
La nostalgia es uno de los pasatiempos favoritos de internet.
El New York Times informó recientemente sobre una nueva tendencia creada en torno a ese sentimiento: cuentas en redes sociales que publican escenas generadas por inteligencia artificial (IA) que parecen sacadas directamente de las décadas de 1990, 1980 y 2000.
“Era verano del 2000… y la vida se sentía diferente”, se titula una de esas publicaciones. Una joven mira a la cámara: “Largos días en el parque acuático, sin teléfonos, solo diversión que parecía no tener fin”. A continuación, un adolescente sostiene un bombón sobre una fogata. “Sin chats grupales, sin mensajes directos, solo historias junto a la fogata hasta la mañana”, dice.
Idílico. Claro, ninguna de esas personas ni escenas es real. Pero eso no ha impedido que los espectadores añoren un pasado más simple. “Por favor, que alguien construya una máquina del tiempo para que podamos volver atrás y disfrutar de nuestra infancia“, escribió un comentarista. Otro: “Extraño muchísimo esto”. Y otro: “La tecnología lo mató todo”.
La popularidad de este contenido para la nostalgia refleja un estado de ánimo más amplio. Más del 60% de los estadounidenses afirman sentir nostalgia en este momento, según datos de CivicScience, y en el resto del mundo las cifras deben ser similares.
Para muchos, la nostalgia es, en realidad, una especie de mecanismo de defensa: según una encuesta realizada en mayo por Human Flourishing Lab, el 63% de las personas recurren a la nostalgia cuando se sienten estresadas o abrumadas por la vida moderna, y un porcentaje similar recurre a ella cuando sienten ansiedad por el futuro. En 2025, muchas personas sentirán ambas cosas.
La ironía de que la IA hable de un pasado al que no pertenece
Eso ayuda a explicar por qué los clips de IA pueden ser tan persuasivos. “¿Sabes que los 80 te extrañan, verdad?”, dice una creación de IA. “A ver si lo adivino, ya nadie habla cara a cara. Aquí, salimos hasta que se pone el sol. Deberías quedarte. El mundo se siente real aquí”.
Una cuenta viral de Instagram, Purest Nostalgia, con más de 794,000 seguidores, ofrece una “vida antes de las redes sociales” a través de televisiones retro y centros comerciales soleados. La ironía de que estas sean publicaciones creadas con IA y publicadas en redes, es irrelevante.
“Qué vida más bonita”, se lee en un comentario.