
AMD atraviesa un momento histórico en la región latinoamericana, donde México se ha convertido en pieza estratégica para la compañía. Con un crecimiento sostenido en participación de mercado y una apuesta fuerte por la inteligencia artificial (IA), la empresa busca posicionarse como motor de la próxima ola tecnológica en la región.
Nicolás Cánovas, director general de AMD para Latinoamérica, asegura que nuestro país es pieza clave para impulsar el crecimiento de la IA y el mercado de semiconductores en la región. “México tiene un peso estratégico dentro de nuestra operación. Muchas de las posiciones regionales están basadas aquí: desde el negocio corporativo y de consumo, hasta marketing”, destacó Cánovas en entrevista, al subrayar que la compañía incluso está en proceso de expansión y contratación de talento en el país.
El ejecutivo compartió que AMD ha ganado terreno en el mercado latinoamericano de cómputo —procesadores para consumo, gaming, contenido y empresas— con un crecimiento destacado: en 2023 la compañía tenía 19% de participación, cifra que cerró en 27% para 2024. “Ocho puntos de participación en un negocio tan competido es un crecimiento notable. En el primer semestre de 2025 estaremos en 24%”, afirmó.
En algunos segmentos AMD ya se posiciona como líder. En el mercado de componentes para PCs de gama media y alta —particularmente gaming— la empresa ostenta 70% de participación. “Eso demuestra la confianza de los usuarios más exigentes en nuestra tecnología”, agregó.
IA para todos los sectores
De acuerdo con Cánovas, la visión de AMD es que la inteligencia artificial sea transversal. “Somos una empresa de portafolios: creemos que la IA no debe estar enfocada solo en grandes data centers, sino en soluciones que lleguen al consumidor, a las pymes y a las grandes corporaciones por igual”, explicó.
En América Latina, el ejecutivo identificó tres áreas clave de crecimiento:
- HPC (High Performance Computing): universidades y centros de investigación de la región ya adoptan procesadores AMD por su alto rendimiento y eficiencia energética.
- AI PC: las nuevas computadoras personales con capacidades nativas de IA representan, según Cánovas, “la gran ola que nos llevará a la siguiente etapa de adopción”.
- Empresas: cada vez más compañías incluyen IA en su renovación tecnológica para optimizar procesos en áreas como recursos humanos, marketing y operaciones.
Para Hiram Monroy, Senior Technology Sales Leader en AMD, la inteligencia artificial es hoy el gran motor de la industria, pero su impacto real se mide en resultados concretos.
“Los primeros beneficios que vemos en las empresas están alrededor de la productividad. Eso se traduce en ahorros, en hacer más con lo mismo”, señaló.
El directivo subrayó que, tras esta primera etapa, el siguiente paso es la ‘agentización’: automatizar procesos a través de agentes de IA que no solo reducen costos, sino que mejoran la atención al cliente e incluso abren nuevas líneas de ingreso.
Entre las industrias más adelantadas en adopción, Monroy mencionó servicios financieros, entretenimiento, telecomunicaciones y manufactura. En particular, el sector telecom destaca por la necesidad de optimizar sus operaciones con menor consumo energético y de espacio.
La oportunidad de México
Sobre el papel de México en la adopción de IA, Cánovas aseguró que la inferencia —el uso práctico de modelos ya entrenados— representa una oportunidad única. “Es la democratización de la inteligencia artificial. Le da herramientas a empresas de todos tamaños para adaptar los modelos a sus negocios. México, por su tamaño de mercado y su cercanía con Estados Unidos, tiene todo para convertirse en líder regional”, señaló.
El ejecutivo resaltó también el crecimiento del ecosistema emprendedor: en los últimos tres años, las startups de IA en el país pasaron de decenas a cientos. “La inferencia abre acceso a estas tecnologías y acelera la creación de nuevas soluciones”, apuntó.
Monroy coincide en que la inferencia representa la mayor oportunidad de adopción de inteligencia artificial en México y Latinoamérica. A diferencia del entrenamiento de modelos, que demanda enormes recursos de cómputo, la inferencia permite a empresas de todos los tamaños aprovechar modelos ya entrenados y adaptarlos a sus necesidades, reduciendo así costos y tiempos de implementación.
Este enfoque, asegura, abre la puerta a la democratización de la IA, pues baja las barreras de entrada y acelera el crecimiento del ecosistema local. “Hace tres años hablábamos de decenas de startups en inteligencia artificial en el país; hoy ya son cientos, y gran parte de ese dinamismo viene de la inferencia”, apuntó.
Democratizar el cómputo de alto desempeño
Históricamente, el HPC se asociaba con universidades y centros de investigación. Hoy, explica Monroy, AMD busca llevar esa capacidad a todos los niveles: desde data centers hasta PCs personales y smartphones.
“Nuestra propuesta de valor es clara: ofrecer mayor capacidad de cómputo con menor consumo eléctrico, menor espacio y menor costo. Eso es lo que habilita la democratización de la IA”, afirmó.
La clave está en nuevas arquitecturas como las NPUs (Neural Processing Units), que permiten ejecutar algoritmos de inteligencia artificial de manera más eficiente que un procesador tradicional, extendiendo la batería en dispositivos y evitando comprometer el rendimiento de otras aplicaciones.
Uno de los grandes desafíos para AMD en la región es romper el statu quo frente a competidores tradicionales. “Muchos clientes están acostumbrados a una fórmula conocida. Nuestro trabajo es educar y mostrar que más poder de cómputo no significa necesariamente más consumo eléctrico ni más costos”, apuntó Monroy.
En ese sentido, la compañía trabaja con un ecosistema de socios —Dell, HP, Lenovo, ASUS, entre otros— para acercar al mercado soluciones que combinen rendimiento, eficiencia energética y seguridad.
Cánovas aseguró que la competencia en la industria de semiconductores se ha transformado: “Hace unos años el mercado estaba dividido entre pocos jugadores. Hoy la dinámica cambió, lo que acelera la innovación y beneficia a los clientes”.
AMD, por ejemplo, estableció una cadencia de lanzamientos anuales en sus aceleradores de data center y regresó en 2017 al negocio de servidores, lo que —según el directivo— contribuyó a bajar precios y a dinamizar el mercado.
“Durante mucho tiempo nos vimos como el *underdog*. Hoy creemos que tenemos una oportunidad histórica de ser líderes. Esto no pasa en un trimestre, sino con años de trabajo sostenido, pero estamos en el camino correcto”, concluyó Cánovas.