ADVERTISEMENT

| Work Life

3 preguntas que debes hacer para entender mejor la retroalimentación en el trabajo

Una buena retroalimentación te ayuda a comprender qué falló, por qué y cómo mejorar. Si tu retroalimentación no incluye esto, aquí te explicamos qué hacer.

3 preguntas que debes hacer para entender mejor la retroalimentación en el trabajo [Foto fuente: Unsplash]

Recibes constantemente comentarios de otros sobre tu desempeño laboral. Un cliente puede estar satisfecho con su interacción. Un compañero puede irse molesto de una reunión. Recibes comentarios sobre un informe que escribiste, un correo electrónico donde se comenta una presentación u opiniones sobre tu manera de interactuar con tus compañeros. En el mejor de los casos, la retroalimentación que recibe es clara y fácil de entender.

Una buena retroalimentación tiene tres características.

  • Especifica el comportamiento que tuviste.
  • Proporciona una evaluación clara y precisa de las consecuencias de ese comportamiento.
  • Sugiere acciones que puedes emprender en el futuro que serían más adecuadas para la ocasión.

Cuanto más se desvíe la retroalimentación que recibas de esta formulación, más difícil será comprenderla o reconocer cómo se aplica a ti y qué deberías hacer al respecto.

Cuando recibes retroalimentación que no entiendes, suele ser valioso obtener más información para asegurarte de que puedas aprender de la experiencia y mejorar. En breve, profundizaré en cómo abordar los tres componentes de una buena retroalimentación, pero primero, unas palabras sobre cómo hacer preguntas relacionadas con la retroalimentación.

Es importante que al comenzar cualquier pregunta indiques que se solicita una aclaración. No argumentes que la retroalimentación no era necesaria. No hay manera más fácil de asegurarte de no volver a recibir retroalimentación que dedicar tiempo a intentar convencer a alguien de que no hizo nada malo.

1. Pregunta qué salió mal

A veces, la retroalimentación que recibes es difícil de procesar porque no está claro qué hiciste mal. Esto puede suceder porque alguien asume que ya lo sabes.

Sin embargo, con mayor frecuencia ocurre porque alguien critica tu motivación en lugar de tus acciones. Hablan de tu actitud o intención. Normalmente, cuando las personas intentan evaluar tu motivación o intención, se equivocan, por lo que la descripción de la retroalimentación no te suena veraz.

En lugar de discutir sobre tu motivación o la situación, pide una descripción más clara de lo que hiciste. Si crees que tu motivación o intención fue diferente a la que te describieron, está bien aclararla, pero deberías empezar con una frase como: “Entiendo que pensaras que intentaba…” al hablar de tu motivación, para no intentar que la otra persona sienta que malinterpretó la situación.

2. Pregunta sobre el impacto

A veces, sobre todo al principio de tu carrera, comprender las consecuencias de una acción puede ser la parte más importante de la retroalimentación que recibes. Quizás hayas hecho algo que creías que conduciría a un resultado diferente, pero en la retroalimentación se dice que claramente no fue así.

Además de comprender las consecuencias de tu acción, si hablas con un colega con más experiencia, también puede ser útil conocer su opinión sobre el impacto que tuvo. Para predecir mejor el impacto de tus acciones, es importante comprender la relación entre lo que haces y lo que sucede después.

3. Pregunta por el futuro

Puedes tener una idea clara de lo que hiciste y de lo que sucedió como resultado, y aun así sentir que la retroalimentación no te ha permitido saber qué deberías haber hecho. A veces, la persona que te da la retroalimentación simplemente no ha sido clara en sus recomendaciones para acciones futuras. Otras veces, la persona que te da la retroalimentación tampoco sabe qué debería haberse hecho.

Cuando no sepas qué deberías hacer de manera diferente en el futuro, puedes recurrir a la persona que te dio la retroalimentación para pedirle consejo. Sin embargo, también puedes buscar un mentor de confianza que revise la situación y te ayude a explorar otras maneras de gestionarla. A menudo, alguien más alejado de los detalles —y quizás con más experiencia que quien te dio la retroalimentación— puede ofrecerte consejos más claros sobre mejores alternativas para el futuro.

Author

  • Art Markman

    PhD, es profesor de Psicología, Dimensiones Humanas de las Organizaciones y Marketing, así como Vicerrector de Asuntos Académicos en la Universidad de Texas en Austin. Art es el autor de Smart Thinking, Habits of Leadership, Smart Change, Brain Briefs y, más recientemente, Bring Your Brain to Work.

    View all posts

Author

  • Art Markman

    PhD, es profesor de Psicología, Dimensiones Humanas de las Organizaciones y Marketing, así como Vicerrector de Asuntos Académicos en la Universidad de Texas en Austin. Art es el autor de Smart Thinking, Habits of Leadership, Smart Change, Brain Briefs y, más recientemente, Bring Your Brain to Work.

    View all posts

Sobre el autor

PhD, es profesor de Psicología, Dimensiones Humanas de las Organizaciones y Marketing, así como Vicerrector de Asuntos Académicos en la Universidad de Texas en Austin. Art es el autor de Smart Thinking, Habits of Leadership, Smart Change, Brain Briefs y, más recientemente, Bring Your Brain to Work.

ADVERTISEMENT

ADVERTISEMENT