
Incluso si solo prestas atención al mundo empresarial, ha sido difícil pasar por alto la semana fenomenal de Oracle. Las acciones de la compañía subieron casi 40% el miércoles, y su director ejecutivo, Larry Ellison, superó brevemente a Elon Musk como la persona más rica del mundo —ahora está prácticamente empatado—. Oracle también firmó un asombroso acuerdo de 300,000 millones de dólares con OpenAI para obtener potencia de procesamiento durante los próximos cinco años.
Incluso en el vertiginoso mundo de la inteligencia artificial (IA), eso es mucho en poco tiempo. Los inversionistas celebraron, pero algunos optimistas de Wall Street se preguntan si esto infla más la burbuja de la IA y hace que un posible colapso sea aún más alarmante.
El viaje en cohete de Oracle
Las acciones de Oracle se dispararon tras el anuncio de los resultados del primer trimestre fiscal el martes por la tarde. No cumplió con las expectativas de los analistas sobre ganancias por acción e ingresos, pero los inversionistas ignoraron este déficit gracias al auge de la demanda de la nube. Oracle afirmó tener 455,000 millones de dólares en obligaciones de rendimiento pendientes —es decir, ingresos contratados que aún no se han reconocido—, un 359% más que hace un año. Wall Street esperaba que esa cifra se acercara a los 180,000 millones de dólares.
El miércoles, The Wall Street Journal informó sobre el acuerdo con OpenAI, uno de los contratos de nube más grandes jamás firmados. —Requerirá aproximadamente la misma energía que 4 millones de hogares—. Este doble golpe le dio a Ellison el mayor aumento diario en su patrimonio neto jamás registrado por Bloomberg, que rastrea las inversiones de los multimillonarios.
El éxito de Oracle no es tan diferente al que experimentó Nvidia a principios de 2023 —un éxito que aún se mantiene vigente—. Sin embargo, el alto nivel de sus acciones da que pensar a algunos analistas, e incluso a algunos expertos.
Estabilidad en la bolsa
“¿Estamos en una fase en la que los inversionistas en general están sobreentusiasmados con la IA? Mi opinión es que sí”, dijo el mes pasado Sam Altman, fundador de Open AI. “¿Es la IA lo más importante que ha sucedido en mucho tiempo? Mi opinión también es que sí”.
Las acciones de Oracle cotizaban el miércoles a casi 50 veces las ganancias proyectadas de la compañía a 12 meses. —La acción bajó 5% al mediodía del jueves, hasta los 311 dólares, pero se mantiene por encima de los niveles previos a la publicación de las ganancias—. Este es el múltiplo más alto desde la crisis de las puntocom —cuando las ganancias proyectadas alcanzaron los 120—.
Aun así, Oracle cuenta con una sólida base. Sus ingresos previstos en la nube y el acuerdo con OpenAI dan cierta estabilidad a estas subidas de acciones. Los inversionistas apuestan por pronósticos bien fundamentados de la compañía en lugar de por esperanzas ciegas.
Mientras tanto, el precio de las acciones de Nvidia aumentó 390% en los últimos dos años y se duplicó desde abril. Tiene una capitalización bursátil de 4.3 billones de dólares, pero depende en gran medida de dos clientes desconocidos que representaron 39% de sus ingresos del segundo trimestre, una señal de alerta para los optimistas.
¿Una burbuja de IA?
Por supuesto, no empezó a hablarse de una burbuja de IA esta semana. Algunos analistas han dado por meses la voz de alarma.
En julio, Torsten Slok, economista jefe de Apollo Global Management, advirtió que las acciones de IA están incluso más sobrevaluadas que las acciones de las puntocom en 1999, lo que pone al mercado en grave riesgo.
“La diferencia entre la burbuja tecnológica de los años 90 y la burbuja de la inteligencia artificial de hoy es que las diez principales empresas del S&P 500 hoy están más sobrevaloradas que en los años 90”, escribió en una nota a los inversionistas.
Dicho de otro modo: los inversionistas apuestan tan fuertemente por la IA que el precio de las acciones de empresas como Nvidia, Microsoft, Apple y otras se ha desvinculado de sus ganancias.
Slok no está solo. El presidente del Grupo Alibaba, Joe Tsai, advirtió que las acciones estadounidenses de IA están en una burbuja; Tom Siebel, veterano ejecutivo tecnológico —y exdirector ejecutivo de C3.ai—, también lo hizo.
Parte de lo que los tiene tan nerviosos es que las cinco principales empresas del S&P 500 ahora poseen 30% de la riqueza del índice. Se trata de una proporción mayor que durante la era de las puntocom y superior a la de las “Nifty Fifty” que dominaron los mercados en la década de 1970.
Esa concentración no identifica claramente una burbuja, pero sí subraya la dependencia del mercado de unas pocas empresas que pertenecen al mismo sector. Si algo sale mal en la IA, las repercusiones podrían ser desastrosas para el mercado.