
Hace un tiempo facilitamos un taller de estrategia para el equipo de liderazgo de un bufete de abogados. Nos sentimos seguros al entrar y comenzamos presentando el contexto con hechos y datos. Avanzamos con las diapositivas y debatimos la urgencia del cambio. Finalmente, nos centramos en el equipo, usando storytelling y creatividad para generar ideas y soluciones a sus problemas.
Lamentablemente, el taller fue un fracaso. Los empleados estaban desmotivados. Los líderes sénior dominaron la conversación y sus ideas simplemente estaban vacías de creatividad. No fue nuestro mejor trabajo.
Por eso, en nuestra siguiente sesión, decidimos cambiar un poco las cosas. Katie empezó compartiendo una historia sobre la magia que experimentó al trabajar en un equipo donde todos estaban verdaderamente alineados y tenían claro su propósito. Después, les pedimos a los líderes que compartieran cuándo habían experimentado el mejor momento de este equipo y qué había creado esa magia.
A medida que cada persona compartía su historia, la energía en la sala comenzó a cambiar. Esta vez, todos se acercaron, escucharon atentamente y profundizaron en las ideas de los demás. La conversación se volvió más participativa, constructiva y centrada en soluciones prácticas. Al final, el equipo desarrolló un conjunto de acciones tangibles que todos se comprometieron a implementar.
El storytelling es una herramienta poderosa para la resolución de problemas y la colaboración. Al conectar con las emociones y experiencias vividas de las personas, abre nuevas posibilidades e inspira compromiso con la acción. Y la “magia” que sentimos en estas situaciones se basa en la neurociencia.
Dos redes neuronales para un pensamiento diferente
Nuestro cerebro cuenta con dos redes neuronales que rigen dos tipos distintos de pensamiento: la red neuronal positiva para la tarea (RPT) y la red neuronal por defecto (RND). La RPT se activa durante el pensamiento estratégico, matemático, lógico y racional, mientras que la RDT se activa cuando pensamos en las personas, las emociones, las experiencias y la creatividad.
Estas redes son antagónicas. Funcionan como un sube y baja: cuando una está activa, la otra está inactiva. También son responsables de los estados emocionales. Cuando activamos la NPT, tendemos a estar en un estado más negativo y retrospectivo, lo que puede hacernos menos receptivos al pensamiento creativo y a nuevas posibilidades. Pero cuando activamos la RDN, nos encontramos en un estado más positivo, lo que potencia nuestra capacidad de pensar con creatividad y aceptar nuevas ideas.
Entonces, ¿qué tiene que ver todo esto con la resolución creativa de problemas y la colaboración? Volvamos a nuestro primer taller (que, admitimos, fue un fracaso). Empezamos con hechos y datos; asumimos que era la mejor manera de contextualizar. La ciencia demuestra que los datos y los hechos activan la NPT racional, lógica y negativa, y reducen la actividad de la NDT creativa y positiva.
Al empezar con información lógica y racional, incluso con las mejores intenciones, estamos cerrando las vías cognitivas y emocionales que conducen a las soluciones más innovadoras de las personas.
Entonces, ¿cómo podemos mantenernos abiertos a nuevos conceptos, colaborar y resolver problemas complejos de forma creativa? ¿Cómo podemos crear estas reuniones mágicas de forma confiable y sencilla?
Las historias son poder
La narración tiene una notable capacidad para activar la Red de Inteligencia de Datos (RND), estimulando nuestro pensamiento creativo y situándonos en un estado emocional positivo y progresista. Al usar la narración para conectar con la RND antes de presentar datos o debatir un problema, preparamos nuestro cerebro para ser más abierto, menos defensivo y más receptivo a nuevas ideas y posibilidades. Esto nos prepara para esa sensación de “magia”.
Investigaciones recientes sugieren que narrar historias puede incluso ayudarnos a activar múltiples redes simultáneamente. Esto se debe a que requiere tanto pensamiento orientado a objetivos (que busca procesar el contenido de la historia) como pensamiento autorreferencial (que relaciona la historia con nuestras experiencias y emociones personales). Ambos factores pueden ayudarnos a superar la relación inestable entre estas redes.
La narración también puede llevar a los grupos a un estado de coherencia y sincronicidad. Estudios demostraron que cuando los grupos alcanzan este estado, su frecuencia cardíaca, su variabilidad y sus ondas cerebrales se sincronizan. En este estado de sincronicidad, son más eficaces en la resolución de problemas y la colaboración. Por lo tanto, la narración no solo activa las redes neuronales que nos ayudarán a resolver problemas de forma creativa como individuos, sino que también impacta en nuestro cerebro colectivo.
Cómo aprovechar el poder de la narración
¿Cómo asegurar un rendimiento máximo, tanto individual como del equipo, en esas reuniones intensas de resolución de problemas? Sigue estos pasos simples y descubre el poder del storytelling.
- Identifica tu historia: Puede tratarse de un estado futuro que deseas alcanzar, una experiencia pasada que resalte lecciones clave o una situación actual que ilustre los desafíos que enfrentas. Si no sabes por dónde empezar, empieza con la consigna: “Piensa en un momento en el que…”.
- Escribe tu historia: Hazla auténtica, atractiva y relevante para el problema en cuestión. Usa un lenguaje vívido y detalles sensoriales para atraer a tu audiencia y ayudarla a conectar con la historia a un nivel personal.
- Olvídate de la perfección: No necesitas ser Brené Brown o Barack Obama para impactar. Lo que importa es tu conexión genuina con la historia, no lo bien que te destaques como narrador.
- Empieza con tu historia: No la recites como si te hubieran pedido en clase. Es mucho más convincente y conecta si la cuentas con el corazón.
- Anima a otros a compartir: Invita a los miembros del grupo a aportar sus propias historias o experiencias que se alineen con los resultados que buscas. Esto ayuda a crear una visión compartida y a fomentar un sentido de unidad y propósito.
- Explorar la situación actual: Después de contar historias, analiza el problema actual y la evidencia disponible. Anima al grupo a analizar el problema a través de las historias que comparten, centrándose en las posibilidades en lugar de los obstáculos.
- Lluvia de ideas: Pida al equipo que genere ideas y posibles soluciones. Use las historias como referencia para guiar la lluvia de ideas y mantenga al grupo enfocado en los resultados deseados.
- Desarrollar un plan de acción : En grupo, identifiquen las soluciones más prometedoras y creen un plan de acción claro para su implementación. Consulten las historias periódicamente para mantener la motivación y la coherencia con la visión general.
Libera la magia científica de la narración
La narración es una herramienta poderosa para la resolución creativa de problemas y la colaboración. Nos permite optimizar nuestras redes neuronales y aprovechar al máximo ese flujo y la sincronicidad, incluso cuando nos enfrentamos a problemas complejos y abrumadores.
Hoy en día, la colaboración en equipo y la resolución de problemas ya no son solo habilidades deseables, son esenciales. Si empiezas hoy a aprovechar el poder de la narración con tu equipo, disfrutarás de sus beneficios.