
El oro ha tenido un año muy positivo. Esto fue evidente el martes 7 de octubre, cuando el metal precioso alcanzó un nuevo precio: 4,000 dólares la onza.
A primera hora del miércoles, el oro acumulaba un alza de más de 53% en lo que va de año.
Esta cifra es significativamente superior al crecimiento observado por los principales índices bursátiles durante el mismo período. El Dow Jones Industrial Average ha subido 9.93% este año, el S&P 500 14.42% y el Nasdaq Composite 18.19% al cierre del mercado el martes.

Como activo considerado refugio, el oro se ha beneficiado de varios factores este año, como la debilidad del dólar y una economía impredecible. Esto último ha sido especialmente cierto desde el cierre del gobierno estadounidense el 1 de octubre.
Esa mañana de miércoles, el oro alcanzó nuevos máximos históricos, con el oro al contado y los futuros del oro estadounidense alcanzando los 3,894 y 3,922 dólares, respectivamente.
El oro ha mantenido una tendencia alcista durante la última semana, alcanzando hoy un máximo de 4,050 dólares.
Sí, pero ¿durará?
Claramente, el cierre del gobierno estadounidense ha sido, al menos hasta ahora, un golpe de efecto para el oro, pero ¿por cuánto tiempo más? Por supuesto, no hay garantías de ningún tipo, especialmente sin un fin a la vista para el cierre.
Los expertos financieros se encuentran divididos en sus predicciones.
Goldman Sachs ha adoptado una postura alcista, elevando su pronóstico estimado para el oro de 4,300 a 4,900 dólares por onza para diciembre de 2026.
“Consideramos que los riesgos para nuestro pronóstico actualizado del precio del oro siguen sesgados al alza en términos netos, ya que la diversificación del sector privado en el relativamente pequeño mercado del oro podría impulsar las tenencias de ETF por encima de nuestra estimación implícita en las tasas”, declaró Goldman durante el anuncio del lunes, según Reuters.
Mientras tanto, el lunes, Bank of America adoptó una postura mucho más bajista, según informa Fortune. El estratega técnico de Bank of America, Paul Ciana, advirtió sobre un elevado “riesgo de corrección”. Ciana postuló que factores como la compra basada en el impulso y las señales de sobrecompra indican que el rápido ascenso del oro podría estar llegando a su fin.