Las jóvenes con problemas económicos recurren al bótox casero y es tan aterrador como suena

Si no había suficientes razones de qué preocuparse sobre las redes sociales, ahora es tendencia el bótox casero.

En redes sociales, la gente ha subido imágenes de sus frentes, delineadas con pequeños puntos, y ofrecen consejos paso a paso sobre cómo inyectarse productos similares al bótox que compraron en línea. —Y sí, es tan peligroso como parece—.

“Probablemente necesitaba un abrazo”, escribió una TikToker. “Aprendí a hacerme mi propia prueba de desintoxicación”. En el foro de Reddit r/DIYCosmeticProcedures, los miembros también comparten consejos para inyectarse en casa, desde inyecciones para disolver la grasa hasta rellenos dérmicos y bótox.

Una de las alternativas al bótox más populares que ha surgido en línea —con referencias a menudo acompañadas de códigos de descuento—, es Innotox, un inyectable coreano de venta libre.

Al igual que el bótox, Innotox es una neurotoxina que contiene toxina botulínica tipo A. A diferencia del bótox, que se presenta en polvo, se presenta en forma de líquido listo para usar, lo que facilita su autoadministración. Además, a diferencia del bótox —que cuenta con la aprobación de la FDA—, Innotox no está autorizado en el Reino Unido ni en Estados Unidos.

¿Qué efectos negativos puede tener el bótox mal aplicado?

La toxina botulínica A, que al inyectarse bloquea las señales nerviosas para detener el movimiento de los músculos faciales, así reduce la aparición de arrugas, es altamente tóxica y puede tener efectos catastróficos si no se administra de manera segura y adecuada. Esto suponiendo que pueda estar seguro de que lo que ha comprado en línea es el producto auténtico.

Así como el hecho de que las rubias recuperen su color natural se ha convertido en un claro indicador de recesión, ahora muchas jóvenes se inyectan el cabello para ahorrarse unos cientos de dólares. Pero mientras que un producto deja el cabello con un tono más oscuro, el otro podría desfigurarte permanentemente.

Los médicos autorizados advierten a los cuatro vientos los riesgos, y a veces los efectos secundarios fatales, de la administración incorrecta de la neurotoxina. Y no, no es porque les preocupe perder clientes.

Medytox, que produce Innotox, abrió recientemente una investigación sobre la importación no autorizada de Innotox a Estados Unidos, el Reino Unido y otros países.

“La toxina botulínica solo debe ser administrada por profesionales sanitarios cualificados en un entorno médicamente adecuado”, declaró a The Guardian Tom Albright, director ejecutivo de Luvantas, filial de Medytox. “Su administración requiere un profundo conocimiento de la anatomía facial y los principios estéticos, que no pueden replicarse en entornos de administración directa o no regulados”.

Si ni siquiera los profesionales autorizados se inyectan bótox en casa, probablemente haya una razón para ello.