
Muchos de nosotros somos culpables de usar el teléfono mientras estamos en el baño. Pero un nuevo estudio, publicado en septiembre, ha descubierto que este hábito puede aumentar el riesgo de desarrollar hemorroides hasta en 46%.
Entonces, ¿cuál es la relación? ¿Cómo puede el tiempo que pasamos con el teléfono provocar estos dolorosos bultos dentro y alrededor del ano? Esto es lo que sabemos.
¿Qué son las hemorroides?
Toda persona sana tiene hemorroides, a veces llamadas almorranas. Son columnas de tejido acolchado y vasos sanguíneos que se encuentran cerca de la abertura del ano.
Las hemorroides desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de la continencia intestinal o, en pocas palabras, en la retención de las heces.
Cuando todo va bien, no las notamos. Sin embargo, las hemorroides pueden inflamarse, lo que puede provocar síntomas como dolor, sangrado o la sensación de un bulto justo dentro del ano (hemorroides internas) o que sobresale (hemorroides externas).
Entonces, cuando alguien “tiene hemorroides”, significa que se han inflamado o presentan síntomas. Esto es extremadamente común: más de una de cada dos personas experimentará hemorroides sintomáticas en algún momento de su vida.
Es más probable presentar hemorroides:
- A partir de los 45 años
- Después del embarazo
- Si hay sobrepeso
- Si padeces estreñimiento o diarrea persistentes
- Levantas objetos pesados con regularidad
- Pasas mucho tiempo en el inodoro
La relación entre el tiempo que pasa en el inodoro y las hemorroides
En general, permanecer sentado durante mucho tiempo no se ha relacionado con el desarrollo de hemorroides.
Sin embargo, un asiento de inodoro estándar, a diferencia de una silla o un sofá, tiene una gran abertura interna que no proporciona soporte al suelo pélvico, el grupo de músculos y ligamentos que sostienen la vejiga, el intestino y el útero.
Se cree que permanecer sentado durante mucho tiempo en el inodoro aumenta la presión dentro del suelo pélvico y provoca la acumulación de sangre en los vasos sanguíneos del ano. Esto aumenta la probabilidad de desarrollar hemorroides.
Qué analizó el nuevo estudio
El nuevo estudio estadounidense reclutó a 125 adultos, de 45 años o más, que se sometieron a una colonoscopia en el Centro Médico Beth Israel Deaconess.
Los investigadores los encuestaron sobre sus hábitos con el celular mientras usaban el baño, incluyendo la frecuencia y la duración de la consulta. Los participantes también informaron sobre otros comportamientos, como el esfuerzo, la ingesta de fibra y la cantidad de actividad física que realizaban.
Los investigadores registraron si tenían hemorroides. Dado que todos los participantes se sometieron a una colonoscopia, la presencia de hemorroides internas se pudo confirmar visualmente.
¿Qué mostró el estudio?
Dos tercios (66%) de los participantes usaron el celular mientras estaban en el baño. La actividad más común fue leer noticias (54.3%), seguida de las redes sociales (44.4%).
Quienes usaron el smartphone pasaron más tiempo en el baño que quienes no. Más de uno de cada tres (37.3%) usuarios de smartphones pasaron más de cinco minutos en el inodoro, en comparación con poco más de uno de cada 20 (7%) de quienes no lo usaron.
Los usuarios de smartphones presentaron un 46% más de riesgo de hemorroides que quienes no lo usaron. Para calcularlo, los investigadores tuvieron en cuenta otros factores de riesgo como el sexo, la edad, el índice de masa corporal, la actividad física, el esfuerzo y la ingesta de fibra.
Sin embargo, a diferencia de otras investigaciones, este estudio no encontró una relación entre el esfuerzo y las hemorroides.
En consecuencia, los investigadores concluyeron que el tiempo que se pasa en el inodoro representa un riesgo más significativo de hemorroides que el esfuerzo. No obstante, no se puede descartar el esfuerzo como factor de riesgo, según un estudio.
Otras limitaciones a considerar
El estudio se basó en que los participantes recordaran si habían hecho esfuerzo y cuánto tiempo habían pasado en el inodoro.
Este tipo de recuerdo es subjetivo y también puede verse influenciado por la participación en el estudio. Por ejemplo, si los participantes creían tener hemorroides, es más probable que reportaran esfuerzo.
El pequeño tamaño de la muestra del estudio y la edad de los participantes (todos mayores de 45 años) también implican que es poco probable que sea representativo de la población general.
Tiempo en el inodoro
El nuevo estudio no es el primero en analizar la relación entre el tiempo que se pasa en el baño y el desarrollo de hemorroides. En 2020, un estudio turco descubrió que pasar más de cinco minutos en el baño se asociaba con hemorroides.
Otro estudio italiano de 2020 con 52 personas con hemorroides internas o externas diagnosticadas observó que cuanto más tiempo pasaban en el baño, más graves eran sus hemorroides.
Entonces, ¿qué hacemos en el baño?
La defecación en sí no suele tardar mucho. Un estudio reveló que los adultos sanos tardan un promedio de dos minutos sentados, pero solo 51 segundos en cuclillas.
La mayor parte del tiempo que pasamos sentados en el baño suele significar precisamente eso: estar sentados, realizando otras actividades además de defecar (o hacer pis).
Un estudio israelí de 2008 encuestó a 500 adultos y descubrió que más de la mitad (52,7%) leía libros o periódicos mientras estaba en el baño. También reveló que quienes leen mientras están en el baño pasaban mucho más tiempo en el inodoro.
Cómo evitar las hemorroides
El consejo habitual es aumentar la cantidad de fibra en la dieta (comiendo más fruta, verduras y cereales integrales) y asegurarse de beber suficiente agua. Esto facilita la evacuación y reduce el esfuerzo, que también debería intentar evitarse.
Sin embargo, la nueva investigación confirma la evidencia previa de que reducir el tiempo que pasamos sentados en el baño también puede ser beneficioso. Por lo tanto, evitar distracciones dejando el teléfono fuera del baño es una buena idea (y además, lo expondrá a menos gérmenes).
Si presenta síntomas preocupantes, como sangre en las heces, un bulto en la zona anal o dolor al defecar, consulta a tu médico para que te realicen más pruebas y un tratamiento.
Vincent Ho es profesor asociado y gastroenterólogo clínico académico de la Universidad de Western Sydney.
Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lee el original.