
En el declive de confianza del consumidor de dispositivos electrónicos a nivel global del año 2022 al 2024, debido a la incertidumbre económica generada por la inflación, desempleo y volatilidad cambiaria; los consumidores habrían pospuesto la compra de smartphones. Resultando en una caída en ventas en el mercado global de electrónica comparado a los años previos.
Apple, tomando en cuenta la debilidad del mercado, ajustó su estrategia de precios y producción con el lanzamiento de la nueva familia de iPhones. En este lanzamiento, la compañía anunció el iPhone Air; un modelo de los cuatro mostrados el pasado 9 de septiembre, revelando hacia el público una alternativa a la categoría “Plus” del smartphone debido a su escasa popularidad e interés limitado por parte de los consumidores.
Sin embargo, esto no representaría un simple reemplazo de producto por parte de Apple, sino un experimento de mercado utilizando factores como el historial de productos, lealtad de sus consumidores e innovación tecnológica.
¿Diseño innovador o pura mercadotecnia?
La propuesta de valor del iPhone Air hacia el público se enfoca en el diseño, convirtiéndolo estratégicamente en el smartphone más delgado en la historia de la compañía. Así, utilizando esta propuesta convertida en un mensaje de mercadotecnia potente para incrementar la demanda de este producto entre los consumidores, Apple segmenta una vez más a su clientela.
Con la creación de este modelo, la compañía pretende perfilar a los usuarios que priorizan el diseño y portabilidad sobre otras funciones, como cámaras de alta calidad y la facilidad de reparaciones por terceros. Esto sería similar a la estrategia enfocada en los compradores del modelo Air de iPad y Mac.
Como resultado de la enorme demanda y atención por parte del público, generada por la mercadotecnia y novedad del nuevo producto, la compañía se enfoca en ensayar tecnologías nuevas en la concentrada base de consumidores antes de implementarlas en toda la futura gama de sus dispositivos. Por ejemplo, el modem 5G diseñado internamente por Apple, se instalará para independizarse de fabricadores terceros. Esto con la intención de que la batería del dispositivo dure más tiempo durante el uso intensivo de datos como las videollamadas y streaming.
Sin embargo, al ser tecnología nueva por parte de la compañía, se pueden esperar bugs e incompatibilidades al cambiar entre antenas de distintas compañías o en redes poco comunes de ciertos países. También, el dispositivo incluirá el chip N1, igual fabricado internamente. Este chip, responsable por manejar las redes de Wi-Fi y Bluetooth, permitirá la conexión a la nueva generación de redes, lo que significa un incremento en velocidad de internet, al igual que una conexión más estable. No obstante, debido a la novedad del chip, se esperan desconexiones esporádicas de Wi‑Fi o comportamientos raros con redes específicas mientras el dispositivo sea usado.
La demanda del lanzamiento de los nuevos modelos redirigida específicamente al iPhone Air revela el experimento llevado a cabo por Apple. Y aunque la compañía publica los beneficios que el usuario obtendrá debido a la independización de tecnologías creadas por empresas terceras. Sin embargo, la pregunta a hacerse es: ¿tendrá este producto posicionado ante el mercado como revolucionario un lapso largo de vida?