ADVERTISEMENT

| Work Life

Cómo resolver conflictos en el lugar de trabajo

Los conflictos tienden a surgir debido a malas decisiones y a una falta de inteligencia emocional.

Cómo resolver conflictos en el lugar de trabajo [Foto: Freepik]

Para dirigir un negocio exitoso reunimos a un grupo diverso de personas con diferentes habilidades para cubrir todas las áreas de trabajo. Esto implica que personas con valores y creencias muy diferentes pasan mucho tiempo juntas, lo que puede generar entornos potencialmente estresantes.

A esto hay que sumarle que animamos a las personas a “tener voz”, “hablar y ser escuchadas”, “ser plenamente conscientes del trabajo” y “ser vulnerables”. Todas estas son cosas increíbles y fantásticas para el crecimiento en nuestros lugares de trabajo. Sin embargo, cuantas más “voces” y “personas plenas” tengamos presentes, mayores serán las diferencias en valores, creencias y conexiones neuronales, lo que podría generar conflictos.

Nuestro IQ es “lo que sabemos y lo que podemos hacer”. Es la parte de nuestro cerebro donde prevalece la lógica. Nuestro EQ (coeficiente emocional) e inteligencia emocional, por otro lado, es el “cómo y por qué lo hacemos”, y donde las emociones mandan.

La información y las habilidades sin emociones simplemente existen. Tiene poca influencia en la convivencia entre dos personas. Sin embargo, cómo nos comunicamos, cómo interactuamos con los demás, por qué creemos en algo, nuestras opiniones y los valores que nos impulsan suelen ser los factores comunes en la mayoría de los conflictos laborales.

Todo radica en nuestras diferencias

Nuestras emociones impulsan estos factores y cada persona responde de forma diferente a ellos, gracias a nuestro cableado cerebral único. Esto se debe a las experiencias, valores, hábitos y recuerdos que hemos creado y desarrollado a lo largo de nuestra vida. A esto lo llamamos vías neuronales. Estas vías determinan cómo y por qué hacemos lo que hacemos.

Creemos personalmente que nuestros caminos son verdaderos y la mejor manera de ser; es decir, ¿por qué, si no, haríamos las cosas como las hacemos? En nuestra mente, no solo son los mejores, sino que, a veces, son los únicos que creemos correctos. Cuando alguien los cuestiona o los desafía, nuestras emociones responden con el mecanismo de “lucha o huida“.

Por eso, muchos expertos afirman que la inteligencia emocional es la habilidad clave en el ámbito laboral: la capacidad de asumir nuestra identidad y de afrontar y gestionar nuestras emociones. Se trata de comprender cómo se sienten las personas que nos rodean, cómo nos comunicamos con ellas y la eficacia de nuestro impulso personal.

La inteligencia emocional no es un tipo de personalidad ni algo con lo que nacemos. Es una habilidad que desarrollamos y, en cada situación, podemos elegir entre responder con inteligencia emocional o sin ella. A veces acertamos y a veces no. Como con cualquier habilidad, cuando nos centramos en desarrollarla y aplicarla, vemos los beneficios.

3 consejos para reducir los conflictos en el lugar de trabajo

  1. Acepta la realidad de que cada ser humano es diferente, con valores, creencias y opiniones diferentes. Y eso está bien. Ten en cuenta que cada situación debe tener un ganador y un perdedor, o un bien y un mal. Respira hondo y cuenta hasta tres. Y recuerda que lo único que puedes controlar en este mundo es cómo decides responder.
  2. Sal de tu propia cabeza e intenta comprender cómo se siente la otra persona. Haz preguntas y sé curioso. Quizás puedas aprender algo del otro o simplemente apreciar las diferencias. 
  3. Trabaja junto a los demás para avanzar. Es poco probable que la otra persona deje el trabajo, así que busca la manera de que puedan trabajar juntos en lugar de uno contra el otro. Trabaja con más inteligencia, no arduamente, y concéntrate en el resultado final en lugar de las diferencias que te afectan.

No tenemos el poder de cambiar a nadie más que a nosotros mismos. Sin embargo, sí tenemos el poder de elegir cómo interactuamos, la influencia y el impacto que esto tiene en quienes nos rodean.

Los conflictos laborales son el resultado de malas decisiones y falta de inteligencia emocional. Y se convierten en un conflicto cuando hay dos o más personas involucradas. Recuerda, siempre puedes elegir cómo responder. Y a menudo, esta es la forma en que la gente te reconoce y recuerda, no el evento que desencadenó el detonante emocional.

La próxima vez que te encuentres en una situación emocionalmente cargada, pregúntate: ¿qué papel desempeñas en el conflicto laboral y qué tan inteligente emocionalmente has sido hoy?

Author

  • Amy Jacobson

    Especialista en Inteligencia Emocional y comportamiento humano, e imparte programas, conferencias magistrales y talleres sobre inteligencia emocional a nivel internacional. Ha publicado dos libros en Wiley, el más reciente es "The Emotional Intelligence Advantage: Mastering Change and Difficult Conversations".

    View all posts

Author

  • Amy Jacobson

    Especialista en Inteligencia Emocional y comportamiento humano, e imparte programas, conferencias magistrales y talleres sobre inteligencia emocional a nivel internacional. Ha publicado dos libros en Wiley, el más reciente es "The Emotional Intelligence Advantage: Mastering Change and Difficult Conversations".

    View all posts

Sobre el autor

Especialista en Inteligencia Emocional y comportamiento humano, e imparte programas, conferencias magistrales y talleres sobre inteligencia emocional a nivel internacional. Ha publicado dos libros en Wiley, el más reciente es "The Emotional Intelligence Advantage: Mastering Change and Difficult Conversations".

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT