
Cuando abrí por primera vez Shein hace cinco años no podía creer que había encontrado una playera, blusa, camisa a menos de 100 pesitos. Es más, mi primer carrito fue de 1,000 pesos y recibí ¿11, 12 prendas? Con Temu obtuve mis lámparas provisionales y un par de estanterías para organizar el departamento, cuyo precio-calidad era razonable. Pero esas compritas podrían volverse más esporádicas y caras a partir del 15 de agosto.
Esto, luego de que el Servicio de Administración Tributaria aumentó de 19% a 33.5% los impuestos por comprar mercancías importadas mediante una aplicación y que son enviadas por empresas de mensajería y paquetería.
La resolución, publicada en el Diario Oficial de la Federación, señala que este aumento al impuesto solo aplicará a este tipo de paquetes:
- Tengan un valor inferior a 117 dólares (aproximadamente 2,206 pesos)
- Provengan de un país con el que México no tenga tratado comercial (como China)
Entonces, ¿adiós al shopping spree online?
El aumento a los impuestos de estas compras por aplicación dejan muchas preguntas al aire, como quién pagara ese aumento a 33.5% (tristemente, la respuesta es que este costo será trasladado al consumidor final).
Otras dudas frecuentes podrían ser: ¿y si tu paquete viene de los vecinos del norte? O, ¿si el monto es mayor o menor al estipulado? En caso de que el emisor esté en Estados Unidos y Canadá (con los que México tiene el T-MEC) y el paquete valga menos de 50 dólares está exento de impuestos; si su valor está entre los 50 y 117 dólares pagarán 17% de impuesto. Si superar ese monto, el impuesto sube a 19%.
Estas tarifas eran las utilizadas anteriormente con todos los países.
La nueva regulación ocurre en medio de presiones por parte de Estados Unidos para que México regule la entrada de productos provenientes de China (incluidos los precursores del fentanilo). Estas presiones incluyen los aranceles pospuestos —de nuevo— la semana pasada.
Pero los afectados son los mexicanos que utilizan estas aplicaciones para mejorar su vida o emprender un negocio. También dejan el sabor amargo de que la democratización del consumo de moda y bienes se aleja poco a poco de una clase media cada vez más pequeña.
Por lo pronto, hay 10 días para scrollear y animarse a comprar algo.