lo que soñaste y devolvértelo en forma de video.

Al despertar por la mañana, tomas el grabador y dictas lo que recuerdas de tu sueño. Esa transcripción se envía a un generador de video con IA en la nube, que crea un pequeño clip. Lo importante para Modem no es solo la tecnología, sino el ritual: sin apps ni celulares, sino con un objeto físico dedicado a ti, como un diario visual de sueños generados.
“Lo que ocurre en tu cabeza no va a ser recreado mágicamente por este generador de video”, dice Mark Hinch, colaborador del proyecto. “Pero con suerte capturará la esencia de esas ideas raras, fragmentadas, extrañas que ocurrieron en tu historia”.
Sueño etéreo
Los sueños se renderizan con una estética intencionalmente etérea, en una resolución baja de 240 por 240 pixeles, que imita la forma en que los recordamos: borrosos, inexactos. Por ejemplo, difumina rostros para evitar representaciones demasiado literales de personas. Además, el dispositivo no guarda tus sueños para siempre: su memoria se borra tras una semana, igual que la tuya, para dejar espacio al próximo sueño.
En lugar de vender el dispositivo, Modem publicó el código en GitHub, junto con todos los componentes necesarios para construirlo, como un procesador Raspberry Pi, micrófonos USB y sensores táctiles capacitivos, con enlaces para comprarlos en Amazon. El cuerpo puede imprimirse en 3D mediante un servicio como Shapeways, y todo se ensambla sin necesidad de soldar. El costo por cada sueño generado con IA varía entre 1 centavo y 14 centavos de dólar, según el servicio que uses.
Pero lo más interesante del Dream Recorder no es su funcionalidad como producto, sino su concepto. En un momento donde la conversación sobre IA está dominada por herramientas de productividad, asistentes o generadores de contenido, este dispositivo introduce una dosis de asombro. Plantea posibilidades trascendentales, como la capacidad de hablar con ballenas literalmente.
Imaginación asistida
Modem corta con la mercantilización de la IA y propone un faro tangible para imaginar un futuro al alcance de la mano. La grabación de sueños ya parece científicamente posible gracias a los patrones eléctricos del cerebro y los avances de la IA—Samsung incluso registró una patente de interfaz para controlar sueños.
Como una buena novela de ciencia ficción, Dream Recorder nos da un ancla para debatir qué significaría todo esto si algún día logramos llegar ahí.
“Esperamos inspirar a una nueva generación que está creciendo en la era de la inteligencia… mostrarles que hay una alternativa más consciente en un mundo muy distraído”, dice Bas van de Poel, cofundador de Modem. “Tal vez, usar los motores de la sabiduría y la atención plena, combinados con la lógica de la ciencia computacional, sea como alcanzar el sueño definitivo”.