
Hace cinco años, me senté bajo un árbol y lloré.
Era el 5 de Mayo de 2020 y me desperté con un correo electrónico: me habían despedido del trabajo de mis sueños como líder creativa global en Airbnb, era una del 25% de la empresa que iba a ser despedida esa mañana cuando la pandemia golpeó duramente a la industria de viajes.
Caminé hasta el parque aturdida, con el cubrebocas puesto —¿recuerdas aquellos días?—, encontré un árbol y me derrumbé. A mi alrededor, la vida seguía. Los niños reían. Los perros ladraban. El sol se filtraba entre las ramas como si nada hubiera cambiado.
Pero para mí, todo había cambiado.
Los despidos aumentaron a sus niveles más altos desde el covd-19 a partir de julio de 2025, por lo que, si estás leyendo esto, es muy probable que tú o alguien a quien amas también haya sentido este dolor recientemente.
Primero, lamento que te haya pasado eso. Sé lo desconcertante y doloroso que puede ser perder un trabajo. El dolor es real. La incertidumbre puede ser abrumadora. ¿Y el cambio de identidad? Eso afecta de manera diferente.
Esto es lo que también quiero que sepas: este puede ser el final de una historia, pero también es el comienzo de una historia nueva, más increíble, que puedes escribir completamente en tus propios términos.
Ya sea que atravieses una transición profesional o simplemente escuches esa voz tranquila que te susurra: “Quizás haya algo más”, quiero compartir dos prácticas de narración que me ayudaron a encontrar mi camino después de un despido. Desde entonces, también han guiado a cientos de mis clientes de Story Coaching en sus propios momentos decisivos.
Elige qué tipo de historia quieres que sea
En las semanas posteriores a mi despido, oscilaba entre la ansiedad —”¡Solicita empleos YA!”— y el dolor por la pérdida de mi identidad y comunidad laboral. Pero entonces me di cuenta de que estaba en un momento de “pasar página”. Contaría esta historia una y otra vez. ¿Qué clase de historia quería que fuera?
El psicólogo Dan McAdams lo llama una “elección narrativa“. La manera en que enmarcamos nuestras experiencias para construir un significado personal. Estas decisiones tienen consecuencias reales. Las personas que viven narrativas de contaminación —historias que empiezan bien y terminan mal— experimentan mayores tasas de ansiedad y depresión. Pero quienes enmarcan sus experiencias como narrativas de redención —historias que empiezan mal pero terminan bien— reportan mayor confianza, conexión con el propósito y mejor salud mental.
En otras palabras, su investigación demuestra que cambiar nuestra narrativa predice y precede el bienestar psicológico. Elegir conscientemente una narrativa de redención te encaminará hacia una mejoría.
Después de mi despido, me dije: “Esta es la historia de cuando perdí mi trabajo. Pero será la historia de cuando me encuentre a mí misma”.
Tu mensaje de reflexión: Después de haber tenido tu momento de llanto bajo el árbol proverbial —todos lo necesitamos—, tienes una opción. Puedes considerar esta transición como algo que te sucedió, como si fueras una víctima de las circunstancias y tuvieras que aceptar lo que venga después. O puedes verlo como un giro inesperado en la trama que se convierte en el catalizador de tu capítulo más intencional y alineado hasta la fecha. La narrativa que elijas determinará cada acción que realices a continuación.
Nombra los capítulos de tu carrera pasada para darle forma a tu futuro
Una vez que dejé de postularme por pánico a empleos, me tomé un tiempo para preguntarme: ¿Qué es lo que realmente quiero hacer?
Había pasado 15 años contando historias de otras personas —desde la campaña de Obama y Airbnb hasta un verano salvaje en el que trabajé en un programa de citas de Bravo—, pero nunca había explorado la mía propia.
Así que catalogé los capítulos de mi carrera con nombres como “Mi año de esperanza y cambio” y “Crisis de identidad y reinicio post-Airbnb”. Los patrones surgieron de inmediato. Me encantaba crear espacios para que las personas usaran sus historias para generar impacto, pero temía profundamente la política de oficina. Progresaba más cuando creaba y moldeaba un puesto yo misma, pero tenía dificultades en puestos con descripciones de trabajo limitadas o responsabilidades limitadas.
Esta claridad me dio la confianza para emprender mi propio negocio de Coaching de Historias en lugar de volver a un rol más tradicional. Ahora dedico mis días a hacer precisamente lo que me apasiona: ayudar a personas y equipos a navegar en momentos difíciles y contar sus historias personales como guía, ello sin la burocracia corporativa que siempre me agotaba.
Cuando nos detenemos a mapear nuestras experiencias, descubrimos temas e hilos que no podemos ver cuando avanzamos demasiado rápido. Los capítulos de tu carrera contienen pistas sobre qué te energiza, qué te agota y qué estás especialmente capacitado para hacer a continuación.
Yo llamo a esta práctica Navegación Narrativa: usar tu pasado, presente y posibles historias para crear una brújula que transforme “¿qué ahora?” en “este camino a seguir”.
Tema de reflexión: Dedica un tiempo a delinear los capítulos de tu carrera. Dales nombres creativos y reflexiona sobre lo que te gustó —o no— del trabajo, las personas y la remuneración. ¿Qué patrones surgen sobre lo que te apasiona, lo que has superado y hacia dónde quieres llegar?
Si quieres profundizar en este ejercicio, he creado una hoja de trabajo que te guía en el proceso de mapear los capítulos de tu carrera para descubrir tu sabiduría y dirección únicas.
Tu historia aún se está escribiendo
Cinco años después, ese momento en el que lloré bajo el árbol dio inicio a mi camino como emprendedora. El final que temía se convirtió en el mejor comienzo. El despido me obligó a descubrir quién era más allá de mi puesto. Reflexionar sobre mis propias historias me ayudó a tener claro hacia dónde quería trabajar. Ahora puedo presenciar a mis clientes de Story Coaching y lograr avances similares cada día, un trabajo que siento infinitamente más significativo que cualquier cosa que haya hecho en la vida corporativa.
Ahora es tu turno. Haz una pausa. Reflexiona. Elige la narrativa que te sirva. Confía en que lo que has vivido te ha preparado para lo que viene. Cuando estés listo, no olvides compartir tu historia. Nunca se sabe quién necesita escucharla ni qué puertas podría abrir.
Tu próximo capítulo te espera a la vuelta de la esquina…